Usted está aquí: jueves 1 de noviembre de 2007 Política Por cada dos detenidos en redadas de la migra un niño se queda sin familia

Dos tercios de estos menores de edad nacieron en Estados Unidos

Por cada dos detenidos en redadas de la migra un niño se queda sin familia

David Brooks (Corresponsal)

Nueva York, 31 de octubre. Por cada dos personas detenidas en las redadas de migración, un niño se queda sin familia y dos tercios de estos menores son ciudadanos estadunidenses, revela un nuevo informe emitido hoy por el Consejo Nacional de la Raza y el Urban Institute.

Ahí se documentan las consecuencias negativas sicológicas, educativas y sociales que estos operativos dejan en los niños, como también en las comunidades, las escuelas y los servicios sociales. “Los gobiernos locales y comunidades estudiadas no contaban con los recursos adecuados para atender las necesidades de los menores tras el impacto negativo de las redadas”, afirmó hoy Randy Capp, experto en demografía que participó en el informe del Urban Institute. Señaló que las autoridades federales no toman en cuenta a los niños y el impacto de sus acciones.

La investigación se enfocó en tres comunidades: Greeley, Colorado; Grand Island, Nebraska, y New Bedford, en Massachusetts. En total, 912 personas fueron arrestadas y 506 niños resultaron directamente afectados.

La investigación descubrió que redes de la comunidad –escuelas, iglesias, familiares, organizaciones comunitarias, vecinos y más– actuaron para proteger a los menores asegurando que alguien se encargue de ellos y que no regresen a casas vacías y queden abandonados en las escuelas. “Estos ingeniosos grupos buscaron que ningún niño se quedara solo o bajo la custodia del Estado”, afirmó Rosa María Castañeda, una de las investigadoras para el informe.

La investigación reveló que los operativos de las autoridades migratorias dificultaron la comunicación de los padres con sus hijos o con gente que podría responsabilizarse de ellos, ya que había falta de acceso a teléfonos y a que muchos detenidos fueron trasladados fuera de los estados donde radican.

Además, se registró que la mayoría de los niños se quedó con uno de sus padres después de una redada, aunque algunos se quedaron sin ninguno –en el caso de Grand Island, 17 por ciento de los menores sufrió las consecuencias del arresto de madre y padre.

Otras conclusiones del informe incluyen que la larga espera –a veces seis meses o más– que implica el trámite para los detenidos tuvo consecuencias económicas adversas para las redes que se encargaban del cuidado de sus niños. Se registró que los infantes dejados atrás sufrieron trauma emocional por la separación y súbita ausencia de los padres, mientras que en los hogares afectados cundió el temor. Expertos en salud mental también señalan que las redadas generaron depresión, trastornos por estrés postraumático, ansiedad por separación y hasta tendencias suicidas entre algunos menores de edad.

“En cualquier decisión política debemos tomar en consideración que estamos poniendo a los miembros más jóvenes y vulnerables de nuestra sociedad frente a un riesgo profundo”, declaró Janet Murguía, presidenta del Consejo Nacional de la Raza. Agregó que el informe emitido hoy demuestra que estas consecuencias serán a largo plazo. El informe, titulado Pagando el precio: el impacto de las redadas de migración sobre los niños de América, se puede consultar en la página www.nclr.org/payingtheprice.

Muchos todavía recuerdan las imágenes de menores esperando al acabar la escuela o en casas de vecinos a sus padres que nunca llegaron tras ser detenidos en varias partes del país. En Massachusetts, las autoridades locales y estatales, incluso el gobernador, denunciaron los operativos por sus consecuencias brutales contra los niños.

Sin embargo, las autoridades de migración repiten su defensa de que no es el gobierno federal, sino los padres de familia, los responsables de las consecuencias de su decisión de ingresar a este país ilegalmente. “Todos entienden que los padres son responsables por sus acciones y el impacto resultante sobre sus familias”, reiteró hoy el vocero de la agencia de migración, conocida por las siglas ICE, en declaraciones a la agencia Ap.

Las redadas se han multiplicado durante el último año, con más de 4 mil arrestos desde octubre de 2007. Según expertos del Migration Policy Institute, con datos de 2005, 20 por ciento de los estudiantes de Estados Unidos tiene por lo menos un padre nacido en el exterior, aunque sólo 5 por ciento de los niños en las escuelas nació en otro país. En California casi la mitad de los estudiantes entre prescolar y quinto de primaria son hijos de inmigrantes, y en Texas, Florida, Arizona y Nueva York, son una cuarta parte de la población estudiantil.

 
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