Usted está aquí: jueves 11 de octubre de 2007 Opinión Incongruencias sobre el tabaco

Octavio Rodríguez Araujo

Incongruencias sobre el tabaco

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calculaba en 2000 que había mil 100 millones de fumadores en el mundo, y suponía que menos de la mitad (500 millones) “podrán eventualmente morir a causa del tabaco”. De esta última cantidad, la OMS afirmaba que en ese mismo año aproximadamente 4 millones de personas morirán a causa de enfermedades relacionadas con el tabaco (cursivas mías). ¿Murieron? No lo sabemos, pero démoslo por bueno. Pero si había mil 100 millones de fumadores y sólo murieron 4 millones, estamos hablando de la muerte de 0.36 por ciento de los fumadores. ¿Qué porcentaje de los adictos a las bebidas alcohólicas se muere al año? Curiosamente de esto no hay estadística. La OMS fabrica estadísticas muy raras: afirma, por ejemplo, que la primera causa de muerte entre los jóvenes mexicanos de 17 a 24 años es por accidentes viales. ¿Será? ¿Cuántos usan automóvil en el país (con más de 40 por ciento de la población por debajo de la línea de pobreza) y cuántos no?

Al mismo tiempo, señalaba que 80 por ciento de los fumadores vivían en los países “en vías de desarrollo”, precisamente donde las estadísticas son menos confiables, cuando existen. En América Latina y el Caribe, en 1997, había 101 millones de fumadores de 492 millones de habitantes en ese año; es decir, 20.5 por ciento de fumadores. Sin embargo, la misma OMS estableció que en la región señalada sólo fumaban, en 1997, 8.9 por ciento de la población, lo que nos daría un resultado muy diferente a 101 millones: casi 44 millones. Falta algo de congruencia en estos datos.

¿Cómo se establece que un paciente murió por causas relacionadas con el consumo del tabaco? Porque en la ficha clínica se puso una X en un cuadrito que dice “fuma”. ¿Fue el cigarro el que le produjo la enfermedad? Nadie sabe. Sólo en Estados Unidos, donde la medicina está mucho más adelantada que en la mayoría de los países del tercer mundo, se ha reportado que más de 30 por ciento de los pacientes han recibido diagnóstico equivocado o medicamentos equivocados o fuera de tiempo. ¿Qué podemos esperar de una clínica en Angangueo, Michoacán, y de miles de ciudades pequeñas como ésta? ¿Ese paciente con cáncer de vejiga que fumaba murió por fumar? Las causas más frecuentes del cáncer de vejiga son el contacto con anilinas, los parásitos, infecciones repetidas y tabaco. Y en el caso de cáncer de laringe, ¿fue por fumar o por beber alcohol? Si el paciente fuma y bebe alcohol con frecuencia, ¿cómo sabe el médico con precisión cuál fue la causa? Y también puede ser por papilomatosis de la laringe que se extienda a los pulmones. Y así podría poner decenas de ejemplos. Hay más de 100 cánceres posibles diagnosticados. ¿En cuántos de ellos juega un papel preponderante el consumo de tabaco y en cuántos es el único determinante? Ni siquiera en el cáncer de pulmón, ya que no en todos los casos se debe al consumo de tabaco.

Los diagnósticos de enfermedades, por lo que se refiere a sus causas, son imprecisos, y en general se basan en correlaciones: si tengo dos pacientes con cáncer de pulmón y uno fuma, pero el otro no, el estadístico concluye que 50 por ciento de los casos de cáncer de pulmón se deben al cigarro. Error, pues ambos pueden deberse a razones genéticas. Pero las campañas en contra del consumo de tabaco, tan de moda en los últimos años, usan el dato no comprobado para sus fines. ¿Nadie se ha preguntado por qué hace 40 años no había campañas contra el cigarro o por qué antes se fumaba en todos lados (incluso en los hospitales y en los cines) y nadie se quejaba? A lo sumo alguien se cambiaba de lugar en el salón de clase, en el cine o en el restaurante.

En México la esperanza de vida era, en 1970, de 61.3 años, en 1985 de 66.6 años, de 1995 a 2000 de 72.5, y en los últimos años de 73.4 años. ¿Cuál ha sido la ganancia de prohibir el consumo de tabaco, que en México se iniciara a finales de los 90 todavía con mucha flexibilidad? En Estados Unidos, donde se inició mundialmente la campaña en contra del tabaco, la esperanza de vida era en 2005 de 77.1 años, en España y Francia, donde hace unos tres años se podía fumar en casi todos lados, la esperanza de vida era, en el mismo año, de 79.3 y 79.0 respectivamente. En China, donde en 2000 según la OMS fumaban 69 por ciento de los hombres entre 15 y 69 años, la esperanza de vida era de 71 años (muy buenos para un país con tantos pobres y miserables). No hay ninguna consistencia, y menos si no se correlacionan otros factores como el aumento o escasez de médicos y clínicas por número de habitantes, los avances en los medicamentos y en los equipos de diagnóstico, la alimentación, la tecnología en los transportes, etcétera, etcétera.

El colmo de las exageraciones y de las inconsistencias se ha dado ahora en el Distrito Federal: quieren emular la histeria antitabaco de California, Estados Unidos, sin ofrecernos a cambio la calidad de vida de ese estado. Y, además, con argumentos más propios de un merolico que de un diputado (¿o así serán los diputados?), el presidente de la Comisión de Salud de la ALDF declaró lo siguiente: “tres de cuatro personas se encuentran expuestas al humo del tabaco, generándoles padecimientos a su salud mayores a los que sufren los fumadores.” (La Jornada, 4/10/07. Las cursivas son mías). Esta estupidez, además de inconsistente aritméticamente, sólo se le puede ocurrir a alguien que no piensa y que mal leyó algo por ahí sobre los “fumadores pasivos” (ninguno de los siete miembros de la Comisión de Salud de la ALDF es experto en el tema). Y con base en estos descabellados argumentos es que quieren prohibir el consumo de tabaco en casi todos lados. ¿Y por qué no prohíben, de una vez, el consumo de bebidas alcohólicas que es más peligroso socialmente que el tabaco? El alcoholismo destruye a la familia, el tabaco no; el alcoholismo favorece accidentes de tráfico, el tabaco no; el alcoholismo provoca ausentismo y bajo rendimiento en el trabajo, el tabaco no. ¿Le sigo con riñas, violaciones, homicidios, etcétera? En México hay aproximadamente 6 millones de personas que consumen alcohol en exceso y alrededor de 65 por ciento de la población entre 17 y 65 años ha consumido o consume bebidas alcohólicas de manera habitual. ¿Y que se hace al respecto, como política de salud? Nada. Pero la moda es el antitabaquismo. Fumar, como tantas cosas, hace daño, pero no exageren.

Más argumentos sobre el tema, pueden verse en http://www.jorgevalin.com/artic/fumar_Araujo.htm.

 
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