Usted está aquí: sábado 20 de octubre de 2007 Capital Sin justificación, intervino Ejército en deslave de Lago Andrómaco: Moreno

Delegación y Protección Civil niegan haber solicitado la presencia militar

Sin justificación, intervino Ejército en deslave de Lago Andrómaco: Moreno

Cuestiona el funcionario aplicación del Plan DN-III en Miguel Hidalgo y no en San Lorenzo Tezonco

Se revisará la obra, advierte; los permisos están en orden, responde Gabriela Cuevas

Alejandro Cruz y Agustín Salgado

Ampliar la imagen El desgajamiento de tierra ocurrido el jueves en una excavación ubicada en Lago Andrómaco y Lago Neuchatel, donde se edifica un estacionamiento para un conjunto habitacional, fue causado por "un mal proceso constructivo", consideraron fuentes de la Secretaría de Obras del gobierno capitalino El desgajamiento de tierra ocurrido el jueves en una excavación ubicada en Lago Andrómaco y Lago Neuchatel, donde se edifica un estacionamiento para un conjunto habitacional, fue causado por “un mal proceso constructivo”, consideraron fuentes de la Secretaría de Obras del gobierno capitalino Foto: Alfredo Domínguez

Pese a no ser un desastre natural, el Ejército Mexicano implementó el Plan DN-III en las calles de Lago Andrómaco y Lago Neuchatel, en la colonia Ampliación Granada, donde la noche de este jueves se registró un desgajamiento en una excavación de 50 metros de largo por 15 de profundidad, en la que se construye un estacionamiento como parte de las obras de un conjunto habitacional de 22 pisos, que ocasionó que tres autos cayeran en la cavidad, sin que se reportaran lesionados.

Aunque la intensa lluvia que cayó la noche del pasado jueves provocó el reblandecimiento de la tierra, y por consecuencia el deslave, éste se pudo haber evitado si se hubieran tomado las medidas necesarias para estabilizar el talud de la cavidad realizada por la empresa Atrio de Andrómaco, por lo que el accidente fue causado por “un mal proceso constructivo”, señalaron fuentes de la Secretaría de Obras del Distrito Federal.

Los rumores de que se trataba de un fenómeno natural provocaron una inusual movilización de elementos del Ejército mexicano en la zona, pues en hechos como los ocurridos en Iztapalapa, dónde un joven perdió la vida al caer en una grieta de 22 metros de profundidad, y los más de 60 deslaves ocurridos en Alvaro Obregón durante la temporada de lluvias nunca hubo despliegue militar.

El secretario de Protección Civil capitalino, Elías Miguel Moreno Brizuela, calificó como una “imprudencia” la presencia del Ejército en la zona, hizo un llamado a que “no se politice la protección civil” y señaló que él mismo pidió a los soldados, que llegaron poco antes de la medianoche del jueves, que se retiraran, “porque no hay ninguna emergencia en el lugar”.

En ese momento, los militares abandonaron el sitio, pero, dijo Moreno Brizuela, como a las siete de la mañana volvieron, por lo que “de nueva cuenta les pedí que se retiraran, pues su presencia puede dar la imagen de que sucede algo de gravedad, y en realidad la situación está controlada”.

El funcionario recordó que en la colonia San Lorenzo Tezonco, donde sí ocurrió un hundimiento de tierra por causas naturales, y no por un error humano como en este caso, el Ejército Mexicano no participó en ninguna de las labores de rescate, por lo que se le hace extraño que en esta ocasión hayan activado el Plan DN-III, cuando éste se aplica sólo en casos de desastre, según marca la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea mexicanos.

Por su parte, la delegada en Miguel Hidalgo, Gabriela Cuevas Barrón, también cuestionó la presencia del Ejército, pero acusó a la Secretaría de Protección Civil, y específicamente a Manuel Huerta, director de Vivienda en Riesgo, de haber solicitado a los militares.

A su vez, Julio Gómez, quien iba al frente de la decena de militares, aunque no dio a conocer su grado, afirmó que no es necesario que se les pida el apoyo, pues “en cuanto el Ejército sabe de alguna cuestión así, aplicamos el Plan DN-III”. Pero al ser cuestionado sobre por qué no se actuó de la misma manera en el caso de Iztapalapa, el militar solamente respondió: “lo desconozco”.

Al enterarse de la presencia del Ejército en la zona y tras comunicarse con el jefe de Gobierno, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP-DF), Joel Ortega Cuevas, se trasladó a la zona para “verificar” las condiciones del acordonamiento que desde la madrugada realizó la policía preventiva.

Ortega Cuevas, quien dejó en claro que una de las 96 facultades de los jefes delegacionales es otorgar los permisos de construcción y verificar las condiciones en que éstas se realizan, aseguró que “fue la primera región militar quien aplicó el Plan DN-III y nos llamó la atención que esto sucediera”.

Al cierre de la edición se informó que los militares abandonaron el lugar aproximadamente a las 19 horas.

Contradicciones en el futuro de la obra

Para deslindarse por la construcción del edificio en una zona donde sólo se permiten cinco niveles, Cuevas Barrón responsabilizó a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) de permitir dicha obra, al aprobar los estudios de impacto de suelo y ambiental, sin reconocer que es la delegación la que autoriza la realización de los trabajos.

Más tarde, en una conferencia de prensa, reconoció que las autoridades delegacionales concedieron la manifestación de construcción tipo C correspondiente, pero justificó que fue en la administración anterior y que dicho tramite fue firmado por Carlos Ruiz de Chávez, quien actualmente funge como director de Proyectos Estratégicos de la Seduvi.

Sobre cómo es que un edificio de cinco niveles pasó a 22, la funcionaria de nueva cuenta responsabilizó a la Seduvi, ya que para la dependencia, la zona, que es industrial, es un área con potencial de desarrollo “y aplica la norma de ordenación general número 10 referente a las alturas máximas en vialidades en función a la superficie del predio”.

Aunque Moreno dijo que la obra se suspenderá en tanto se deslindan responsabilidades y se revisa la situación legal de la misma, la jefa delegacional señaló que no se suspenderán los trabajos, pues los permisos están en regla y hasta el momento no se han detectado irregularidades, además de que no se puede afirmar que se trató de un error humano, pues eso lo determinará el peritaje que realiza la Procuraduría General de Justicia capitalina.

Debido a la lluvia y al accidente, se interrumpieron los suministros de agua potable y energía eléctrica, aunque en el transcurso del día de ayer dichos servicios se fueron restableciendo.

 
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