Pretende que para entonces se logre la integración del sistema nacional de salud
Admite Córdova Villalobos que los planes calderonistas se concretarán hasta 2030
En materia de salud son muchos los aspectos que están sujetos a cuestiones políticas, señaló el secretario del ramo, José Ángel Córdova Villalobos, al reconocer que en este sexenio no se logrará concretar la integración del sistema nacional de salud, cuyo propósito es que los pacientes puedan elegir el organismo que les atienda sus enfermedades.
El gobierno calderonista se fijó como plazo para alcanzar esta meta el 2030, cuando estaría garantizado el acceso a servicios esenciales de salud para toda la población. El Estado se convertiría en financiador de las instituciones de un sistema de salud financieramente sustentable, “efectivo, seguro, eficiente y sensible”.
Córdova Villalobos presentó ayer, nuevamente, el Programa Nacional de Salud (Pronasa) 2007-2012, y al comentar sobre los más de 20 años que señala el documento como plazo para que el nivel de salud de los mexicanos les permita “desarrollar sus capacidades a plenitud”, mencionó que durante todo el sexenio pasado no se pudo concretar la reforma a la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), y ahora, aunque ya fue aprobada por el Congreso de la Unión, todavía está pendiente la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Es por eso, apuntó, que el Pronasa, a partir de un “ejercicio de prospectiva” realizado por un grupo de expertos, estableció que será en 2030 cuando exista en el país “un sistema de salud integrado y universal que garantiza el acceso a servicios esenciales de salud a toda la población; predominantemente público, pero con participación privada; regido por la Secretaría de Salud; financieramente sustentable; centrado en la persona, la familia y la comunidad; efectivo, seguro, eficiente y sensible; enfocado a la promoción de la salud y la prevención de enfermedades; atento a las necesidades de los grupos vulnerables, y que propicia los espacios para la formación de los recursos humanos para la salud y la investigación”.
Córdova Villalobos comentó que los “primeros pasos” ya se han empezado a dar con acciones como el Programa Nacional de Prevención y Promoción de la Salud y el Seguro Médico para una Nueva Generación, en los cuales participan todas las instituciones del sector. También mencionó el convenio suscrito el pasado viernes con el ISSSTE, para que este organismo utilice las instalaciones del Hospital de Alta Especialidad de El Bajío, en lugar de pensar en construir un nosocomio propio para sus derechohabientes en esa zona.
Respecto a la aportación del actual gobierno al sistema nacional de salud, el secretario destacó que durante los pasados 50 años, las estrategias han sido transexenales, lo que ha favorecido la mejoría en las condiciones de salud de la población. En el periodo 2007-2012 se consolidará el aseguramiento universal y los servicios médicos con calidad y seguridad. Ambas estrategias fueron iniciadas en el sexenio anterior.
Aseguró que en 2010 concluirá el desarrollo del Sistema Nacional de Protección Social en Salud, con la incorporación al Seguro Popular de 95 millones de personas. Reconoció que habrá todavía 15 por ciento de los mexicanos que no tendrán interés en estar afiliados a este esquema y preferirán los servicios de la medicina privada.
Durante la segunda presentación del Pronasa –la primera ocurrió el viernes pasado en un acto encabezado por el presidente Felipe Calderón en Tamaulipas–, Córdova Villalobos también refirió que para contrarrestar el desabasto de medicamentos se creará una comisión coordinadora para la compra de medicinas a escala nacional. Dijo que con la finalidad de enfrentar la creciente mortalidad ocasionada por las enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión arterial, en este gobierno se dará prioridad a la prevención. Para ello se destinará 35 por ciento del presupuesto a la realización de acciones en este sentido.
Reconoció, sin embargo, que la infraestructura sanitaria todavía es insuficiente. Tendría que aumentarse en 20 mil el número de camas censables, además de que existe una mala distribución del personal médico. Mientras en el Distrito Federal hay un médico por cada 50 habitantes, en entidades como Chiapas, Guerrero y Oaxaca, el indicador es de uno por cada 5 a 10 mil personas.