Usted está aquí: miércoles 17 de octubre de 2007 Economía Tras intensas pujas, otra vez quedó en el aire la venta de Aeroméxico

La acción de la aerolínea subió 16.93% en una jornada y se ubicó en 2.21 pesos

Tras intensas pujas, otra vez quedó en el aire la venta de Aeroméxico

El IPAB atribuyó tempranera victoria a los Saba

Los dos contendientes reaccionaron por horas y hasta por minutos

El proceso podría extenderse hasta el 15 de noviembre

Víctor Cardoso y Juan Antonio Zúñiga

El plazo para culminar la venta de Aeroméxico, uno de los últimos activos que le quedan por desincorporar al gobierno federal, nuevamente quedó en el aire.

Luego de una intensa jornada de pujas, en la que el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) había dado una tempranera victoria a la familia Saba, estos inversionistas quedaron rebasados por una propuesta de 2.2508 pesos por acción realizada por el otro grupo interesado que encabezan José Luis Barraza González y Banamex, la marca en México con la que opera el estadunidense Citigroup.

Pero por la noche, a las 21:28 horas, los Saba presentaron una nueva oferta que representará el pago de 2.33 pesos por acción de Aeroméxico. Esto representa un total de 2 mil 312.31 millones de pesos para quedarse con la aerolínea, equivalentes a unos 210 millones de dólares. Esta nueva propuesta tendrá una vigencia de 20 días hábiles, con lo que el proceso podría extenderse hasta el 15 de noviembre.

Fue una jornada de giros y suspenso sobre el destino de Aeroméxico. Los dos pretendientes de la compañía aérea reaccionaron por horas, y hasta por minutos, en contraofertar por una empresa que hasta el 4 de septiembre pasado no se pagaba en más de 1.45 pesos por cada una de sus acciones cotizadas en el mercado bursátil, y que sólo ayer remontó con una variación de 16.93 por ciento, para llegar a 2.21 pesos por título.

Pocos pensaban que con pérdidas por mil 173.7 millones de pesos en el primer semestre de 2007, Aeroméxico pudiera tener algún atractivo como negocio, pero resultó que al menos los Saba ya ofrecen más del doble, 111.8 por ciento, comparado con su primera oferta de 1.10 pesos.

Así, la que hace menos de dos meses era la muñeca fea se erigió ayer casi en la última chela del estadio, y el IPAB, propietario de 45.37 por ciento de la principal aerolínea del país, tuvo que dar dos fallos parciales en los que declaró ganador a cada uno de los dos pretendientes. Pero incluso así, todo quedó en suspenso.

A las 11:16 horas ese organismo dio como ganadores a Moisés Saba Masri y Alberto Saba Raffoul. Informó que su junta de gobierno “resolvió aceptar la oferta de los señores Saba (1.8569 pesos por acción), por ser la que se consideró que maximiza el valor de recuperación para el instituto en el menor tiempo posible”. No obstante dejó abierta una escotilla al declarar que esa aceptación era sin perjuicio para el organismo, en el caso de que se presentara una propuesta de mayor monto.

Pero 81 minutos después el IPAB reculó, cuando el grupo de empresarios liderado por Barraza-Banamex propuso mantener un precio de 1.8686 pesos por título, más el pago inmediato y en efectivo de un bono equivalente a 38.22 centavos, con lo que elevó el valor de su oferta por Aeroméxico a 2.2508 pesos por acción, o un total de 2 mil 232.9 millones de pesos; unos 206 millones de dólares.

El IPAB justificó entonces: “Dado que la última oferta del fideicomiso (Barraza-Banamex) vence el 17 de octubre de 2007 a las 16 horas, para la determinación relativa a aceptar esta oferta, el IPAB considerará las ofertas que pudieran presentarse en este periodo con el objeto de aceptar la oferta que represente el máximo valor de recuperación determinado, en el menor tiempo posible. En caso de que durante dicho periodo no se reciban ofertas más favorables para el IPAB, se procederá a aceptar esta oferta del fideicomiso”.

Respuesta en efectivo

A las 17 horas la familia Saba instruyó a su representante legal, Antonio Franck Cabrera, para anunciar que “el IPAB no aceptó otra oferta más que la nuestra”, aunque para amarrar la operación anunció que sus representados presentarían una nueva propuesta, superior a los 2.2508 pesos por acción de sus rivales, porque “creemos en el dinero…Llevamos muchos meses evaluando esta compañía y queremos tenerla”.

Con esta respuesta, la familia Saba abrió la posibilidad de que el proceso de venta de Aeroméxico se prolongue 20 días hábiles, contados a partir de hoy, cuando oficialicen su nueva oferta ante la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, la Bolsa Mexicana de Valores y el IPAB.

Esto, porque la oferta anterior, que empezó el 22 de agosto con una propuesta de 1.10 pesos por acción, venció a las 12 horas de ayer, y de acuerdo con la Ley del Mercado de Valores es necesario abrir un nuevo procedimiento de compra antes de las 16 horas de hoy, cuando concluya el plazo establecido en la propuesta de los empresarios encabezados por Barraza-Banamex.

Tercero en discordia

Mientras tanto, el grupo Mexicana de Aviación, que ofreció pagar 2.19 pesos por título, unos 200 millones de dólares, no quiso quedar fuera del proceso y emitió desde temprana hora un comunicado donde alegó que su descalificación por parte de la Comisión Federal de Competencia (CFC) “no ha sido notificada en su contenido” a este competidor.

En la misma información, Grupo Mexicana dio a conocer su decisión de impugnar la decisión de la CFC para mantenerse en la puja por Aeroméxico, que tal y como están las cosas podría decidirse en las próximas horas, o hasta el 15 de noviembre de este año.

 
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