Usted está aquí: miércoles 24 de octubre de 2007 Capital Dio Ebrard en el IPN primeras tarjetas de apoyo al bachillerato

Critica a la derecha, que ve en los jóvenes “una amenaza”

Dio Ebrard en el IPN primeras tarjetas de apoyo al bachillerato

Ángel Bolaños Sánchez

Al iniciar la entrega de tarjetas del Programa de Estímulos al Bachillerato Universal a 22 mil 603 estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN), el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrad Casaubon, aseveró que la actual generación de jóvenes representa la oportunidad de la ciudad para tener un futuro próspero y decisivo.

En su mensaje, el mandatario capitalino respondió a los “políticos de la derecha” que lo acusan de impulsar este programa pensando en la próxima elección (presidencial), y aseguró que el gobierno federal podría aplicarlo con menos de lo que destinó al rescate de una carretera o de alguno de los “banquitos” en el Fobaproa. “Ha habido recursos, pero no ha sido su prioridad”, y ante el reto de corregir la falta de inversión en educación media, advirtió que “no bastan políticas mediocres, conformistas y focalistas”.

José Enrique Villa Rivera, director general del IPN, señaló por su parte que con este programa siete de cada 10 estudiantes politécnicos contarán con un estímulo económico, de una población en la que 75 por ciento proviene de familias que viven con un ingreso mensual de menos de cuatro salarios mínimos.

Con una ceremonia realizada en la Unidad Zacatenco, en la que se entregaron 16 tarjetas a estudiantes de igual número de planteles del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECyT), Ebrard dijo que el bachillerato es una etapa decisiva en la formación de los jóvenes, y también la de mayor vulnerabilidad, como demuestra el hecho de que en este nivel se tienen los mayores índices de deserción.

Advirtió a los jóvenes que abandonar sus estudios en esta etapa los pondrá en desventaja para toda su vida, ya que será muy difícil que se incorporen en el siguiente ciclo escolar.

Explicó que los próximos 10 años son decisivos, “porque hay una paradoja, jóvenes, nuestra ciudad está envejeciendo; si vemos la curva demográfica de la ciudad nuestro promedio de edad ya supera los 26 años, y en las próximas décadas tendremos un promedio de 30”.

No hay tiempo –apuntó–, “éste es el momento en que tenemos que invertir en los jóvenes, de lo contrario no habrá manera de corregir esto en el futuro. Ustedes son la generación que representa la posibilidad de que la ciudad tenga un futuro próspero.

“Esa es la visión que tiene la ciudad de los jóvenes, contra aquella conservadora que ve en ellos un peligro porque son críticos, rebeldes, y porque tienen ideas nuevas. Sin embargo, es gracias a ellos y a esa actitud que el país ha cambiado, y a eso se debe que yo, y no un ayudante del señor que está en Los Pinos, esté hoy gobernando en la ciudad de México”.

 
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