Usted está aquí: jueves 25 de octubre de 2007 Opinión La justicia secuestrada

Neil Harvey
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La justicia secuestrada

Con un cerco de por en medio se realizó el 20 de octubre pasado el Foro por la Resistencia y por la Defensa de la Tierra en la colonia Lomas del Poleo, Ciudad Juárez (ver: http://www.alertalomasdelpoleo.blogspot.com/ y www.indy.espora.org/lomas_del_poleo). Resulta extraño que un encuentro pacífico de residentes con diversas organizaciones sociales tuviera que desarrollarse en esas condiciones. Sin embargo, el foro logró ser testigo de la constante violación a los derechos constitucionales de más 50 familias que resisten una reubicación injusta.

Desde la llegada de los primeros colonos en 1971, hasta finales de los años 90, la colonia fue una zona marginada donde los residentes establecieron sus viviendas, trazaron las calles y construyeron un templo, una escuela primaria y una prescolar (todo con el debido reconocimiento legal de los gobiernos locales y de la misma Secretaría de Educación Pública). Sus terrenos abarcan 345 hectáreas y están ubicadas en un polígono de 25 mil hectáreas declaradas propiedad de la nación por la Secretaría de la Reforma Agraria en el Diario Oficial de la Federación el 25 de abril de 1975. Los residentes de Lomas del Poleo buscaban la titulación de sus terrenos, pero las instituciones nunca cumplieron. No obstante, los pobladores pudieron demostrar su posesión constante de los terrenos y tramitar sus credenciales de elector al mostrar comprobantes de domicilio. En el año 2000 empezaron a gestionar el suministro de energía eléctrica, logrando que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) llegara en 2002 para instalar postes y cables en la colonia.

Sin embargo, el año siguiente la misma CFE regresó para quitar toda esta infraestructura, dejando a las familias sin luz, refrigeración, calefacción o aire acondicionado. Fue una medida de presión para que abandonaran la colonia, debido a un reclamo de los empresarios Jorge y Pedro Zaragoza, quienes argumentan que son propietarios de estos terrenos. Si antes de 2000 nadie se preocupaba por Lomas del Poleo, esta situación cambió con la elaboración de un megaproyecto empresarial, el Plan Jerónimo, que busca convertir esta zona en un nuevo corredor industrial entre Ciudad Juárez y el cruce fronterizo de Santa Teresa, Nuevo México. Ahora la zona en disputa cobra importante valor económico y estratégico para los grupos empresariales más grandes, entre ellos el grupo Zaragoza.

Para lograr el exitoso desarrollo de su plan, los Zaragoza han estado presionando y hostigando a los residentes de Lomas del Poleo para que abandonen sus hogares. Ejemplos de esto son el uso de guardias privadas para amenazar y atacar a los residentes, amedrentamiento a mujeres solas con niños, la construcción de un cerco que rodea la colonia con una caseta de vigilancia a manera de cárcel, donde los empleados de los Zaragoza controlan el acceso y la salida y no permiten la entrada de proveedores de cosas básicas como el agua, ni de víveres ni de materiales de construcción. En los últimos cuatro años, estas guardias han sido señaladas por los residentes como responsables de la destrucción de más de 40 viviendas y la muerte de dos hombres y dos niños por incendios provocados en sus casas.

Es importante señalar que todas estas acciones han ocurrido a pesar de que ha estado en litigio la posesión de estas tierras. Existen en el tribunal unitario agrario, quinto distrito, de la ciudad de Chihuahua, 62 procedimientos individuales y un procedimiento colectivo de la comunidad para exigir la titulación de los terrenos que han sido ocupados pacífica y constantemente durante los últimos 30 años. En noviembre de 2006, el magistrado de este tribunal concedió una medida suspensoria para proteger la posesión de los residentes mientras haya una decisión final.

El Foro por la Defensa de la Tierra en Lomas del Poleo no pudo realizarse donde estaba previsto, es decir, en la escuela primaria Profesor Alfredo Nava Sahagún, debido a la negación del paso que presentaron las guardias mencionadas, violentando así los derechos al libre tránsito y a la libre asociación. Por esta razón, los hombres y mujeres de la colonia tuvieron que trasladarse a la puerta de rejas ubicada a un lado de la caseta de vigilancia de los Zaragoza. Pidieron que las guardias les abrieran la puerta para poder salir y reunirse con los asistentes al foro. Las guardias de nuevo se negaron a abrir la puerta. No quedaba más que realizar el foro ahí mismo, separado por una reja metálica. Los residentes contaron la historia de hostigamiento que sufren y de la violación de sus derechos fundamentales. Pidieron apoyo, solidaridad y la difusión de su lucha. El foro seguirá dando seguimiento y presionando para recuperar los derechos constitucionales, a pesar del secuestro de la justicia que han hecho los grupos poderosos.

 
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