Usted está aquí: martes 9 de octubre de 2007 Cultura Interpretarán por primera vez en México Espartaco, del legendario Yuri Grigorovich

El Siberian State Ballet realizará gira nacional por Guadalajara, Querétaro y el DF

Interpretarán por primera vez en México Espartaco, del legendario Yuri Grigorovich

El coreógrafo, autor de esa obra épica, celebra 80 años de vida

“Creciente potencial físico de los bailarines”, subraya Vitali Mijailov, director artístico de la compañía rusa

Arturo García Hernández

Ampliar la imagen Vitali Mijailov, director artístico del Siberian State Ballet, durante la entrevista con La Jornada Vitali Mijailov, director artístico del Siberian State Ballet, durante la entrevista con La Jornada Foto: Yazmín Ortega Cortés

El Siberian State Ballet, que a 30 años de su fundación es una de las compañías rusas de mayor fama internacional, hará una serie de presentaciones en México, dentro de las cuales interpretará por primera vez aquí el ballet épico Espartaco, del legendario bailarín y coreógrafo Yuri Grigorovich, quien este año se encuentra celebrando 80 de vida y cuya presencia aquí también está anunciada.

A la cabeza de la agrupación viene Vitali Mijailov, quien dijo que el ballet ruso vive uno de sus mejores momentos: “el potencial físico de los bailarines ha crecido notablemente en comparación con el que teníamos hace 10 años”.

Tras el fin del régimen comunista, en 1991, las ballets rusos en general “tuvimos la posibilidad física de montar todo lo que quisiéramos sin ningún límite burocrático; desde entonces han aparecido nuevas obras y se han recuperado otras antiguas que antes no se habían puesto en escena. Los rusos éramos reconocidos por nuestro repertorio clásico, por el talento de nuestros bailarines, y de hecho ahora hemos fortalecido mucho el repertorio clásico”.

No obstante –acota Mijailov– “pasado el tiempo, la gente se dio cuenta de que también valía la pena preservar y difundir lo mejor de lo que habíamos creado durante los tiempos soviéticos; además estamos probando y ensayando con obras modernas, pero desde mi punto de vista no hay tantas que sean tan buenas”.

Espartaco es la obra más importante del compositor Aram Khachaturian (1903-1978), representante de la estética musical del realismo socialista. La primera versión coreográfica fue realizada por Leonid Jacobson en 1956; Igor Moiseyev hizo una segunda versión en 1962. Pero la versión más aclamada, emblemática de los ballets rusos de la era soviética, es la concebida por Grigorovich, estrenada en el Teatro Bolshoi en abril de 1968.

La obra toma su nombre de un desertor del ejército romano que en el año 71 aC encabezó una rebelión de esclavos contra el imperio y propinó severas derrotas al ejército opresor, aunque fracasó en su intento de tomar Roma. La imagen de Espartaco como libertador de los oprimidos encajaba con la ideología y el discurso del régimen comunista en la ex Unión Soviética.

La rebeldía siempre sobrevive

A decir de Viteli Mijailov, “los rusos son quienes interpretan de mejor manera Espartaco; es un espectáculo sobre la revolución, un proceso histórico que conocimos en nuestra propia piel. Llevamos en la sangre el espíritu de la revolución, por eso lo interpretamos de la mejor manera. Y aunque tenga un final trágico, el espectador entiende que al espíritu no se le mata, que siempre se mantendrá vivo, de pie; aunque el cuerpo esté muerto, el espíritu de victoria, de combate, de rebeldía, siempre sobrevivirá”.

Grigorovich, figura legendaria del ballet ruso, nació en 1927; se graduó en la Escuela Coreográfica de Leningrado en 1946 y fue solista del Ballet Kirov hasta 1962. Se consagró con las puestas en escena que hizo de las obras de Sergei Prokofiev La flor de piedra y La leyenda de amor. Desde 1964 hasta 1995 se desempeñó como director artístico del Teatro Bolshoi.

Al preguntarle sobre la experiencia de trabajar con Grigorovich, Vitali Mijailov reitera que se trata de la leyenda viva de la danza rusa: “cada coreografía suya es una obra maestra, algo fuera de lo común; combina de manera sorpresiva lo sencillo y lo genial.

“Cuando él dice algo lo escuchamos atentos y en silencio, para entender de la manera más exacta todo lo que quiere de nosotros. Aunque ya tiene edad avanzada, es muy enérgico en escena y hace dar a los jóvenes lo mejor de sí, por encima de sus capacidades”.

–¿Los bailarines siguen siendo los artistas consentidos del Estado ruso?

–En principio, sí. Eso se explica por varios factores, y el más importante es que representan al país; el público extranjero que ve a los bailarines rusos piensa en nuestro pueblo. Sí, nuestros bailarines y coreógrafos son consentidos y grandes.

Además de Espartaco, el Siberian State Ballet presentará una versión de Carmen, de Bizet. La gira de la compañía por México incluye Guadalajara, Querétaro y la ciudad de México, en el Auditorio Nacional, donde se presentará el próximo 19 de octubre.

 
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