El gran reto por venir es afrontar la caída de ingresos petroleros, advierte Carstens

Es “indispensable” elevar la recaudación mediante IVA e ISR

La reforma autorizada por el Congreso no es “una miscelanita fiscal”, sostiene el secretario

A menos de un mes de que fue aprobada la reforma tributaria en el Congreso, que incluyó la creación de un nuevo gravamen al consumo de gasolina, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Agustín Carstens Carstens, planteó este martes que “va a ser indispensable” fortalecer la recaudación a través de los impuestos al consumo y a la renta.

Durante un seminario realizado en el Club de Banqueros de la ciudad de México, Carstens rechazó que los cambios autorizados por el Congreso en materia fiscal el mes pasado hayan sido “una miscelanita fiscal”. No se trata, dijo, de una reforma “para salir del paso”, sino que buscó “cambiar estructuralmente todos los aspectos relacionados con las finanzas públicas y tiene una visión hacia delante”.

Aseguró: “con esta reforma, la tasa de crecimiento potencial del país va a aumentar en cuando menos 0.5 por ciento del producto interno bruto”.

Sin embargo, mencionó que México tiene un “gran reto” en materia tributaria para los siguientes años, derivado en parte de la caída esperada en los ingresos petroleros –actividad que provee un tercio de los recursos del Estado– y, para afrontar esa situación es indispensable fortalecer la recaudación a través de los gravámenes al consumo, como es el umpuesto al valor agregado (IVA), o sobre la renta (ISR).

“El gran reto que tiene México en los próximos 20 años es cómo aumentar en 10 por ciento del PIB aproximadamente, los ingresos tributarios no petroleros. En los siguientes 20 años, además de que vamos a tener mayores necesidades, es muy probable predecir que los ingresos petroleros se nos empiecen a caer”.

Según datos oficiales, la recaudación tributaria en México, sin considerar los ingresos petroleros, es equivalente a 9.5 por ciento del PIB, la menor de América Latina. La reforma fiscal aprobada por el Congreso el mes pasado, si cumple con todos sus objetivos, elevará la captación fiscal en 2.1 puntos del PIB a lo largo del sexenio. A precios actuales, un punto del PIB equivale a 100 mil millones de pesos.

El titular de Hacienda mencionó ayer que con una visión de largo plazo y a partir de la recaudación tan baja que se da el país, “va a ser indispensable fortalecer los dos grandes pilares, los dos grandes cimientos de nuestro régimen tributario, y son los impuestos al consumo y los impuestos sobre la renta. No hay duda de que vamos a tener que aumentar la recaudación por estas dos vías”.

En este sentido, destacó que la reforma fiscal recién aprobada tiene el mérito de haber empezado por buscar una mayor recaudación a partir de la renta de las empresas. El aprobado impuesto especial de tasa única (IETU), que coexistirá con el ISR, significa un cambio estructural importante, al lograr tener un impuesto de control, un gravamen mínimo, dijo.

El IETU, añadió, abre la posibilidad de tener una base tributaria con menos excepciones, menos “hoyos” y también mayores dificultades para que haya planeaciones fiscales agresivas, tal como ahora es posible con el impuesto sobre la renta.

“De hecho, en consumo el impuesto que tenemos es muy similar. En ambos tipos de impuesto hasta ahorita tenemos bases muy porosas, esquemas muy complejos y tasas y políticas que inciden básicamente sobre los mismos contribuyentes. Lo que estamos tratando de hacer con el IETU es precisamente ir desenmarañando eso, a partir de ampliar la base, haciendo que se contribuya adecuadamente y eliminando regímenes especiales”, declaró.