Elisa Carrió también concluye actividad electoral y sostiene que habrá segunda vuelta

Cristina Fernández cierra campaña en Buenos Aires con 43% de intención de voto

La mayoría de argentinos se inclina “por la continuidad” del modelo de Kirchner: sondeo

Stella Calloni (Corresponsal)

Buenos Aires, 25 de octubre. La candidata presidencial del oficialista Frente para la Victoria, la senadora Cristina Fernández de Kirchner, favorita para ganar las elecciones presidenciales del domingo próximo, y su más cercana contendiente, Elisa Carrió, cerraron hoy sus campañas electorales en actos masivos celebrados en la zona metropolitana de Buenos Aires, donde se concentra 40 por ciento de los votantes.

Según la investigación demoscópica de Carlos Fara y Asociados, dada a conocer este jueves, Fernández de Kirchner ganaría en primera vuelta con 43.7 por ciento de los sufragios, seguida por Carrió con 14.2 y por el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna con 8.8.

Senadora y abogada de 54 años, Fernández terminó su labor proselitista en una plaza del barrio La Matanza, acompañada de su esposo, el presidente Néstor Kirchner, que termina su mandato con 59 por ciento de respaldo de los ciudadanos.

Fernández, quien inició su carrera como diputada en 1989, sería la primer mujer electa para el cargo presidencial, lo que además parece complementarse con el hecho de que el segundo lugar sería ocupado por otra mujer, la ex diputada Elisa Carrió, dirigente de Afirmación por una República de Iguales (ARI), quien encabeza una Coalición Cívica que cubre desde la derecha y la democracia cristiana hasta algunos sectores del socialismo, que en estos comicios va dividido en varios frentes.

En los dos últimos días la campaña cobró fuerza y en los actos de cierre de hoy se mostró el entusiasmo dormido hasta ahora. Los candidatos rezagados tratan de ganar terreno entre los indecisos, que rondan entre 8 y 10 por ciento.

Mientras Fernández pronunciaba su discurso final de campaña en La Matanza, Carrió concluía su trabajo electoral en la zona elegante de Costa Salguero.

Por su originalidad destacó el cierre del cineasta Fernando Pino Solanas, quien encabezó una caravana de autos viejos, fabricados en el país en los tiempos de la gran industria.

Pino Solana sostuvo que Proyecto Sur es el único que llega a estas elecciones con un programa estratégico para el país “y además realizable”, con fondos que prevendrían de los principales recursos naturales del país, privatizados durante los gobiernos de Carlos Saúl Menem, la década pasada.

Fernández, quien llamó a la unión de los argentinos “sin rencores ni agravios” para realizar “los sueños que faltan”, estuvo acompañada por el candidato a vicepresidente, Julio Cobos, gobernador de Mendoza, expulsado de la Unión Cívica Radical (UCR) por su alianza con el oficialismo, y por el candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, el actual vicepresidente Daniel Scioli.

Durante su discurso, Fernández dijo que aún hay cuentas pendientes en materia de salud y educación; llamó especialmente a las mujeres y a la juventud a buscar “un nuevo protagonismo en la sociedad”, pero evitó hacer referencias agraviantes a otros candidatos.

Carrió se mostró segura de ir a una segunda vuelta y trató de influir sobre los indecisos, al abrir las puertas a liberales, socialistas, peronistas y otros sectores, incluidas las nuevas generaciones de militares.

A pesar de que ganó su lugar político con críticas a las campañas basadas en la denigración de los adversarios, Carrió habló ahora de “un poder inescrupuloso y guarango” (grosero) y de “hegemonías y soberbias de la ignorancia”. Junto a Carrió estuvo el socialista, Rubén Giustiniani, candidato a la vicepresidencia.

Carrió disputa el segundo puesto con Lavagna, al frente de la concertación por Una Nación Avanzada (UNA), apoyado por los seguidores de los ex presidentes Raúl Alfonsín de la Unión Cívica Radical (UCR), y Eduardo Duhalde, un sector del peronismo enfrentado con el gobierno de Kirchner.

Hay 14 fórmulas electorales autorizadas para estos comicios, pero de acuerdo con las conclusiones de las encuestadoras, la mayoría de los argentinos se inclina “por la continuidad” del modelo kirchnerista, al que se le reconocen diversos tipos de avances. Kirchner es el único presidente post dictadura que termina su mandato sin ninguna huelga general, por ejemplo, pero al que también se reclama insuficiencias, por distintas razones, desde la extrema derecha hasta la extrema izquierda.