Debe convertirse en el cerebro bibliotecario del país, que no sea una más en el DF, instan

Bibliotecarios y expertos llaman a rescatar el proyecto de la Vasconcelos

De la redacción

Bibliotecarios e investigadores que participaron en el séptimo Congreso Nacional de Bibliotecas, celebrado este fin de semana en Tlaquepaque, Jalisco, coincidieron en la necesidad de defender el proyecto de la Biblioteca Vasconcelos con el fin de que se convierta en el “cerebro bibliotecario del país y no sea una biblioteca más de la ciudad de México”.

Catalina Naumis, investigadora del Centro Universitario de Investigaciones Bibliotecológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), convocó a los bibliotecarios del país a defender el proyecto vanguardista que alentó la construcción de la Biblioteca Vasconcelos del embate del “amarillismo periodístico” y el “analfabetismo” de algunos legisladores que convirtieron su accidentada apertura en 2006 en un pleito político y se preocuparon “más por las goteras que por los libros”.

La especialista propuso que la megabiblioteca sea vista como el “corazón de las bibliotecas públicas” y su edificio “como un emblema de la rica tradición de arquitectura bibliotecaria que tiene México desde tiempos lejanos. Hay que arreglarla, reabrirla y seguir adelante, porque la Biblioteca Vasconcelos puede ser el detonador de nuevos proyectos bibliotecarios de México que contribuyan a la preparación de los bibliotecarios del futuro”.

Durante el panel de análisis y debate ¿Cuál es el futuro de la Biblioteca Vasconcelos?, el director general de Bibliotecas del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), Federico Hernández Pacheco, señaló que la Vasconcelos será “institución central facilitadora y promotora de la Red Nacional de Bibliotecas”.

En su turno, José López Yepes, vicedecano y catedrático de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, España, sugirió que la Biblioteca Vasconcelos podría ser una institución de estudios superiores de posgrado que otorgue maestrías y doctorados en bibliotecología y edite libros especializados para bibliotecarios.

Propuso que la biblioteca ubicada en Buenavista funcione como centro de documentación nacional bibliotecario, punto central de enlace con la red internacional bibliotecaria y asuma el liderazgo de la Red Nacional de Bibliotecas.

Por su parte, Filiberto Felipe Martínez Arellano, director del Centro Universitario de Investigaciones Bibliotecológicas de la UNAM y presidente de la sección de América Latina y del Caribe de la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas, dijo que la Vasconcelos debe convertirse en la cabeza del proceso de desarrollo electrónico de la red nacional y en una biblioteca modelo en la que se investigue, evalúen, experimenten y diseñen nuevos modelos de biblioteca en el país.

Adolfo Rodríguez Gallardo, coordinador del programa de maestría y doctorado en bibliotecología y estudios de la información de la UNAM, agregó que la megabiblioteca puede ser un centro nacional de coordinación y experimentación, el cual, sin competir con la Dirección General de Bibliotecas del CNCA, ni con la Biblioteca Nacional y el Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM, aporte soluciones prácticas a las necesidades de los más de siete mil recintos bibliotecarios de la red nacional.

El investigador universitario coincidió con la propuesta de Yepes de que la Vasconcelos realice una labor editorial para bibliotecarios, que acoja diversas funciones y no se quede en una biblioteca más de la ciudad de México, pues sería “muy grave que ello ocurriera”.

El presidente de la Academia Mexicana de Bibliografía, Robert Endean Gamboa, también lamentó “la gran cantidad de mentiras, chismes, boberías y pleitos de política y de policía” en torno del recinto de Buenavista, y propuso que sus responsables perseveren en el “proyecto magno” que le dio vida.

“Siendo amantes de los libros y bibliotecarios, no podemos oponernos a la Biblioteca Vasconcelos, ni a los fines para los que inicialmente fue pensada. Debe convertirse en una biblioteca central, en un laboratorio de tecnología de información moderna que propicie la investigación, que sea motor de la Red Nacional de Bibliotecas y que dé cursos sencillos y especializados de bibliotecología.

“Ojalá pudieran visitarla alcaldes, gobernadores y legisladores de todo el país para que vean cómo es una biblioteca y cuando vuelvan a sus entidades traten de reproducirla”, agregó Endean Gamboa.

A la defensa que los especialistas hicieron de la Biblioteca Vasconcelos en este encuentro se sumaron bibliotecarios de Tlaxcala, Jalisco y Durango. Guadalupe Rangel, de la Biblioteca Central de Tlaxcala, llamó a sus compañeros “a defender la Vasconcelos de ataques injustos y hacerla crecer para que sirva a otras bibliotecas del país”.

Helen Ladrón de Guevara, asesora del proyecto de nueva Biblioteca Central de Jalisco Juan José Arreola, propuso que se realice una encuesta a usuarios, lo más amplia posible, por edades y niveles educativos, para acercar el proyecto de futuro de la biblioteca a lo que aquéllos desean de sus funciones, servicios y propuestas.

El director de la Biblioteca Central de Durango, Óscar Jiménez, propuso una campaña nacional de concientización, “para revalorar e informar detalladamente en qué consiste su propuesta”.