Usted está aquí: domingo 28 de octubre de 2007 Estados Delegados sindicales de la Unicach denuncian despido injustificado

Delegados sindicales de la Unicach denuncian despido injustificado

Judith Calderón Gómez

Once representantes del Sindicato de Trabajadores Administrativos de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Sutaunicach) fueron despedidos injustificadamente –entre ellos una embarazada–, después de la revisión de contrato colectivo donde documentaron el incumplimiento en prestaciones por el rector Jesús Teófilo Morales Bermúdez.

Los despedidos tienen entre siete y 15 años de antigüedad y varios fueron cesados porque rectoría desconoció que desempeñaban alguna comisión sindical, informaron durante su visita a este diario el vocero de esa organización Edil Vázquez Ovando y el delegado José del Carmen Gutiérrez, hoy despedido.

Entre los afectados están Luz Ramona Sánchez Castro, quien tiene seis meses de embarazo y es madre de dos niñas. Era responsable de la gestión sindical, con 12 años en el empleo; César Armando Trujillo, secretario de acción deportiva, con diez años de antigüedad y la ingeniera Sahara Cruz Ruiz, representante de personal administrativo ante el Consejo Universitario, con 15 años en el trabajo.

José del Carmen Gutiérrez, licenciado en administración, ahora despedido, era delegado de rectoría y tenía 13 años en el trabajo. Explicó que desde que Morales Bermúdez asumió la rectoría –en 2006– se desencadenó la persecución contra los ocho integrantes del comité ejecutivo y los ocho delegados sindicales de esa organización que agrupa a 120 trabajadores administrativos

Señaló que en marzo de este año, después de la revisión del contrato colectivo, iniciaron los despidos y opinó que con esta medida buscan deshacerse de los dirigentes sindicales para terminar con las prestaciones e impulsar un sindicato blanco, como lo hicieron hace años, con los académicos.

Mencionó que durante la revisión, el sindicato documentó violaciones al contrato, entre ellas que rectoría no pagó algunas cláusulas económicas, como la de estímulos –13 días al año– por puntualidad y asistencia y productividad. Fijaron que cada trabajador aportaría cien pesos al mes, la administración entregaría una cantidad similar a la acumulada y la universidad debía dar un fondo inicial de 500 mil pesos.

Esa cantidad no se ha entregado, la administración argumenta que no hay recursos. Sin embargo compraron una camioneta Honda con valor cercano a 400 mil pesos para uso del rector, además de otras ocho camionetas.

Los representantes sindicales comentaron que rectoría ha realizado estos gastos, pese a que en las pláticas el director de planeación, Pascual Ramos García aseguró que existe un déficit de 11 millones de pesos en esa casa de estudios.

Los once despedidos demandaron su reinstalación en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje sin que la presidenta Oralia Rosas haya dado una respuesta, mientras los abogados laborales les han advertido que se están enfrentando “ante un monstruo, la Unicach”.

Incluso en una de las protestas –el 5 de septiembre–, se acordó que los despedidos serían reinstalados paulatinamente pero esto no se cumplió.

Por lo anterior, y a que no se han atendido las protestas, una comisión de los afectados viajó a la ciudad de México para pedir apoyo a la senadora Rosario Ibarra de Piedra; también solicitaron a diputados que este caso se turne a la comisión laboral.

 
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