Usted está aquí: lunes 15 de octubre de 2007 Sociedad y Justicia Aprender a Morir

Aprender a Morir

Hernán González G.
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Entre dolor y libertad

Dice Guillermo Herbert: “Por algún motivo llegó a mi correo algo que escribes en Internet (sic) y que se titula ‘Aprender a Morir ¿La Muerte como enemiga?’, tema controvertido a la fecha y en donde cada quien tiene derecho a opinar y pensar como mejor le convenga; sin embargo, no se puede juzgar a todo el gremio médico y decir que tiene una idea equivocada o una deficiente formación, según palabras del maestro José Carreras Ferrera (sic) (maestro de qué o de quién), porque no estamos a favor de matar a un paciente para evitar su sufrimiento y pones sólo una causa de ese sufrimiento que es el dolor, quizá por ser el más alarmante o llamativo (sic) para el vocabulario popular o para el poco conocimiento de medicina de la gente.

“No tengo idea de qué profesión tengas pero creo entender que no eres médico, porque de serlo sería lo primero que te daría orgullo poner antes que tu nombre, además, supongo que no eres creyente, para lo cual tienes todo el derecho de ser y profesar las creencias que quieras; la medicina desde su origen hasta la fecha no tiene religión, es una ciencia.

“En ningún libro, revista, folleto o literatura médica vas a encontrar que la medicina se ejerce de acuerdo a la religión; para todos los médicos, y digo todos los buenos médicos, sólo existe un ser humano que requiere de atención tanto en la salud como en la enfermedad, y sobre todo lo que supongas o creas, desde el primer día de clases de medicina estás enterado de qué es la muerte y cómo debes afrontarla, pero lo más importante es que aprendes a cómo ayudar a un paciente a salir adelante de un proceso tan trágico (sic) como la muerte; el sólo nombrarle esa opción al paciente es terminar con toda expectativa. No existe noticia más desgarradora para un paciente que su única opción es la muerte; sin embargo, ninguna de las especies que habita la Tierra mata a sus miembros... El dolor no es una excusa para matar a alguien, así sea por la peor de la enfermedades; existen todos los medicamentos (sic) que quieras para quitarle el dolor.

“La ignorancia es atrevida, decía un gran maestro mío y éste sí era médico. Desde la formación del médico se nos enseña lo que es la muerte (sic) y existe una rama de la ciencia médica (sic) que se dedica a estudiar sólo esa fase del ser humano: se llama tanatología. Te recomiendo cualquier libro en relación a esta materia para poder entender la importancia de la muerte para el ser humano...

“A tu pregunta (sic) de ¿quien eres tú para quitarle la vida a alguien?, te respondo: tú no eres nadie para eso y mucho menos otro ser humano. Y a tu respuesta con pregunta ¿Tú quién eres para dejar a ese ser al que supuestamente amas hundido contra su voluntad en la devastación, el sufrimiento y la desgracia?, dos palabras para tu infame (sic) pregunta: soy médico y hasta su último latido y respiro tengo la obligación y la convicción de ayudar a un ser humano a tener una muerte digna, no a matarlo”, concluye satisfecho el doctor Guillermo Herbert.

 
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