Usted está aquí: miércoles 24 de octubre de 2007 Opinión Dinero

Dinero

Enrique Galván Ochoa
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El fuego brinca el muro

Temor de que alcance escondites de los paisanos

Encueratriz

Venden la estación del tren de Texmelucan

Los Ángeles. En la noche puede verse desde la autopista número 8 –la que va del Valle Imperial a San Diego– el color rojizo de las llamas prendido a las colinas. El aire está cargado de humo, hace calor aunque ya está cerca la Navidad y un escozor irrita los ojos. Las sirenas de los bomberos y las ambulancias se escuchan intermitentemente. Estallaron los incendios desde el fin de semana, son varios, no están conectados entre sí –afortunadamente– pero cubren una área extensísima. Muy al norte, las llamaradas iluminan Santa Bárbara, la comarca donde se localiza el rancho del ex presidente Reagan. Muy al sur, pegado a la frontera con México, hay fuego en distintos puntos que van de San Diego al Tecate estadunidense. ¿Cómo empezó todo? Es el clima. Hace un calor seco, el pasto y el follaje de los árboles están secos también, arden fácilmente al contacto de un pedazo de vidrio que concentre la luz del sol. No falta una paradoja en todo esto: el fuego brincó del lado mexicano, se metió entre los barrotes de acero del muro que levanta el gobierno vecino para detener el flujo de migrantes. Ya se vio que no es capaz de parar todo. Ni el fuego, ni tampoco a los paisanos que siguen intentando cruzar al otro lado por millares, porque el hambre quema el estómago tanto como el fuego a la piel. Los Ángeles es la ciudad más poblada de mexicanos del planeta, después del Distrito Federal. Si tienes familiares o amigos en California –¿y quién no tiene a un primo, un hermano, un hijo o al padre trabajando acá?– procura mantenerte en contacto, porque las cosas se pondrán peor antes de que mejoren. Hay temor ante la posibilidad de que el fuego alcance zonas muy pobladas y tengan que abandonar los escondites donde se ocultan de la migra.

e@Vox Populi

Asunto: encueratriz

Me entero que algunos de tus lectores no aparecen en la base de datos de la página de Tunick. Tal vez se inscribieron de último momento, horas antes del encuere. Yo me inscribí a los pocos días de publicada la convocatoria, allá por marzo, y felizmente puedo afirmar que sí aparezco registrada para recoger la fotografía. Y si no hubiera aparecido, no me quita el sueño no tener la foto. A fin de cuentas, lo fundamental fue haberse atrevido a despojarse de pudores.

Adriana Cazarín/Veracruz

R: Tu caso viene a comprobar la sabiduría de una frase del filósofo de Zacualpan de Amilpas: “al que madruga Dios lo protege de madruguetes”. Una pregunta, quizá indiscreta: ¿prohíbe el reglamento regalar una copia de la foto a otra persona?

Asunto: buscando Afore

En semanas anteriores recibí una carta de Afore XXI en la que me comunican que he quedado formalmente registrado como su cliente. Primero que nada debo decir que la solicitud de registro de la que hablan me la hizo una persona que me abordó en la calle hace un par de meses. Debo decir que este señor en todo momento se dirigió a mí de manera respetuosa. Me surge una duda: ¿qué tan conveniente es permanecer con esta Afore?

Luján García Morales/DF

R: Gracias por darme la oportunidad de remachar que esta sección no recomienda compañías, marcas, restaurantes, políticos, jabones ni liposucciones. Todavía menos a una Afore cuando el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, y el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, hace unas días dijeron que el sistema de fondos para el retiro está muy lejos de alcanzar sus metas. Sin embargo, no me aparto de mi línea si te digo que Afore XXI está en manos de una persona muy profesional y experimentada, Javier Beristáin. Escríbele: [email protected]

Atracolandia

Asunto: tarjeta de débito HSBC

Fui a comer al restaurante El Desván, ubicado en avenida Universidad. Mi bolso desapareció y con él mis tarjetas y dinero; el personal del establecimiento no se hizo responsable. Cancelé la tarjeta de débito de HSBC, pero al día siguiente me encontré con que habían hecho compras con un valor de casi 10 mil pesos antes de reportar el robo. Hice el trámite de inconformidad con mi banco y, dado que las compras fueron realizadas antes del reporte de robo, la única opción fue argumentar “el no reconocimiento de firma” de los documentos presentados por las tiendas. Quiero saber si existe la posibilidad de recuperar mi dinero, en caso contrario, al menos presentar una queja a otro nivel y exigir que el banco se preocupe por garantizar los recursos que tiene bajo su resguardo.

Patricia Ortega Vega/DF

R: En todos los bancos existe una unidad especializada en atender las reclamaciones de los clientes. Puedes intentarlo, va a tomar mucho tiempo y no hay seguridad de que te vayan a dar la razón. (¿Condusef? Ahórrate la frustración).

Asunto: vendieron la estación

Resulta que en el municipio de San Martín Texmelucan, Puebla, ha sido vendida por Ferronales la vieja estación de ferrocarril a una empresa privada que hará un centro comercial. En su momento los pensionados solicitaron al presidente municipal de extracción panista, Rubén Garrido Muñoz, que hiciera lo necesario para adquirir la estación a fin de darle alguna finalidad social; mide alrededor de 10 mil metros cuadrados, cosa que seguramente “se le olvidó”. ¿Es legal esa venta, ya que en la página electrónica de Ferronales no aparece la licitación pública correspondiente?, ¿podrán las organizaciones civiles realizar actos que la echen abajo?

Acelia Benítez Saavedra/Texmelucan

R: Todas las estaciones han sido vendidas, de milagro se les han escapado las de Vivaldi: primavera, verano, otoño e invierno. Es una ironía: después de muerto el ferrocarril sigue haciendo millonarios.

 
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