Usted está aquí: domingo 4 de noviembre de 2007 Política Denuncian trabajadores de educación indígena presiones para mudarse de sede

Elementos para producir textos y material didáctico, abandonados y deteriorados

Denuncian trabajadores de educación indígena presiones para mudarse de sede

Se quejan de que “es inseguro” el inmueble al que la SEP quiere enviarlos; prevén desalojo

Laura Poy Solano

A cinco años de haber iniciado la lucha para evitar su traslado a un inmueble que no reúne las condiciones “mínimas” de seguridad, trabajadores de la Dirección General de Educación Indígena (DGEI), dependiente de la Subsecretaría de Educación Básica, denunciaron las condiciones de abandono y deterioro –propiciadas por la Secretaría de Educación Pública (SEP)– en que se encuentran sus actuales oficinas en Azafrán 486, colonia Granjas México, donde por casi 30 años se elaboraron los textos y materiales didácticos destinados a millones de indígenas de niveles prescolar y primaria del país.

Libros, mapas, negativos, fotos de comunidades y escuelas indígenas, escritorios, mesas, sillas y archiveros permanecen abandonados en cubículos, salas de juntas y lo que fue la biblioteca de la DGEI.

En un recorrido por las instalaciones se constató que las aulas de capacitación y cómputo están desiertas. Las cabinas de radio donde se grabaron programas de apoyo didáctico para maestros y alumnos en más de 23 lenguas indígenas fueron desmanteladas, mientras cientos de libros y manuales de prácticas pedagógicas para profesores bilingües fueron apilados en cajas con la leyenda “no sirve”.

Destino similar tuvo el departamento de negativos y fotografía de la DGEI, donde el mobiliario que incluye mesas de luz, para revisar los negativos de ilustraciones y textos, tienen la leyenda “no se va”.

Personal de la DGEI, encabezado por Amílcar Cabrera Bastos, jefe de Recursos Materiales, acudió a las oficinas de Azafrán 486, con la orden de trasladar “todo lo que sea útil” al inmueble de Cuauhtémoc 614, donde labora actualmente parte del personal de educación indígena, pese a que el edificio no reúne condiciones de seguridad, al igual que las oficinas de Obrero Mundial 358.

Sólo “artículos de uso prioritario”

Cuestionado por trabajadores sobre el destino de miles de libros de prescolar y primaria en lenguas indígenas que permanecen en la bodega, aseguró desconocer las “prioridades” de otros directivos, y afirmó que la orden fue transportar sólo “artículos de uso prioritario”, como material de oficina y de limpieza, por lo que inició el acarreo de cajas con papel, cuadernos, sobres, papel higiénico, jabón, desinfectante e incluso trapeadores.

Para la SEP, aseguraron representantes sindicales de los afectados, “quienes permanecemos en el edificio de Azafrán somos tan desechables como los muebles o el material didáctico, pues a pesar de haber ganado un laudo en el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje en noviembre de 2005, que ordenaba a la SEP suspender el traslado a las oficinas de Obrero Mundial, debido a que el inmueble no cumplía con las normas mínimas de seguridad, continuó la campaña de hostigamiento para obligarnos a abandonar las oficinas, y ahora nos quieren trasladar al edificio de Cuauhtémoc 614, que está igual o en peores condiciones”.

Joaquina Sandoval, representante sindical de los trabajadores de base, aseguró que de 2003 a la fecha la SEP ha realizado “dos saqueos a las oficinas de Azafrán, en los que se llevó computadoras, mesas, ventiladores, libreros, escritorios, y todo el material de oficina que pudo, pese a que había minutas firmadas entre las partes para garantizar que esto no sucediera”.

En casi cinco años de lucha, afirmó, hemos enfrentado “amenazas, secuestros, presiones sobre los compañeros, cortes de luz y agua, suspensión del servicio de limpieza y del abastecimiento de material de oficina, así como de productos básicos como papel higiénico y jabón, pero lo más preocupante es que se nos mantiene sin ninguna tarea asignada, pese a que demandamos a la SEP desde febrero de 2006 por ausencia de materia de trabajo”.

Con el cambio de administración federal, agregó Isabel Robledo, trabajadora afectada y quien fue denunciada junto con 23 de sus compañeros ante la Procuraduría General de la República por oponerse al “saqueo” de las oficinas de Azafrán, la SEP propuso una tercera sede para trasladar a todo el personal y rentó el edificio ubicado en avenida Cuauhtémoc 614, que “está peor que el de Obrero Mundial, pues éste además de que fue vendido por la Federación debido al mal estado de su estructura y la imposibilidad de pagar su reparación, fue adquirido como terreno, y el actual propietario sólo efectuó labores de mantenimiento, pero no atendió el problema que presenta la estructura del inmueble”.

Los trabajadores afectados denunciaron que tanto Jorge Robles, coordinador administrativo de la DGEI, como Cabrera Bastos “nos informaron que el poco mobiliario que permanece en el edificio de Azafrán será dado de baja, pues incluso han llegado al exceso de llevarse el reloj checador, por lo que desde el pasado 23 de octubre firmamos en una libreta nuestra entrada y salida de la jornada laboral”.

Denunciaron que la SEP comenzó a presentar actas administrativas contra los trabajadores que no se presenten a laborar en Cuauhtémoc 614, “por lo que tememos que de un momento a otro quieran desalojarnos, pese a que ya denunciamos ante el TFCA que este inmueble tampoco reúne las condiciones de seguridad mínimas”.

 
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