Usted está aquí: viernes 2 de noviembre de 2007 Política Ultiman a dos militares en Nuevo Laredo

Ultiman a dos militares en Nuevo Laredo

Martín Sánchez, David Carrizales, Rubén Villalpando, Sergio Ocampo y Ernesto Martínez, corresponsales

Un teniente y un capitán del 24 Regimiento de Caballería Motorizada, con sede en Nuevo Laredo, fueron asesinados la tarde del miércoles en la ciudad fronteriza de Miguel Alemán, Tamaulipas.

Fuentes de la Policía Ministerial indicaron que los cuerpos fueron hallados en lugares distintos, pero se presume que antes de ser ultimados los militares estaban juntos, por lo que no se descarta que primero hayan sido levantados. Otra versión señala que las víctimas, de quienes no se proporcionaron sus nombres, estaban en un billar y cuatro sujetos con armas de grueso calibre les dispararon. Según la Dirección de Servicios Periciales, los agresores utilizaron armas cortas.

Por otra parte, en Monterrey, Nuevo León, fue ultimado Santiago Peña Silva, ex comandante de la desaparecida Policía Federal de Caminos, al ser baleado fuera de su domicilio, en la colonia Roma. En 1993, el hoy occiso fue cesado de esa corporación por su implicación en presunto tráfico de armas y equipos de comunicación para la guerrilla centroamericana.

En tanto, en Ciudad Juárez, Chihuahua, varios desconocidos bajaron a un sujeto de un vehículo y lo asesinaron de cuatro balazos en cabeza y cuerpo. Además, en un camino cercano a Ciudad Creel fue encontrado el cadáver de un individuo no identificado, con una herida de bala en el cráneo.

Mientras, el director de la Policía Investigadora Ministerial de Guerrero, Erit Montúfar, informó que la mañana de ayer, en la carretera federal que une los municipios de Tierra Colorada y Ayutla de los Libres, Claudio González Moreno, profesor de educación secundaria, fue asesinado de varios tiros en la cabeza.

Mientras, en la comunidad Tziritzícuaro, municipio de Maravatío, Michoacán, fue hallado el cuerpo de una persona desconocida con un balazo en la cabeza, atada de las manos y vendada de los ojos. Sobre el cadáver se encontró una cartulina rosa fluorescente con la leyenda: “por vender hielo”.

 
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