Usted está aquí: sábado 27 de octubre de 2007 Mundo Inmigrante congoleño denuncia en España brutal ataque de extremistas de derecha

Monake quedó tetrapléjico hace siete meses; los responsables aún no son detenidos

Inmigrante congoleño denuncia en España brutal ataque de extremistas de derecha

Armando G. Tejeda (Corresponsal)

Madrid, 26 de octubre. El caso de la agresión xenófoba y racista contra una menor de edad ecuatoriana, en Barcelona, ha servido para sacar a la luz otros similares pero que no fueron registrados por las cámaras, entre los que destaca el de un migrante congoleño que tras recibir una fuerte golpiza quedó inválido de por vida.

La víctima es Miwa Buene Monake, migrante congoleño, profesionista que se ganaba la vida hasta hace siete meses en Alcalá de Henares como intérprete en una organización no gubernamental.

Sin otro motivo que su color de piel, fue agredido por un grupo de extrema derecha. Hoy vive en una silla de ruedas, tetrapléjico y con movilidad únicamente en los pies y en la cabeza, pero lo que más le indigna es que su agresor, un ciudadano español, está en libertad ante la pasividad de las autoridades judiciales y públicas.

La decisión del juez en el caso de la menor ecuatoriana, que ayer decretó la libertad sin fianza para su agresor, Sergi Xavier Martín Martínez, no sorprendió a Buene Monake, quien ha padecido un calvario judicial y burocrático mientras afrontaba las duras jornadas de rehabilitación médica y las múltiples operaciones a las que se ha sometido para reconstruir en lo posible la huella eterna que le dejó el grupo de neonazis que lo atacó.

En la sede del Centro de Lesionados Medulares de Vallecas, Miwa Buene Monake relató, con los ojos bañados en lágrimas, que un día de marzo iba por la calle de su ciudad, Alcalá de Henares, cuando un extremista de derecha le espetó: “Arriba España. Tú, mono, tu sitio no está aquí, tu sitio está en el zoológico”.

Unos minutos después fue atacado por la espalda y del golpe en la cabeza sufrió una lesión medular irreversible, lo que significa en términos médicos que su nueva condición era la de tetrapléjico.

Pero al no contar con la solidaridad ni el interés de los medios, a diferencia del caso de la niña ecuatoriana, el de Buene Monake ha pasado desapercibido.

Lo más grave es que no sólo la opinión pública ignoró esta agresión, sino también las propias autoridades judiciales, hasta el punto que la fiscalía de Madrid, que tiene la obligación de defenderlo, no se ha pronunciado siete meses después.

Esto significa que sus agresores continúan en libertad y que su expediente judicial está guardado en algún cajón de un tribunal español.

 
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