Usted está aquí: martes 25 de septiembre de 2007 Política “Edith ya sufrió demasiado; no daré yo la última estocada”: Lydia Cacho

Duró 7 horas el careo de la comunicadora y la joven víctima; no cruzaron palabra

“Edith ya sufrió demasiado; no daré yo la última estocada”: Lydia Cacho

La parte demandante basa su estrategia es desacreditar mi trabajo periodístico, asegura

Alfredo Méndez y Blanche Petrich

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Ampliar la imagen Lydia Cacho responde a las preguntas formuladas por los abogados de Edith Encalada, durante la diligencia realizada ayer en un juzgado civil de la ciudad de México. En la imagen de arriba, la joven demandante espera turno para el interrogatorio Lydia Cacho responde a las preguntas formuladas por los abogados de Edith Encalada, durante la diligencia realizada ayer en un juzgado civil de la ciudad de México. En la imagen de arriba, la joven demandante espera turno para el interrogatorio Foto: Carlos Ramos Mamahua

La periodista Lydia Cacho Ribeiro y Edith Encalada Cetina se encontraron ayer frente a frente, a más de un año de que se inició el juicio civil contra la comunicadora por presunto daño moral.

La joven que desató las acusaciones de pederastia contra Jean Succar Kuri El Johnny, quien en 2002 recibió apoyo de Cacho Ribeiro para denunciar al sujeto en Cancún, Quintana Roo, tiene ahora a Lydia en el banquillo de los acusados.

Edith exige a la comunicadora 100 mil pesos, que corresponden a 20 por ciento de las regalías obtenidas por la venta del libro Los demonios del edén, en el que Cacho Ribeiro narra los abusos sexuales que sufrieron decenas de menores de edad, entre ellos la propia Encalada.

La mujer que fue objeto de abuso sexual por Succar Kuri desde los 14 años argumenta que la periodista la engañó, ya que supuestamente nunca dijo que haría pública esa parte de su vida. Además asegura que con la publicación del libro le causó daño moral y sicológico, que debe compensarse con una indemnización.

Durante siete horas la joven y la periodista estuvieron juntas, pero no se dirigieron mirada alguna. Frente a la juez civil Rosario Mancera, quien lleva el caso y deberá determinar si procede la indemnización, Edith y Lydia respondieron a interrogatorios de sus respectivos abogados.

En el juzgado 17 de lo civil estuvieron presentes diversos testigos que apoyan a la comunicadora, entre ellos el columnista Miguel Ángel Granados Chapa y el presentador de televisión Óscar Cadena, quienes no fueron interrogados por falta de tiempo.

La juez fijó para el 17 de octubre próximo la fecha para el desahogo de las testimoniales que ofrecieron como prueba la demandante y la demandada.

Silencio de la demandada

Ayer, al final de la audiencia –que se inició a las 10 horas y concluyó a las 17:30–, Encalada abandonó el juzgado escoltada por sus abogados, en compañía de su madre.

La joven no quiso hacer declaraciones a los medios de comunicación que acudieron a cubrir el encuentro judicial. Su madre tampoco accedió a dar entrevistas, aunque fuera de grabación la señora aseguró que su hija ya no quiere estar inmersa en escándalos, por lo que prefiere no dar opiniones.

Quien sí habló fue Lydia Cacho. Aseguró que durante el interrogatorio quedó demostrado que Succar Kuri y el empresario textilero Kamel Nacif están pagando los gastos del litigio que inició la joven en su contra.

“Lo interesante de la diligencia es que la propia Edith Encalada, quien originalmente denunció a Succar Kuri, acaba de realizar una serie de declaraciones que la dejan en evidencia.

“Se le preguntó quién paga su defensa y no tuvo respuesta; le preguntamos si sabe cuánto cobran sus abogados y dijo que no lo sabe; esto va ratificando mi hipótesis inicial de que todo esto lo están sufragando Succar y Kamel Nacif”, refirió la escritora.

Encalada Cetina, de 24 años de edad, presentó en 2006 una demanda civil por daño moral en contra de Cacho Ribeiro y de la empresa Random Mondadori, editoria de Los demonios del edén.

Según Lydia Cacho, la joven “está pidiendo 100 mil pesos, que representan 20 por ciento de las regalías del libro, para resarcir el supuesto daño moral que le causó” el hecho de que la gente se enteró de que fue víctima de abuso por Succar.

La demanda hace hincapié en que la comunicadora nunca pidió permiso a Edith Encalada para publicar los contenidos de las grabaciones telefónicas y narrar los videos en los que aparece con El Johnny y su esposa, Gloria Pita, alias La Ochi.

Durante la audiencia la juez escuchó una grabación de una llamada telefónica entre Edith y La Ochi, y quedó pendiente que revisara dos videos, uno de los cuales fue grabado subrepticiamente por órdenes de la ex subprocuradora de Quintana Roo Leydi Campos en un restaurante de Cancún y transmitido por Televisa.

La imagen registra una conversación entre Edith y Succar, en la que el empresario estadunidense reconoce que le atraen sexualmente las menores de edad.

El otro video pendiente de revisión es una entrevista de televisión con Óscar Cadena, donde Encalada –de espaldas– narra los abusos sexuales que sufrió de Succar.

La autora de Los demonios del edén aseguró que Edith Encalada admitió ante la juez que fue amenazada de muerte y recibió presiones de Succar. Pese a ello, “queda claro que al final Kamel Nacif, Succar y sus abogados les llegaron al precio” a la denunciante y a su madre.

Además, añadió, “Edith ratificó frente a la juez que fue abusada por Succar; el año pasado me habló para decirme que estaba muy apenada porque había sido detenida, y que quería pedirme ayuda porque estaba viviendo en Estados Unidos.

“Edith me dijo que radicaba en Las Vegas y me solicitó por correo electrónico que pidiera ayuda a la FBI, porque seguía presionada, y que Kamel y Succar le habían hecho firmar documentos en inglés que ella no podía entender; su estancia en Estados Unidos la pagó Succar”.

“No habrá estocada contra Edith”

Lydia fue interrogada por los abogados de Encalada Cetina por más de dos horas. “Lo que están tratando de demostrar estos abogados a la juez es que no soy periodista. El mismo argumento de Succar y de Kamel Nacif. Quieren arrebatarme mi derecho de hacer periodismo, diciendo que solamente soy una defensora de derechos humanos”.

Durante la diligencia, Edith se mostró inquieta, nerviosa y por momentos molesta. “Tenía más de un año de no verla. A pesar de todo esto (el proceso en su contra) me sigue conmoviendo mucho, porque entiendo que Succar Kuri acabó con su vida. Llegó muy contenta, pero conforme transcurrió el tiempo su semblante cambió; nunca me miró a los ojos”, señaló Lydia Cacho al final de la audiencia.

La periodista también hizo comentarios sobre los tres videos que la Procuraduría General de la República (PGR) entregó a los dos jueces que llevan los procesos penales contra Jean Succar Kuri, de los cuales dio cuenta La Jornada el pasado domingo.

“Hay tres videos crudos que entregó la PGR a los juzgados de Cancún; son imágenes brutales. Hay niñas de siete años que están siendo violadas en vivo por Succar Kuri; entre ellas está Edith Encalada, quien ya sufrió mucho. No voy a ser yo quien le dé la estocada final”, indicó la periodista.

 
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