9 de octubre de 2007     Número 1

Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER

Suplemento Informativo de La Jornada


Sube el trigo en el mundo y el pan aquí

Lo que este año comenzó denominándose “etanoinflación” con la tortilla como protagonista, se convirtió ya en agroinflación extendida. Aunque el secretario de Economía, Eduardo Sojo, se tape los ojos, la evolución del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) muestra que productos del campo, como leche, frutas y verduras, influyen sustancialmente para llevar el indicador al alza.

En su acumulado anual hasta el 15 de septiembre, el INPC o inflación fue de 3.99 por ciento, arriba de la meta oficial de corto plazo de 3 por ciento. Sólo en la primera quincena de septiembre el incremento del índice fue de 0.62 por ciento, y “destacó la mayor contribución a la inflación general del grupo de frutas y verduras, así como la de bienes y servicios administrados”, reportó el Banco de México.

Y hay que esperar más. Similar a lo ocurrido con el maíz a inicios de 2007, pero de forma más abrupta, los precios internacionales del trigo se dispararon desde mediados de agosto. En el mercado de futuros de Chicago pasaron del nivel de 6.9 dólares por bushel (253 dólares por tonelada) a 8.8 por bushel (323.34 por tonelada) a fines de septiembre. Estas cotizaciones se comparan con 4 dólares por bushel registrados en agosto-septiembre de 2006.

“En muy pocos días los precios del costal de harina de trigo de 40 kilos se duplicaron. Subieron de mil 800 a 2 mil 700 pesos(...) Nosotros no hemos subido el precio del pan, porque las panaderías que están alrededor no lo han hecho(...) saldríamos de competencia. Pero en un momento dado, todos tendremos que elevar precios”, señaló una microempresaria panadera del sur de la ciudad de México.

Según Eduardo Sojo, los precios del bolillo por unidad se han elevado de 1.16 pesos en enero a 1.24 a fines de septiembre, o sea “sólo ocho centavos”, y en cuanto al pan dulce, dijo a la prensa, funcionarios de la Secretaría de Economía sostuvieron pláticas con industriales del pan y de la harina de trigo, quienes manifestaron que “esperarían que ya no haya modificación en el precio del trigo durante el resto del año”.

Sojo sin una lógica clara. El secretario de Economía dijo que si hubiera un evento que suba más los precios internacionales del trigo, de inmediato Economía abriría fronteras para que los industriales de la harina importaran el grano a precios más baratos.

Como si el trigo que México importa pudiera mantenerse barato, por alguna razón mágica.

Lo que al parecer desconoce Sojo son las condiciones del mercado internacional, el cual muestra que sequía en regiones exportadoras --el norte de Europa, Australia y Argentina-- ha reducido rendimientos y cosechas.

Los precios del trigo están en sus máximos históricos y van de la mano en su tendencia alcista con otros granos como cebada, sorgo y el propio maíz. Todos son influidos por la demanda de maíz para generar etanol, y en México ya están reflejando consecuencias en alzas en pollo, huevo, carne y pronto en pan.

El año comercial del trigo 2007-2008 (julio-junio) registrará una producción de 607 millones de toneladas, mientras que el consumo será de 614 millones. Y los inventarios mundiales del cereal han caído “dramáticamente” en los últimos tres años de 140 millones de toneladas a 111 millones. Todo lo cual apunta a que los precios sigan su línea alcista, según el Consejo Internacional de Granos.