Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 4 de noviembre de 2007 Num: 661

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

El verdadero humor
es cosa seria

RODOLFO ALONSO

Sensación académica
KIKÍ DIMOULÁ

Max Aub: juegos narrativos en Juego de cartas
JOSÉ R. VALLES CALATRAVA

La flor de fuego: Leonora Carrington 90 aniversario
ELENA PONIATOWSKA

Entre Rembrandt
y Van Gogh

RICARDO BADAB

Leer

Columnas:
Señales en el camino
MARCO ANTONIO CAMPOS

Las Rayas de la Cebra
VERÓNICA MURGUíA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

Corporal
MANUEL STEPHENS

El Mono de Alambre
NOÉ MORALES MUÑOZ

Cabezalcubo
JORGE MOCH

Mentiras Transparentes
FELIPE GARRIDO

Al Vuelo
ROGELIO GUEDEA


Directorio
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Rogelio Guedea
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Los pasos sin rastro

Salí del hotel cercano a una avenida transitada y fui andando hasta la estación Samsung. El cielo de Seúl tenía una delgada entretela plomiza bajo unas nubes que se estaban por llover. Por eso quizá compré un paraguas al entrar al metro y, por eso quizá, subí el cuello de mi chaquetón hasta el ras de mis orejas. Abordé el trenecillo sin saber el rumbo que seguiría. O si acaso lo sabía no lo recordaba. Lo cierto es que de pronto me encontré en medio de una multitud de coreanos que me auscultaban con unos ojos aviesos y chispeantes. Casi sin quererlo, empecé a pensar en el destino de cada uno de los tripulantes que me rodeaban. Pensaba en sus pasos, sobre todo. Los pasos que dieron sin siquiera yo presentirlos y los que darían cuando apenas abandonara ese país. Un vagón de trenecillo hecho de muchas vidas que apenas se habían cruzado un par de veces. Y yo, con mis pasos, en medio de tantos y de tanto, sin rumbo y sin esquinas. En una estación cualquiera me levanté de mi asiento y abandoné el vagón. Salí a una avenida transitada parecida a la avenida del hotel donde me hospedaba. La gente iba y venía. La lluvia había empezado por fin a caer. Entonces avancé algunos pasos y, a ciegas con los ojos abiertos, desaparecí sin dejar rastro (ni de pasado, ni de porvenir) entre el tumulto de gente.