Usted está aquí: miércoles 17 de octubre de 2007 Sociedad y Justicia Cumple México “en parte” los objetivos para reducir la pobreza, dice el PNUD

Urge combatir la disparidad en el desarrollo de personas, grupos y regiones

Cumple México “en parte” los objetivos para reducir la pobreza, dice el PNUD

Es tiempo de que el gobierno cambie la lógica de los programas de desarrollo social

Gabriel León Zaragoza

Ampliar la imagen Integrantes de la Comisión Nacional Democrática protestaron ayer frente a la Secretaría de Hacienda contra el gasolinazo y la reforma fiscal que entrarán en vigor el próximo año Integrantes de la Comisión Nacional Democrática protestaron ayer frente a la Secretaría de Hacienda contra el gasolinazo y la reforma fiscal que entrarán en vigor el próximo año Foto: Cristina Rodríguez

El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) consideró que las estrategias aplicadas en México para reducir los indicadores de pobreza han logrado su objetivo “en parte”.

Asimismo, destacó que la tarea más importante y pendiente de atender es la desigualdad poblacional, donde tiene que haber un replanteamiento de los programas vinculados con el desarrollo social y poner un marcha una economía activa y generadora de empleos.

El organismo internacional advirtió que es urgente “combatir en México la disparidad en los niveles de desarrollo entre personas, grupos y regiones. El reto más importante es cerrar las brechas, porque la desigualdad es uno de los frenos para el crecimiento de largo plazo en cualquier país, y es el gran reto de América Latina y México”, destacó.

En el contexto del anuncio del arranque de la campaña Alza la voz (un llamado social a los gobiernos para que cumplan con los Objetivos de Desarrollo del Milenio), el coordinador ejecutivo sobre el informe de desarrollo humano del PNUD, Alfredo González, consideró que es tiempo de que el gobierno federal cambie la lógica de sus programas de desarrollo social y piense en criterios que vayan más allá de esquemas específicos de atención, “en los que se tenga muy claro para qué sirve cada uno”.

Señaló que como principio general, la administración federal tiene que pensar que los programas sociales no son respuesta de largo plazo para el crecimiento y desarrollo de los países, sino estrategias que responden a las necesidades de ciertos grupos de población.

“Deben resolverse las necesidades inmediatas que tratan de integrarlos a la dinámica económica y mejorar sus condiciones de vida, pero sobre todo tienen que intentar equiparlos para eventualmente integrarse a la vida productiva”, agregó en entrevista.

Dijo que un asunto complementario que debe llevarse a cabo es animar la vida productiva del país, con medidas como “activar la economía y generar empleos, para que todas las personas que reciben estos programas tengan un mercado laboral al cual integrarse y volverse productivas en sí mismas”.

Pobreza extrema

Apuntó que en los últimos años ha habido una disminución en los niveles de pobreza nacional (la cifra más reciente de 2005 es que la proporción de la población en pobreza extrema es de 18.5 por ciento), pero “el asunto en el país, que es de ingreso medio y cuyos indicadores en general pueden parecer en promedio con buenos avances, es la desigualdad, que tal vez en México, como en América Latina, es un problema importante a vencer. No sólo se trata de desigualdad entre hombres y mujeres, sino entre regiones y de indicadores”, refirió.

Sostuvo que con base en datos de desarrollo humano del PNUD (que se ocupa del ingreso, la educación y la salud), en el país el menos favorecido es el rubro referente a la desigualdad, “en términos de la posibilidad de generar los ingresos necesarios para una vida digna, y es el que se encuentra con mayores distancias”. Señaló que “los indicadores de pobreza han ido mejorando, pero la tarea más importante que queda es la de la desigualdad”.

Por otra parte, expuso que otro reto en México es la transición epidemiológica que se vive en este momento, “según la cual estamos entrando a una etapa en la que combinamos enfermedades de primer mundo, con una parte de la población con elevada incidencia de diabetes y obesidad, y otra del segundo, con padecimientos de la pobreza o infecciosos”.

Advirtió que esto implica un reto doble para México, “porque no hemos logrado contener por completo o eliminar la incidencia de ciertas enfermedades, y al mismo tiempo nos están llegando otras, lo cual probablemente tenga que ver con la situación de desigualdad en el país. En todo caso, es un reto para la política pública, cosa nada fácil”.

 
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