Usted está aquí: viernes 28 de septiembre de 2007 Mundo Ola de reclamos a la junta militar por la violencia contra protestas en Myanmar

Pide Bush a “países que tienen influencia con el régimen” que pidan cesar la agresión

Ola de reclamos a la junta militar por la violencia contra protestas en Myanmar

Dpa, Reuters y Afp

Ampliar la imagen Monjes budistas y civiles se manifiestan contra la junta militar en calles del centro de Rangún Monjes budistas y civiles se manifiestan contra la junta militar en calles del centro de Rangún Foto: Reuters

Washington, 27 de septiembre. “Todas las naciones que tienen influencia sobre el régimen” de Myanmar deberían “decirle a la junta militar que cese el uso de la fuerza contra su pueblo, que expresa pacíficamente su deseo de cambio”, afirmó este jueves el presidente estadunidense George W. Bush, en medio de una ola de reclamos al gobierno de la antigua Birmania por la represión de las protestas populares.

Hoy hubo manifestaciones de protesta contra los militares que gobiernan el país asiático en Roma, Londres, Sydney, París, Hong Kong, Colombo, Seúl, Bangkok y otras ciudades del mundo.

Unas horas antes, en Pekín, el secretario de Estado adjunto estadunidense para Asuntos Asiáticos, Christopher Hill, señaló que China es uno de los países que, “desde luego”, debe ejercer su influencia sobre las autoridades de Myanmar.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de China advirtió respecto de una “escalada” del conflicto, no obstante que también expresó su confianza en que “las partes mantengan la calma”.

De acuerdo con un despacho de la agencia Dpa, que consultó a diplomáticos occidentales en Pekín, el gobierno chino presionó a la junta para que no recurra a la fuerza excesiva contra los manifestantes.

En el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU), China logró este jueves detener una resolución de condena a Myanmar, pero el órgano ejecutivo del organismo pidió “moderación” al gobierno militar, que actualmente construye una nueva capital en Naypyidaw, unos 400 kilómetros al norte de Rangún.

La Secretaría General informó que el enviado especial de la ONU, Ibrahim Gambari, será recibido este viernes en Rangún.

Japón también instó a las autoridades del país asiático a renunciar a la represión de las protestas y señaló que es “extremadamente lamentable” que haya habido muertos.

En Nueva York, al margen de la Asamblea General de la ONU, los cancilleres de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático pidieron a la junta militar cesar la violencia contra los miles de manifestantes que han salido a las calles en el último mes, encabezados por monjes budistas, en este país de 56 millones de habitantes.

El canciller de Singapur, George Yao, dijo que los cancilleres se “conmocionaron” al enterarse que el gobierno usó armas de fuego contra los opositores en Rangún, la principal ciudad (y puerto) de Myanmar, el segundo más grande país del sudeste asiático, con 678 mil kilómetros cuadrados.

A los llamados de la comunidad internacional a la calma, México se sumó hoy por medio de un comunicado de la cancillería.

Estados Unidos reforzó el martes las sanciones económicas a los líderes del régimen y a sus patrocinadores financieros, y amplió la prohibición de visa a los responsables de violaciones a los derechos humanos, así como a los miembros de sus familias.

 
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