Usted está aquí: miércoles 10 de octubre de 2007 Opinión Myanmar: budismo, nacionalismo y marxismo

José Steinsleger/ II

Myanmar: budismo, nacionalismo y marxismo

En lugar de exportar a sus colonias los contenidos emancipadores de sus respectivas revoluciones sociales, la “civilización” europea fue portadora de esclavitud, racismo, explotación, matanzas sistemáticas, discordias regionales, desintegración socioeconómica y ofensas sostenidas a culturas milenarias que de antemano calificaba de “inferiores”.

En Birmania (hoy Myanmar) el imperio británico requirió de 65 años y cuatro guerras para anexar sus reinos al virreinato de India. La primera guerra la perdió en Asman (noreste de India), a manos del general birmano Maha Bandula (1821). En la segunda, los ingleses atacaron por mar y ocuparon Arakan (1826, actual capital del estado de Rakhine, a orillas del mar de Amman); el puerto de Yangoon (antes Rangún) fue tomado en 1853 y la ciudad real de Mandalay cayó en1886.

La opresión colonial engendró lo que sus metrópolis inventaron y luego no supieron encauzar: el patriotismo exacerbado y el nacionalismo extremo, magmas ideológicos de mil cabezas que en Indochina sólo carecieron de fuerza en el reino de Siam (hoy Tailandia), relativamente independiente gracias a su posición de amortiguador entre las posesiones británicas (India, Birmania) y francesas (Laos, Camboya y Vietnam).

En 1897 surgieron múltiples asociaciones budistas que despertaron el patriotismo primero y el nacionalismo después. En 1906 se fundó la Asociación de la Juventud Budista de Birmania. Más cercano a la filosofía que a la religión, el budismo y sus ideales de compasión, igualdad y tolerancia, se constituyó en el único lazo que unía al pueblo con su pasado, marcando profundamente la sensibilidad patriótica entre los sectores avanzados de la elite nativa.

La resistencia empezó con la unidad de monjes budistas y los thugi, príncipes reales que oficiaban de jefes de administración provincial. Al inicio de la Primera Guerra Nundial nació la Asociación Socialdemócrata de las Indias Orientales, que difundió los primeros textos de marxismo, y a partir de 1917 los vientos de la revolución rusa hicieron que los primeros partidos comunistas de Asia sudoriental auscultasen los nexos teóricos entre budismo y marxismo.

En 1920, jóvenes budistas militantes del Consejo General de Asociaciones Birmanas organizaron en la Universidad de Rangún la primera gran huelga de estudiantes. Al año siguiente, tras 166 días en huelga de hambre, el monje U Wisara murió en la cárcel, donde los ingleses lo retenían por “actividades sediciosas contra Londres”. Otra rebelión budista fue liderada por U Ottama, inspirado en Gandhi, y la del monje Saya San contra los usureros indios, cuando la crisis capitalista mundial derrumbó los precios del arroz, principal producto de exportación de Birmania (1930-31).

La represión que siguió tuvo como blanco a los dockers indios (portuarios) de Rangún. Cerca de un millar de birmanos fueron asesinados por las tropas coloniales. La protesta anticolonial no cesó y finalmente, en 1937, Gran Bretaña concedió a la colonia el estatus de “territorio autónomo”. Sin embargo, la decisión de mantener a Birmania bajo jurisdicción de India dividió a la población y allanó el camino de la independencia.

En 1940, un grupo de dirigentes del movimiento thakin (maestro), conocidos como “los 30 camaradas”, organizaron en Bangkok (Tailandia), el Ejército de Independencia de Birmania (EIB), que en la Segunda Guerra Mundial apoyó la ocupación de Japón, en lucha contra las fuerzas angloindias y sus aliados, los nacionalistas chinos de Chiang Kai Shek (1942). En 1943, el ejército japonés entró en Rangún y concedió la independencia nominal a Birmania. Pero Tokio impuso a un gobierno títere.

Aun Sang (padre de la actual líder de oposición, Aun Sang Suu Kyi), U Saw, y Than Tu, dirigentes del EIB, volvieron a la lucha y organizaron la Liga Antifascista por la Libertad del Pueblo (AFPFL, por sus siglas en inglés), la cual agrupó a los diversos partidos políticos para obtener la independencia del país y establecer un estado socialista, pasando entonces a coordinar sus acciones con los ejércitos aliados hasta que Japón se retiró definitivamente de Birmania en marzo de 1945.

Parecía que esta vez la situación de la colonia volvía a fojas cero. No obstante, la AFPFL agrupaba a 200 mil miembros y 10 partidos que iban desde la extrema izquierda a la extrema derecha. En 1946, el partido comunista se dividió: la mayoría liderada por Than Tu (Bandera Blanca), partidaria de la alianza provisional con los nacionalistas, y Bandera Roja, que rechazaba toda colaboración.

La derecha abandonó el movimiento y en el centro sólo quedaron los socialistas de Aun San, quien marchó a Londres para firmar con el premier Clement Atlee el primer acuerdo que reconocía la independencia de Birmania (enero de 1947).

Los resultados de la gestión dieron a la Liga una victoria contundente en las elecciones para la Asamblea constituyente de abril. Pero el 19 de julio, Aung San fue asesinado por matones a sueldo del derechista U Saw. El nuevo jefe de gobierno, U Un detuvo, juzgó y ahorcó a U Saw. Birmania proclamó la independencia el 4 de enero de 1948.

 
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