Usted está aquí: martes 16 de octubre de 2007 Cultura “La piratería editorial rompe los cimientos de una industria cultural nacional”, alerta escritor

El sevillano Manuel Pimentel da a conocer en México su libro Manual del editor

“La piratería editorial rompe los cimientos de una industria cultural nacional”, alerta escritor

Mónica Mateos-Vega

La piratería de libros significa un daño tremendo al mundo de la cultura, por tanto, “no hay que ser nada complacientes a la hora de combatir ese delito”, considera el escritor Manuel Pimentel (Sevilla, 1961), quien se encuentra en México para dar a conocer su libro Manual del editor: cómo funciona la moderna industria editorial (Editorial Berenice).

En entrevista con La Jornada, el también presidente del grupo editorial Almuzara, considera que la piratería es, simple y llanamente, “un robo gravísimo”.

No obstante, lamenta que existan países y legislaciones que no lo consideren así: “No sólo es un robo para el editor y el autor; en general, la piratería descapitaliza la fuerza creadora de un país.

“Si en México se piratean muchos libros no se puede mantener una industria editorial potente, se pierde la fuerza de promoción, pues en el fondo se trata de un robo a un bien cultural común. A veces escucho que argumentan que la piratería es una forma de favorecer la lectura, pero no es cierto, es un ataque directo a la creación nacional de cualquier país.”

Pimentel señala que en España existen ordenamientos, como el de la propiedad intelectual, que tratan de combatir la copia ilegal de obras escritas, “supongo que México tendrá leyes similares. La cuestión es que se cumplan, que se persiga y se castigue a los piratas. Conozco a muchos escritores mexicanos que se quejan de que aquí no existe una industria editorial potente. ¿Cómo la van a tener si la piratería golpea a todos, a editores de dentro y de fuera?

“Los editores de fuera vendemos en otros países, y no hay tanto problema, pero los editores mexicanos básicamente están siendo golpeados mucho en su capacidad creativa y funcional. Por eso, no se puede ser nada complaciente con ese cáncer. Las autoridades deberían ser implacables, como lo son ante cualquier otro delito.

“La piratería es un delito que tiene doble componente: por una parte, se afecta la economía del editor, del autor y del librero, pero por otra rompe los cimientos de una industria cultural nacional, eso es lo más grave, pues ésta debe ser parte de los grandes activos de un país, la encargada de llevar ideas a los lectores, de mimar y apoyar a los creadores.

“En una sociedad del conocimiento, la materia que vendemos cada día es menos material, la cultura es muy importante, por eso, reitero, no existe ninguna excusa para desvalorar el grave daño que ocasiona la piratería.”

Beneficioso, el precio único del libro

Pimentel, editor y articulista en varios periódicos de España, dijo que, de acuerdo con su experiencia, “el precio único del libro favorece al librero, sobre todo al pequeño y a la red de librería medias, pues éstas nunca pueden competir con las políticas de ofertas de las grandes cadenas.

“El precio único ayuda a sobrevivir a un entramado de librerías pequeñas y medias; simplifica mucho los procedimientos electrónicos de gestión y facilita el pago a los autores. Es un sistema, en su conjunto, positivo, que beneficia al sector.

“En el mundo de los libros no queremos ayudas públicas, como sucede en la industria del cine. Sólo pedimos algo sencillo, el precio único, para poder mantener pequeñas librerías. Es algo que al Estado no le cuesta dinero y que a la larga permite que la cultura esté más al alcance de los ciudadanos.”

El libro Manual del editor: cómo funciona la moderna industria editorial, de Manuel Pimentel, será presentado hoy a las 19 horas en la librería Gandhi (Miguel Angel de Quevedo 121, San Angel). Participa Martín Solares.

 
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