Número 136 | Jueves 1 de noviembre de 2007
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NotieSe

INVERSIÓN EN MUJERES PARA 2008
El presupuesto disperso
La equidad de género es más que garantizar guarderías para las madres trabajadoras, el rubro más favorecido por el proyecto de presupuesto de egresos para 2008 en relación a las mujeres. En este reportaje se analizan los programas que se plantea reciban recursos y un balance de la propuesta.

Por Rocío Sánchez

Poco visible, confuso o de plano oculto, el presupuesto para la equidad de género el próximo año suma tres mil 971 millones de pesos, de acuerdo con el análisis hecho por el Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género (CEAMEG), de la Cámara de Diputados.

La parte del presupuesto dedicado a las mujeres ha presentado los mismos problemas que hace varios años, desde que comenzó a aparecer como tal: poco transparente y sin continuidad en los programas de atención al sector.

El PPEF 2008 no es la excepción. La resistencia a etiquetar los presupuestos, lo que cerraría la posibilidad de reutilizarlos en otras áreas, hace desaparecer rubros tan importantes como la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Relacionados con Actos de Violencia en Contra de las Mujeres.

Asimismo, al momento de cuestionar a las autoridades federales sobre cuánto dinero se invierte en mujeres y en la promoción de la equidad de género, las cifras se abultan al incluir lo que la administración federal considera el mayor recurso para ello: el Programa Oportunidades.

Aumento aparente
En el documento “Análisis del gasto etiquetado para mujeres y para promover la equidad de género en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2008”, el CEAMEG indica que, en términos reales, el presupuesto se incrementó en 904.7 millones de pesos respecto al PPEF 2007, es decir, 29.5 por ciento, mientras que supera en 10 por ciento al monto aprobado en el PEF 2007 (366.3 millones de pesos).

El incremento en este presupuesto se debe principalmente a cuatro programas o líneas de acción. Dos son de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol): “Programa de Apoyo para las Instancias de las Mujeres en las Entidades Federativas para Implementar y Ejecutar Programas de Prevención de la Violencia contra las Mujeres”, con 200 millones de pesos, y el “Sistema de Guarderías y Estancias Infantiles para Apoyar a Madres Trabajadoras”, que incrementó su presupuesto en 441 millones de pesos con relación al año anterior.

Es en este punto, la perspectiva de género que propone el gobierno federal y la que conciben las organizaciones civiles, donde comienzan las divergencias. “El programa de guarderías sí tiene que ver con las mujeres, y nosotras sabemos que es una necesidad práctica de las que atienden a su rol establecido”, dijo a Letra S Lucía Pérez Fragoso, Coordinadora del Área de Presupuestos Públicos de la organización civil Equidad de Género: Ciudadanía, Trabajo y Familia. “Pero no creemos que sean recursos para mujeres”, sentenció, puesto que es la sociedad la que asume que es obligación de las mujeres la tarea de la crianza.

Los otros dos programas que incrementaron importantemente el presupuesto destinado a mujeres son, uno, de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, titulado “Organización Productiva para Mujeres Indígenas”, con 120 millones de pesos, y el otro, del ISSSTE, llamado “Control del Estado de Salud de la Embarazada”, al que se destinarán 128 millones de pesos.

A pesar de estos incrementos, el presupuesto de género en el PPEF 2008 representa apenas el 0.2 por ciento del Gasto Programable en éste, igual que en el PPEF del año anterior.

Menos dinero para violencia
En cuanto a las reducciones y modificaciones, destaca que en 2008 hay tres programas o líneas de acción menos que en el PPEF 2007. Particular resulta el caso de la acción que debería llevar a cabo la Procuraduría General de la República (PGR) titulada “Investigar los Asesinatos y Desapariciones de Mujeres”, la cual no aparece especificada en el proyecto de presupuesto para el próximo año.

“Un programa tan importante como la Fiscalía Especial (para la Atención de Delitos Relacionados con Actos de Violencia en Contra de las Mujeres) el año pasado tenía 95.5 millones y en el presupuesto de 2008 no tiene recursos. Es imposible que desaparezcan la fiscalía, yo quiero pensar que sí hay dinero, pero que sucede que no está etiquetado”, comentó Pérez Fragoso, quien desde hace 8 años analiza los presupuestos con perspectiva de género.

En la Secretaría de Gobernación, la Comisión para Preveniry Erradficar la Violencia contra las Mujeres en Ciudad Juárez presenta un ligero decremento de cinco por ciento respecto a 2007, reporta el CEAMEG.

La Secretaría de Salud es la segunda dependencia con mayor presupuesto de género, con un monto de 995.7, solo detrás de la Sedesol, que aporta más con el programa de guarderías. Sin embargo, este sector disminuyó sus recursos en 17 por ciento. Esto se explica por la invisibilización de tres programas que no están desglosados, relacionados a “Desarrollar acciones Específicas para Promover la Acción Integral de la Salud de la Mujer”, y cinco que eran para finalizar la construcción de hospitales.

Desempeño parcialmente medible Respecto a los indicadores de desempeño que el gobierno federal pretende utilizar para el ejercicio presupuestal 2008, Lucía Pérez Fragoso consideró alentador, pero insuficiente, que se trace un indicador como la mortalidad materna para medir la problemática de las mujeres en el país.

“La mortalidad materna es un problema muy serio, pero tiene que haber indicadores de violencia, de otras problemáticas muy graves en la vida y la salud de las mujeres”, comentó. “Es muy complicado hacer indicadores de desempeño. Está muy bien que se haga porque implica una revisión de la planificación de todos los programas. Para poder tener buenos indicadores se debe tener el objetivo muy claro, muy identificadas las actividades, una meta planteada, una estrategia”.

A reserva de los ajustes que la Comisión de Equidad y Género y de Presupuesto y Cuenta Pública puedan hacer al presupuesto etiquetado para mujeres, el PPEF perpetúa y en algunos puntos enfatiza el problema general de los presupuestos anuales: la falta de transparencia.


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