Usted está aquí: miércoles 31 de octubre de 2007 Sociedad y Justicia Insuficientes, las políticas de salud y población: Conapo

Insuficientes, las políticas de salud y población: Conapo

Gabriel León Zaragoza

Evaluaciones recientes indican que las políticas de salud y población del Estado “se han quedado cortas y los logros en estas materias han sido deficientes”, al grado que los niveles de anticoncepción entre los jóvenes es “similar o ligeramente por encima de lo que observamos en 1997. Diez años después, no ha habido mayor avance”, afirmó la secretaria nacional del Consejo Nacional de Población (Conapo), Elena Zúñiga.

En la presentación del informe de actividades 2006 de Mexfam, la funcionaria federal dijo que en el país alrededor de 36 por ciento de la población de entre 15 y 19 años de edad en mujeres unidas o casadas, es la que usa anticonceptivos, porcentaje ligeramente similar al de una década atrás.

“Es un tema –destacó– en el que tendríamos que estar con las ‘pilas puestas’ en esta administración. Reforzar los programas orientados hacia nuestros jóvenes para que tengan la información que deben tener y tomen decisiones, pero sobre todo para que se acerquen a los servicios de salud por los programas de atención que requieren para tener una mayor prevención de embarazos no planeados y de enfermedades de transmisión sexual.”

Refirió en entrevista que a pesar de que los jóvenes mexicanos tienen la posibilidad de acceder a mayor cantidad de información en Internet o la televisión, ésta es “contradictoria”, porque no necesariamente es calificada y no está sustentada en un conocimiento científico que promueva una responsabilidad.

De parte del gobierno federal, refirió, “la población joven requiere de estrategias que generen mayor consciencia, responsabilidad de sus actos y que rompa una serie de mitos en materia de anticoncepción”.

Dijo que entre los mitos que persisten entre este sector poblacional se encuentra que en las parejas que no han formalizado sus uniones existe el temor de usar métodos anticonceptivos, porque lo toman como un signo de no querer casarse o la inexistencia de un interés por asumir compromisos de largo plazo.

 
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