La infraestructura actual es insuficiente para lograr el acceso total, acepta Székely
Dos millones de jóvenes no entrarían a bachillerato aun con reforma: SEP
De tercero de secundaria a tercero de preparatoria la cobertura se reduce 40 por ciento
El proyecto de reforma integral de la educación media superior –basado en los modelos internacionales y en “un marco curricular común”– no resolverá una de las necesidades prioritarias de acceso, ya que aunque se cumpliera la meta de cobertura de 68 por ciento al finalizar el sexenio, más de 2 millones de jóvenes quedarían fuera del sistema de enseñanza, y de continuar la tendencia actual, en 2010 el país tendría un “rezago de 50 años”.
El subsecretario de Educación Media Superior, Miguel Székely Pardo, admitió que la “realidad es que la infraestructura actual no da la posibilidad” de cubrir a 100 por ciento de los jóvenes. Incluso, si no se lograra el objetivo de esta administración, “estaríamos en un problema serio”.
Dicha reforma se aplicará gradualmente a partir del próximo ciclo escolar, de forma que será en el ciclo 2010-2011 cuando se extienda a los tres grados de bachillerato.
El documento Reforma integral de la educación media superior: la creación de un sistema nacional de bachillerato en un marco de diversidad, el cual aún está en proceso de discusión, plantea un diagnóstico en el que sólo de tercero de secundaria a tercero de preparatoria –el cuello de botella de todo el sistema educativo– la cobertura tiene un decremento de 40 por ciento, pues mientras en el último grado de secundaria se tiene un porcentaje de 86.5, para el último año de bachillerato baja a 46.5.
En la actualidad, la cobertura de bachillerato apenas es de 58 por ciento, lo que significa 3 millones 700 mil jóvenes, de un total de 6.5 millones. Esta administración plantea aumentar el acceso en 120 mil jóvenes al año, con lo que apenas se llegaría a una matrícula de 4 millones 476 mil 478 para el ciclo 2012-12, en caso de lograr la meta.
El estudio mencionado señala que de no haber un nuevo impulso a la educación media, para el ciclo 2012-2013 la tasa de graduación sería de 49.1 por ciento, menor a la de los países de la Organización par ala Cooperación y el Desarrollo Económicos a finales de los 60. Otro de los aspectos que se destacan en el proyecto es que la reforma va de acuerdo con “las tendencias internacionales”, particularmente, las de la Unión Europea (UE) y de países como Argentina y Chile, este último considerado laboratorio de las políticas privatizadoras, en las que la enseñanza no ha sido la excepción.
El documento, que fue presentado ayer a los medios de comunicación por Székely, señala que la UE y las citadas naciones latinoamericanas han emprendido cambios en este nivel, donde el punto de coincidencia es el de un enfoque basado en competencias y en la definición de un perfil de egreso. “El análisis de la situación en México, a la luz de lo que se observa en el contexto internacional, apunta al desarrollo de una reforma integral.
“A diferencia de las reformas parciales que se han llevado a cabo en el país, tendrá el valor agregado de hacer converger los esfuerzos que hasta ahora se realizan de manera independiente en distintos subsistemas. Al dar a la reforma un sentido de conjunto, como ocurre en la UE, se logra cumplir con el doble propósito de integralidad (sic) y diversidad”, dijo el funcionario.
Así, el cambio en el nivel de bachillerato plantea “un marco curricular común” basado en la definición de un perfil de egreso y en la organización a partir de tres tipos de competencias: disciplinaria, que son las materias para tener los conocimientos mínimos que debe adquirir un bachiller; genéricas, que van más allá de la transmisión de conocimientos, y profesionales, entre ellas las del mercado laboral. Con éstas, la idea es que el alumno se “habilite” para una actividad específica, que no requiere un título universitario.
Para lograr lo anterior se establecen siete mecanismos de apoyo: las tutorías, el tránsito entre subsistemas y escuelas, la creación de un diploma único del Sistema Nacional de Bachillerato (SNB), la evaluación, el desarrollo de la planta docente, las instalaciones y el equipamiento y la profesionalización de la gestión.
Según el documento, las ventajas de crear un SNB son avanzar en la “dirección que marcan las reformas recientes de la educación media superior en nuestro país y el extranjero” y alcanzar una definición universal del título de bachiller, entre otras.