Usted está aquí: miércoles 10 de octubre de 2007 Cultura Subrayan la huella de Ernesto Guevara contra las injusticias

Conferencia sobre el guerrillero en la Casa Lamm

Subrayan la huella de Ernesto Guevara contra las injusticias

Fabiola Palapa Quijas

En México “existe una necesidad del comandante (Ernesto Guevara) en medio de la debacle en la cual vivimos; en este capitalismo globalizado y en el neoliberalismo que nos tocó vivir”, expresó la escritora Oralba Castillo Nájera, durante la conferencia El Che Guevara y América Latina.

Jorge Turner, autor del libro Panamá en la América Latina que concibió Bolívar, expresó que la huella histórica del Che perdurará, porque no está sustentada sólo en su ejemplo, sino en la utilidad social que tiene su trabajo intelectual, pues Ernesto Guevara se convirtió en el símbolo inspirador de hombres y mujeres para que no trasciendan las injusticias.

Durante la jornada del foro México y el mundo actual, que organiza los lunes La Jornada y la Casa Lamm, Turner y Angel Guerra coincidieron en señalar que la relación entre el Che y Fidel Castro fue similar a la que se dio entre Karl Marx y Friedrich Engels, pero en versión latina.

Oralba Castillo, en su intervención, se refirió a la estancia del Che en México, entre 1954 y 1956, al huir del golpe de Estado orquestado por la CIA contra el presidente Jacobo Arbenz, en Guatemala, además de que aquí conoció a Castro y a la red de cubanos, guatemaltecos y mexicanos que organizaron la expedición revolucionaria.

La autora del espectáculo El país del exilio: el Che en México, evocó el 8 de octubre de 1967, cuando apareció en México la fotografía del Che muerto con los ojos abiertos. Asimismo, recordó que hace 20 años con el Taller de Arte e Ideología recorrió la ruta del comandante argentino-cubano en el país.

Antonio del Conde, El Cuate, quien conoció al Che aquí y le vendió el yate Granma a Fidel Castro, fue el suministrador de armas de los futuros guerrilleros.

“Fui asesor del comandante Guevara dos años en el departamento de industrialización del Instituto Nacional de la Reforma Agraria. Él era exageradamente disciplinado, su profesión de médico cirujano y su asma lo hicieron disciplinado, y esa disciplina nos la imponía”, recordó Del Conde, el mexicano vivo más importante para la Revolución Cubana.

Del Conde era dueño de una armería en México, cuando conoció a Castro en 1955. “En lugar de venderle, me puse a sus órdenes, porque lo había reconocido, sabía que necesitaba gente. Desgraciadamente hoy Cuba está muy lejos de México”.

Angel Guerra, articulista de este diario y coordinador del foro de reflexión, señaló que tenía una enorme admiración por el comandante, porque contribuyó en la guerra de liberación en Cuba, sobre todo en la famosa batalla de Santa Clara.

“Fue un hombre cautivante y muy rebelde; muy cuestionador. El Che era un firme defensor de las ideas revolucionarias, pero era un crítico muy severo de la práctica revolucionaria y por ahí empezaba su pensamiento.”

 
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