Usted está aquí: jueves 18 de octubre de 2007 Opinión Astillero

Astillero

Julio Hernández López
Fax: 5605-2099 • [email protected]

Política de diván

Chente de atar; Los Pinos sufre

Cárdenas y Godoy, reconocibles

Narro: farsa continuista en la UNAM

Ampliar la imagen Fotograma tomado del video de la entrevista realizada en Telemundo a Vicente Fox Fotograma tomado del video de la entrevista realizada en Telemundo a Vicente Fox

A) El cuadro mental descompuesto de Vicente Fox al ser entrevistado en Telemundo, y la acumulación de evidencias de sus pillerías y trastupijes, tienen contra la pared a los ocupantes actuales del Poder Ejecutivo federal (donde el corrido del Hijo Desobediente nomás es canto). Enconchados durante un año a causa del complejo de ilegitimidad de origen que los afecta, los estrategas de Los Pinos reaccionan tibiamente, con coscorrones indirectos como la cancelación de los comodatos con que el Estado Mayor Presidencial sirvió de tapadera de cohechos para quien como gobernador de Guanajuato ayudó a General Motors para la instalación de una planta en Guanajuato y, como presidente, a los mismos propósitos en San Luis Potosí, con ayuda económica, regalo de terrenos y maromas fiscales descaradas. Otro roce con el pétalo de una declaración se ha dado cuando uno de los niños de la familia feliz, Germán Martínez, se ha atrevido a hablar de que Fox dejó “algunos pendientes” en sus cuentas públicas, cuando el propio compañerito de banca de Calderón fue secretario de la función pública y debió investigar y castigar esas irregularidades.

B) En el colmo del oportunismo y la desmemoria, muchos “comunicadores” que todavía unos días atrás defendían la “honradez” de Vicente Fox, y se mostraban “extrañados” ante añejas acusaciones de corrupción, ahora se aprovechan de una entrevista hecha en el extranjero por Rubén Luengas para “descubrir” en el Manco de Boca del Río una conducta grosera, vulgar, clasista y sicótica que, desde luego, “nunca se conoció” en México, porque esos periodistas y entrevistadores nacionales se portaron serviles y obsequiosos en sesiones previamente arregladas y aceitadas en las que todo salió bien, absolutamente bien, para la sonriente y encantadora pareja de Los Pinos. Dentro de seis años, esos mismos encubridores con micrófono y libreta habrán de sorprenderse con las pillerías, la ilegitimidad y las descomposturas mentales que, en estos momentos, de manera acomodaticia festejan y defienden.

C) El sicoanalista José Antonio Lara Peinado, que ya ha hecho llegar otros estudios a esta columna, diagnostica: “La crisis mental de Vicente Fox, en un programa de televisión, muestra cómo la política es una de las profesiones preferidas por muchos sujetos de estructura perversa-sociopática. Además, exhibe elementos que estudiantes y profesionales de la salud mental deben tomar en cuenta: 1) Un personaje con delirios de grandeza estallará ante quien atente contra ese delirio, que como tal le hace ver un mundo que no existe; 2) Un personaje mitómano estallará ante quien le demuestre lo contrario; 3) Las palabras utilizadas por un enfermo, tal cual se observó en la entrevista, tienden a intimidar al otro, a acusarlo, a minimizarlo (llama viejito al periodista), a ofenderlo, de tal manera que apareció el dictador que muchos políticos llevan dentro, y, 4) La portada del libro de Fox, presentada en la entrevista, no hace sino dar cuenta del trastorno narcisista en el cual vive: sentado en el falo de una silla grande, grande, el sujeto enfermo se erige como un monumento hueco y vacío, que encontró en el poder un detonador para su enfermedad. Estos puntos hay que tomarlos en cuenta en la clínica pues, al paso que vamos, los periodistas que intenten un ejercicio honesto tendrán que tomar algún seminario para entrevistar a pacientes sicóticos. En todo caso, Fox debe reclamarle a su médico, pues cuando falla el medicamento aparece la enfermedad”.

D) El hijo del general Lázaro Cárdenas (y padre del actual gobernador de Michoacán) ha lanzado un golpe directo al eje discursivo de un tabasqueño que en ciertos momentos fue como su hijo político. Dice Cuauhtémoc Cárdenas que “hay que reconocer” a Felipe Calderón como presidente, pues esa es una “realidad” que se muestra de varias maneras; “de hecho, está reconocido por todos los sectores de la sociedad”. Las maniobras que buscan mantener a Michoacán como coto familiar (y, para ello, nada mejor que ofrecer a Calderón un perredismo complaciente) tuvieron otro momento estelar con Leonel Godoy Rangel, candidato a suceder a L.C. Batel, quien dijo que “es evidente que se estaría mal de sus facultades mentales para no aceptar que Calderón es el presidente de México, ¡punto!”

E) La culminación del rectorado de relaciones públicas de Juan Ramón de la Fuente pasa por homenajes y elogios, debidamente promovidos en los medios, y por la imposición –disfrazada de consulta a la comunidad– de José Narro Robles, predestinado a que una junta de notables, controlada por quien nombró a buena parte de ellos, lo designe sucesor. Ante el pasmo existente en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pintado de “democracia” a partir del revuelo manipulado de los “aspirantes” oficiales en “campaña”, un grupo de universitarios ha propuesto a Luis Javier Garrido para que busque la rectoría. Es imposible que prospere tal iniciativa, pues José Narro es el heredero designado (y a la hora de redactar esta columna ni siquiera se sabía si el maestro Garrido aceptaría la invitación), pero un aire de decoro surca el máximo campus del país cuando hay aunque sea una pequeña resistencia a la farsa continuista.

F) Calderón paga dos deudas con el pasado: se reconcilia post mortem con Carlos Castillo Peraza (otro de sus padres políticos con el que acabó peleado), a quien le consiguió, mediante la bancada del PAN, la medalla Belisario Domínguez, aunque con ello dividiera al Senado por primera vez en una ceremonia similar, pues el PRD votó en contra y no aceptó la presencia en la cámara del licenciado F.C. (otra vez el sol azteca “protestará” dejando el campo libre). Además, salda deudas de campaña asignando, con desaseo manifiesto, Aeroméxico a Banamex, representado éste por José Luis Barraza, el empleado de empresarios que dio la cara en la guerra sucia de 2006 contra López Obrador. ¡Hasta mañana, mientras los panistas de Guasave, Sinaloa, corean “¡voto por voto, casilla por casilla!”, inconformes con resultados electorales!

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.