Usted está aquí: martes 16 de octubre de 2007 Política Busca Fritz Glockner recuperar la historia negada de la guerrilla

Lanza libro en la feria internacional de Monterrey

Busca Fritz Glockner recuperar la historia negada de la guerrilla

David Carrizales (Corresponsal)

Monterrey, NL, 15 de octubre. Nunca hemos dejado de tener guerrillas en México. Desde el siglo XIX han existido movimientos que buscan reivindicaciones sociales, pero el Estado siempre niega su existencia, insiste en calificar a sus actores de delincuentes comunes, sin atender las causas que los orillaron a tomar las armas, expuso el historiador Fritz Glockner.

Al presentar su nuevo libro Memoria Roja: historia de la guerrilla en México 1943-1968, dijo Glockner que su obra no es una historia de cadáveres, sino de los fantasmas históricos que han existido desde el siglo antepasado y es un esfuerzo por recuperar la historia negada.

Agregó que de alguna u otra manera, las guerrillas no han acabado, han tenido sus etapas de surgimiento y de acción; las más recientes en 1994, con la movilización zapatista de Chiapas; y lo que hemos vivido en los últimos meses con las acciones del Ejército Popular Revolucionario (EPR) en los estados del centro y sur del país.

Glockner agregó que esta obra que presentó en la Feria Internacional del Libro de Monterrey es un intento de rescatar y buscar la verdad sobre los grupos armados que se dan en México con la irrupción del movimiento campesino de Rubén Jaramillo y que tendrá una continuidad en Chihuahua cuando la gente de Arturo Gámiz García y Pablo Gómez Ramírez, optan por las armas, en respuesta a todas las agresiones del Estado mexicano frente a las solicitudes de legalidad que presentaban; Jaramillo en Morelos para exigir el cumplimiento de acuerdos en el ingenio de Zacatepec; Gámiz y Gómez, frente a los madereros de Chihuahua.

En este libro, agregó, se viene a demostrar cómo la agresión fundamental venía del Estado y no de aquellos que decidieron tomar las armas en un momento dado de su vida, porque en todos los años de las décadas de los años 40 a los 60, la gente que toma las armas lo hace en defensa de su vida, por exigir justicia o legalidad.

Expuso que el Estado mexicano logró ocultar y nunca le dio carácter de problema social a estos grupos, pues con todo su aparato posicionó la idea de que se trataba de delincuentes comunes, “robavacas”, como se calificaba a Rubén Jaramillo, Genaro Vázquez y Lucio Cabañas, en la prensa de aquella época.

Esta obra, agregó Glockner, “me llevó 25 años de pepenar datos de servilletas, documentos, testimonios” de todo tipo de fuentes, pues lo mismo acudía a archivos de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), del Ejército Mexicano, que al testimonio oral de los sobrevivientes o sus familiares.

Aclaró, sin embargo, que no podía aceptar la idea de que todo lo que encontró en una parte fuera la absoluta verdad, pues “ha sido un error constante creer que los documentos de la DFS fueran la neta de las netas, sobre todo tomando en cuenta que se trata de un archivo policiaco, no de tipo histórico, que pretendiera perpetuar la memoria”.

Y fueron datos que se obtuvieron muchas veces con base a la tortura, y tenían el propósito de obtener información para “romperle la madre al detenido” y capturar a otros contactos.

Igualmente tomó con reservas las informaciones periodísticas, lo mismo las que denostaban como las que simpatizaban con el movimiento. Comentó “toda la información e investigación tuve que pasarla por una depuración, incluyendo la que proporcionaron los sobrevivientes, pues como estaban acostumbrados a una clandestinidad, su testimonio puede verse parcializado”, concluyó.

 
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