Sobrellevé las acciones frente a Rocky
Ante Pacquiao sería un pleito de honor: Márquez
Desde el cuarto y quinto episodios, Juan Manuel Márquez supo que estaba dominando a Ricardo Rocky Juárez el sábado anterior en Tucson, Arizona, cuando defendió con éxito su título superpluma del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
El monarca de 34 años de edad, quien regresará al país este martes, comentó vía telefónica que no podía confiarse en el dominio que estaba ejerciendo, “por lo que hice caso a mi esquina (Ignacio Beristáin) y me decidí por hacer una pelea inteligente, sobrellevando las acciones, sobre todo porque me resentí un poquito de la mano derecha y no quería arriesgarme”, explicó.
El apodado Dinamita apuntó que “las peleas no siempre se ganan con golpes, sino también con inteligencia, por eso preferí boxearle, seguir en la batalla sin que me pegara, y fue así como me llevé la victoria” por decisión al final de la contienda.
Y aunque a su mánager veracruzano le hubiera gustado verlo con mayor movilidad de cintura, Márquez Méndez supo conducir el combate, “y mira que, al final, me alcanzó con lo que hice para salir con el triunfo, aunque pues sí, hubiera podido hacer uso de otros recursos”.
Con una hoja de servicios de 48 triunfos; 35 por la vía rápida, tres derrotas y un empate, el púgil espera dirimir a principios de 2008 con el filipino Manny Pacquiao, quien es el mejor de la división, “porque eso que dicen de que es el devorador de los mexicanos no es cierto, porque a mí no me ha ganado y sé que tengo lo necesario para vencerlo”, anticipó.
Sólo es asunto de que la gente de “Golden Boy Promotions”, de Oscar de la Hoya, consiga que se haga el pleito con el filipino, “porque es una pelea que no sólo quieren ver los promotores, sino la gente en general para que se acabe, de una vez por todas, todo lo que se dice sobre quién es el mejor de los dos”.
Márquez boxeó con Pacquiao el 5 de agosto de 2004 en Las Vegas, pleito que finalizó empatado, por lo que ahora, aseguró, la bolsa a cobrar no es lo de mayor interés, pues se trata de “un pleito de honor y eso sólo se soluciona a golpes”.
Juan Manuel, casado con Éricka Lomelí y padre de Aldo Manuel, Juan Emilio y Alison Natalia, de nueve, dos años y tres meses, respectivamente, insistió en que se mantiene con los pies en la tierra, pero sobre todo debe “seguir igual de humilde y sencillo como siempre, no porque tenga un poco de fama te vas a colgar de eso y echar todo por la borda”.
Pero su carrera no terminará con vencer a Pacquiao, porque el monarca superpluma tiene en mente unificar los cetros de los organismo boxísticos más importantes del orbe, pues tampoco quiere arriesgarse en subir a la división inmediata superior, ya que piensa que daría una ventaja innecesaria a los posibles rivales, “aunque si hay una buena bolsa o es por una pelea de orgullo, me la juego”.