Usted está aquí: miércoles 24 de octubre de 2007 Política Elevado riesgo de enfermedad y muerte de los migrantes en EU, revela estudio

Niega que representen una carga para los programas de beneficencia social en ese país

Elevado riesgo de enfermedad y muerte de los migrantes en EU, revela estudio

Angeles Cruz Martínez

Los migrantes mexicanos en Estados Unidos enfrentan las situaciones más complejas, afirma una investigación de la Universidad de California, la Fundación The California Endowment y la Secretaría de Salud (Ssa), en la que se destaca el bajo nivel salarial de quienes han vivido menos de 10 años en ese país, la desprotección médica en que se encuentran y el elevado riesgo de enfermedad y muerte que padecen.

El estudio desmiente que los inmigrantes sean una carga para los programas de beneficencia social en Estados Unidos, y que una de las motivaciones para emigrar sea obtener servicios sociales gratuitos en aquel país.

Por el contrario, asegura el documento, la mayoría de quienes deciden salir de sus lugares de origen son jóvenes de 18 a 34 años de edad, que gozan de buen estado de salud, la que más bien se deteriora a medida que se prolonga su estancia en Estados Unidos por varias razones, entre otras, que realizan actividades de baja remuneración, las cuales conllevan altos riesgos para la salud y muy raras veces los patrones les ofrecen algún seguro médico.

De ahí que, de acuerdo con la investigación Migración, salud y trabajo: datos frente a los mitos, entre los migrantes mexicanos ocurren más de 40 por ciento de las muertes de todos los extranjeros que laboran en Estados Unidos, las que son consecuencia de heridas relacionadas con el trabajo, principalmente en agricultura, pesca, silvicultura, transportación y acarreo de materiales.

El promedio anual de ingresos de los trabajadores hombres asciende a 19 mil 200 dólares, que es menos de la mitad de lo que perciben los blancos no latinos nacidos en Estados Unidos (48 mil 800 dólares).

El caso de las mujeres es peor, ya que de por sí sus salarios son inferiores a los de los varones. Las inmigrantes ganan 13 mil 900 dólares al año, en promedio, mientras las estadunidenses obtienen 30 mil 300 dólares por un trabajo similar en el mismo periodo.

Bajo estas condiciones, casi una tercera parte de los migrantes mexicanos recientes (que tienen una estancia de menos de 10 años en Estados Unidos) viven por debajo del umbral de pobreza de aquel país.

Las condiciones económicas mejoran conforme los individuos tienen una residencia más larga, indica, y resalta que en el estado de California, donde se concentra la mayor parte de los connacionales, un estándar de vida mínimo para una familia de cuatro integrantes requiere cerca de 50 mil dólares por año, lo que está fuera del alcance de una familia promedio de mexicanos que radique allá.

La investigación fue presentada durante la pasada reunión binacional de salud México-Estados Unidos, en el contexto de las conversaciones de los ministros de ambos países.

Resalta que en poco más de una década casi se duplicó el número de personas que decidieron viajar al vecino país del norte en busca de mejores condiciones de vida. Así, de 6.5 millones de migrantes en 1994 pasó a 11.2 millones en 2006. En este año reciente los inmigrantes mexicanos representaban casi una cuarta parte de todos los latinos en Estados Unido y 30 por ciento de los inmigrantes.

Destaca que el acceso de los connacionales a los servicios médicos es prácticamente nulo, y si bien en su mayoría son personas sanas, por los tipos de empleos que desempeñan enfrentan los mayores riesgos ocupacionales. En el futuro próximo, éste será un problema de envergadura, dada la creciente migración y el aumento en la edad de los indocumentados.

Entre los trabajos a los que acceden los migrantes sobresalen los agrícolas, donde más de 40 por ciento de los empleados son de origen mexicano, igual que una tercera parte de quienes laboran de jardineros, mientras que alrededor de 489 mil son obreros y ayudantes de la construcción.

Esta última rama aglutina a un mayor número de migrantes, aunque es la que con mayor frecuencia carece de reglas de protección laboral, lo que coloca a los trabajadores en una situación de alta vulnerabilidad.

Con respecto a las mujeres, más de una cuarta parte realizan labores agrícolas, empacadoras de carne y lavaplatos. También trabajan más inmigrantes mexicanas de empleadas domésticas que en cualquier otra ocupación. Otra actividad común es el cuidado de niños.

 
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