Usted está aquí: jueves 25 de octubre de 2007 Espectáculos Paté de Fuá, sexteto trasnacional, presenta su disco Música moderna

“Somos cartoneros: reciclamos lo que la gente no usa”, asegura Yayo González

Paté de Fuá, sexteto trasnacional, presenta su disco Música moderna

Javier Hernández Chelico

Con sonidos claramente inspirados en la música popular –tarantelas, dixieland, musette, tango, jazz– que permeaba los salones de baile de los barrios elegantes en la primera mitad del siglo XX , la agrupación Paté de Fuá, elaboró 17 piezas que conforman su grabación debut titulada Música moderna. Resonancias impregnadas de añoranza, pero con ejecución depurada y técnica actual, es lo que se escucha en rítmicas fusiones contemporáneas, que igual reviven canciones con más de medio siglo de vida, que hacen familiares, composiciones contemporáneas.

Liderado por los argentinos Yayo González y Guillermo Perata, Paté de Fuá es, sin embargo “un proyecto cien por ciento mexicano creado el 18 de abril del 2006”, afirma Yayo, guitarrista y voz principal, quien presenta a Guille como “codirector y compositor de la mayoría de las piezas de Paté”; este sexteto trasnacional lo completan el chileno Gabriel Puentes, en la batería y los mexicanos Jorge Molina, contrabajo; Alexis Ruiz, vibrafonista y Víctor Madariaga, acordeón y bandoneón.

Con base en esta instrumentación, los cortes de Paté de Fuá adquieren una sonoridad especial, que lleva irremediablemente a instalarse en la nostalgia. Situación que, afirma Yayo, es circunstancial, “lo que pasa muchas veces en los procesos creativos, es que uno hace las cosas por reflejo, intención o inspiración. Ya después lo justificas. Paté de Fuá, ciertamente, tiene un tinte extremadamente nostálgico, pero creo, tiene que ver con los géneros que abordamos. La estética o la personalidad de Paté tienen, sin quererlo, un color de inmigrante, como música de barrio, de tren, de cantina; creo que el viajar o la condición de migrante es una vocación humana, va más allá de cualquier raza o pueblo, y Paté rescata un poco eso. Los estilos de música que nosotros abordamos, son estilos nostálgicos que sí tienen que ver mucho con viajes, con distancias”, concluye. Interviene Guille y aclara respecto al sonido de Paté: “es coincidencia. No fue algo estrictamente pensado, fue algo que se dio espontáneamente y por haber sido así, es que tomó muchísima homogeneidad todo el material, aunque sean estilos tan diversos los que tocamos”.

El disco abre con La canción del linyera, que en alguna estrofa dice: ...corro el mundo y no sé donde voy/ linyera soy/ no sé llorar/ y en la vida deseo triunfar/ no tengo norte/ no tengo día.../. Por lo cual surge la pregunta casi inevitable ¿La canción de linyera es una declaración de principios? Seguramente, dice Guille, y agrega con una sonrisa: “es lo que quisimos ser... y tuvimos que trabajar”. Yayo aclara, después de las risas, “Linyera es una canción de los 40 y fue famosa en Argentina; la conocen los viejos, pero ahora no creo que sea tan popular. El Linyera era un vagabundo por decisión propia; era un tipo que decía no querer trabajar sino volverse vagabundo.

En Argentina, el barrio tiene su vagabundo; en el mío estaba Donato y era un tipo que la gente ayudaba, le tiraba una plata, todo el barrio lo conocía y estaba lejos de despreciarlo; por lo menos en el caso de mi barrio, allá en Florida. Y eso es un Linyera: un espíritu vagabundo, abordado del lado de la libertad; a nosotros nos parece simpático ese canto en favor de la vagancia ¿qué otra forma de libertad más noble que la vagancia?” enfatiza el cantante.

Tocar por gusto

Más allá de este corte, Paté de Fuá es una agrupación que conjunta música y letras en lo que parece un trabajo de rescate, de investigación musical, “somos cartoneros: reciclamos lo que la gente no usa”, prosigue Yayo González, para añadir “como artistas podríamos estar en la vanguardia, si fuéramos pretenciosos, pero nosotros tenemos otra actitud”. Aclaran que su trabajo artístico lo realizan con base en la música que les gusta a cada uno, lo que redunda en gozo propio.

Dice Guillermo Perata, a manera de conclusión, “no hay nada de investigación, sino gozo, placer. No hay ningún gesto pensado en ese sentido. En realidad es la música que escuchamos, y luego, en frío, encauzamos ese gusto y podemos armar una homogeneidad en toda la obra. Nosotros no somos investigadores ni antropólogos, ni nada. Nuestra personalidad surgió espontáneamente y la cuidamos. Es lo que hacemos: la cuidamos y la alimentamos”.

El disco Música moderna será presentado –tocará en vivo Paté de Fuá– el 9 de noviembre en el bar El vicio y el 20 en el Claustro de Sor Juana.

 
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