Usted está aquí: miércoles 31 de octubre de 2007 Sociedad y Justicia Tabasco, “devastado” por la lluvia; hay 300 mil afectados, advierte Granier

Ríos y presas, a punto de desbordarse; “urge desahogar el sistema”, alerta Conagua

Tabasco, “devastado” por la lluvia; hay 300 mil afectados, advierte Granier

Fabiola Martínez y René Alberto López (Enviada y corresponsal)

Ampliar la imagen Habitantes de Villahermosa rescatan una de las aproximadamente 60 reses que quedaron atrapadas al desbordarse el río Grijalva Habitantes de Villahermosa rescatan una de las aproximadamente 60 reses que quedaron atrapadas al desbordarse el río Grijalva Foto: Francisco Olvera

Villahermosa, Tab., 30 de octubre. En Tabasco hay agua por todos lados. Los ríos se ensanchan cada vez más y las presas están casi a tope. Muchas calles parecen canales y la lluvia –que por momentos se convierte en tromba– no cede. La magnitud de la contingencia se puede calcular con un pedido de última hora del gobierno federal: 200 mil costales más de arena que “ya vienen de Veracruz”.

Los tabasqueños están en las calles para construir barricadas con costales de arena, como última alternativa para proteger sus casas; quienes tienen casas de dos plantas se aprestan a subir sus pertenencias al segundo nivel y la azotea. Este fenómeno natural no respeta zonas rurales ni urbanas, tampoco áreas populares o residenciales.

Las hileras de costales blancos que van formando a toda prisa parecen insuficientes. Mientras, los especialistas de la Comisión Nacional del Agua advierten que es necesario tomar medidas urgentes para desahogar los ríos, porque “el sistema (ríos, lagunas y presas) está muy cargado”. Es urgente –insisten– tomar cartas en el asunto, porque está próximo el quinto de 43 frentes fríos programados para la temporada.

“¡Necesitamos manos!”

Hay alerta también en las inmediaciones del malecón de la capital. “Si el Carrizal y el Grijalva desbordan el malecón, Villahermosa quedará bajo agua”, dice una mujer, al tiempo de pedir ayuda. “¡Manos, necesitamos manos!”, repiten los tabasqueños.

Las colonias más afectadas son Manuel Sánchez, de la ciudad Cunduacán; Casablanca, Gaviotas y Miguel Hidalgo, entre otras, donde miles de pobladores se niegan a abandonar sus viviendas. “No queremos dinero, queremos manos, arena, costales, ayuda”, claman los habitantes de esta capital ante los efectos de un temporal que ha dejado 506 comunidades de 17 municipios inundadas; 200 mil damnificados, de los cuales 12 mil son atendidos en 59 albergues, y se anuncia más crudo para las próximas 48 horas.

Ante esta situación, considerada de “extrema urgencia” por las autoridades, han sido habilitados 944 refugios para atender a 135 mil personas. El titular de Protección Civil del estado, Rúrico Domínguez Mayo, precisó que en lo que va de la contingencia, producto de los frentes fríos 4 y 5, se han utilizado 700 mil costales de arena como bordo de contención.

Debido a que más de 200 escuelas están anegadas, las clases siguen suspendidas en todo el estado y en todos los niveles, así como el servicio de recolección de basura. La energía eléctrica ha sido suspendida en algunos sectores de Villahermosa y de algunos municipios.

En tanto, el gobernador Andrés Granier Melo pidió a la Federación recursos para atender la contingencia y para construir obras hidráulicas integrales, “transexenales”, ante lo que calificó de la peor catástrofe de los últimos 25 años.

“Bastaron 48 horas para la catástrofe que estamos viviendo, para que nuestro territorio esté devastado (…) En Tabasco 34 por ciento del territorio es agua, pero hoy, más de 70 por ciento está en esa condición. ¡Es un desastre, es un desastre! ¡Tabasco está devastado! Unas 300 mil personas están afectadas”, advirtió.

Ante los secretarios de Gobernación, Defensa Nacional, Marina, Medio Ambiente, Agricultura, Salud y Desarrollo Social, Granier dijo que los tabasqueños no pueden vivir más en la zozobra en cada subida de ríos y, aunque descartó buscar culpables, señaló que en la entidad hay obras –aledañas al río Carrizales– que se empezaron en el sexenio pasado y debieron quedar listas desde mayo.

Antes de su exposición, el Ejecutivo estatal recibió una llamada del presidente Felipe Calderón, quien –de acuerdo con la versión del propio Granier– le dijo que se hallaba en el norte del país, pero que estaba muy atento para hacer frente a la emergencia. El secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, se limitó a responder que su petición será turnada al Ejecutivo federal.

Tanto Ramírez Acuña como Granier señalan que en las próximas horas podría recrudecerse la situación de emergencia, por lo que la población afectada deberá salir de sus hogares, o será sacada con el uso de la fuerza de la policía estatal y del Ejército Mexicano.

El responsable de la política interna del país escuchaba las peticiones y reclamos de los tabasqueños, pero sólo trataba de persuadirlos para que vayan a los albergues, “porque luego ya no se va a poder (salir de su vivienda)”.

Y es que, como explicó la coordinadora del Sistema Nacional de Protección Civil, Laura Gurza, a Tabasco literalmente les llovió sobre mojado, al conjuntarse cuatro fenómenos: masa de aire frío, temporal de lluvias, frente frío número cuatro y un sistema de baja presión. El escenario podría ser más grave porque se espera una nueva masa de frente frío para el próximo fin de semana.

Funcionarios de los tres niveles de gobierno se reunieron en el aeropuerto de esta capital, y cada uno emitió reportes de los auxilios que ha coordinado hasta el momento, principalmente entrega de despensas, cobertores, agua potable y más de 800 mil costales y toneladas de arena.

El secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván, informó que dentro del plan DN-III, tiene 150 hombres en Villahermosa y otros cientos de elementos en “alerta”, y advirtió que “por experiencia propia sé que esta situación puede escalar a otros niveles”.

El gobernador Granier manifestó su preocupación por la pérdida de cosechas y aseguró que más de 90 por ciento de los cultivos resultaron afectados por el temporal: plantaciones de maíz, arroz, sorgo y plátano.

Tabasco vive en estos días las consecuencias de la falta de una infraestructura hidráulica suficiente, pero también las de un “tapón” formado por el alto oleaje que afecta el desahogo natural de los ríos Grijalva y Usumacinta, situación que se agrava por las precipitaciones hasta de 300 milímetros.

 
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