Ofrecerá una gala con fines altruistas en Bellas Artes
Ramón Vargas propone cambios para mejorar la ópera mexicana
Para el tenor Ramón Vargas no hay elección: si se quiere mejorar el funcionamiento de la ópera mexicana debe cambiarse el actual esquema de organización y trabajo.
Al respecto, el cantante refrendó ayer su añeja propuesta de transformar a la Compañía Nacional de Ópera en un órgano desconcentrado y crear un fideicomiso para proveerla de recursos económicos, sin que el gobierno descuide su participación. Planteamiento que, dice, cada vez que lo pone sobre la mesa, “todo mundo da la media vuelta”.
Entrevistado al término de la conferencia de prensa en la que anunció la gala que con fines altruistas ofrecerá este jueves, a las 20 horas, en el Palacio de Bellas Artes, precisó porqué la actual dinámica, desde su perspectiva, es inconveniente para el desarrollo de ese género.
“El problema que tienen los responsables de la ópera con el actual esquema, es que pueden hacer muy poco, porque no pueden ni contratar ni prevenir de un año a otro, al desconocer el presupuesto con el que contarán el año siguiente.”
Además, dijo, se ha desaprovechado la aportación y los recursos que podrían llegar mediante la iniciativa privada, la cual no se interesa por apoyar la ópera al carecer de estímulos y alicientes de tipo fiscal.
De igual manera, consideró que sería conveniente recuperar el modelo de antaño, de contar con dos tipos de compañías, la internacional y la nacional. La primera serviría para traer artistas de calidad de todo el mundo, con una o dos grandes producciones al año, mientras la segunda sería un espacio para los cantantes nacionales jóvenes.
Tras aclarar que no se siente decepcionado por no haber celebrado sus 25 años de carrera con el protagónico de un título operístico en México, Ramón Vargas adelantó la posibilidad de que en 2008 vuelva a escenarios nacionales estelarizando un título nuevo.
“Tengo muchas ganas de regresar, de hacer otra vez ópera en México, ahora que estoy todavía en mi mejor momento: mi voz la siento muy bien y quiero seguir contribuyendo, viniendo a cantar para mi gente, para mi país.”
Para ello, estaría dispuesto inclusive a sacrificar el aspecto económico, como lo ha hecho antes, según dijo el tenor, quien precisó que hasta antes del sexenio foxista, su presencia en la ópera nacional era constante, desde que regresó en 1990, luego de salir del país en 1986.