Usted está aquí: miércoles 17 de octubre de 2007 Sociedad y Justicia Se tiran en México 40 millones de toneladas de comestibles cada año

No hay nada que celebrar; persiste la pobreza: grupos campesinos

Se tiran en México 40 millones de toneladas de comestibles cada año

Matilde Pérez U.

Para lograr que el derecho a la alimentación sea efectivo en toda la población se debe crear un fondo de rescate para impedir que cada año se tiren 40 millones de toneladas de alimentos, advirtió Ricardo Bon Echavarría, consejero de la Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos.

En el contexto de la celebración del Día Mundial de la Alimentación, presidida por el titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, Alberto Cárdenas Jiménez, y Margarita Zavala, presidenta del Consejo Consultivo Ciudadano del DIF, Bon Echavarría sostuvo que si el gobierno rescatara al menos 3 millones de toneladas de los comestibles que se tiran se podría alimentar a 20 millones de personas, considerando un consumo de 150 kilos per cápita.

Cárdenas Jiménez dijo que en la última década se han revertido las condiciones de pobreza en el país y que la producción de víveres supera casi dos veces el crecimiento de la población. “La falta de alimentos es una de las vergüenzas más grandes y un atentado contra la dignidad humana”; por eso la determinación de la actual administración es elevar la productividad y reducir la importación de éstos.

Agregó que la disponibilidad de fruta es de 164 kilos por persona, 19 más que hace una década; 100 de hortalizas; 50 de carne y 21 de huevo. Sin embargo, advirtió, el reto es revertir la tendencia de caída en la producción de leguminosas, legumbres y atún, así como redefinir las estrategias de producción, ya que las ventajas comparativas por clima y ubicación geográfica de México ya no son suficientes.

Antes, Norman Bellino Merino, representante en México de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), recordó que uno de los objetivos de Desarrollo del Milenio, al que se sumó México, es reducir a la mitad la proporción de personas en pobreza extrema y hambrientas. “Dar alimento a quienes carecen de él, más que una obligación moral o un acto caritativo, es un derecho”, el cual se refleja con mayor frecuencia en las constituciones, textos legislativos, reglamentos y estrategias de los gobiernos, pero aún hay 854 millones de personas que duermen con el estómago vacío. Pero liberar del hambre a la humanidad es responsabilidad de todos, no sólo de los gobiernos, asentó.

Por su parte, grupos del Consejo Nacional de Organizaciones Campesinas (Conoc) sostuvieron que en el país no hay nada que celebrar, pues luego de 11 años de que se sumó al compromiso de reducir el hambre y la pobreza, ambas se han incrementado.

En México, dijo Víctor Suárez Carrera, director de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo, la desnutrición aumentó 10 por ciento respecto a 2002, y según la Secretaría de Desarrollo Social, 20 por ciento de la población padece hambre, es decir uno de cada cinco mexicanos no tiene alimentos, pero dicho indicador se incrementa a 40 por ciento en la población rural y a 60 en la indígena.

 
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