Usted está aquí: martes 6 de noviembre de 2007 Deportes Ansía José Luis Onofre el PND para coronar una exitosa carrera de 30 años

Los entrenadores requieren de mayor capacitación y mejores salarios, clama

Ansía José Luis Onofre el PND para coronar una exitosa carrera de 30 años

Una presea es equivalente a la confianza que depositan en nosotros los padres de los atletas

Rosalía A. Villanueva

Ampliar la imagen María del Rosario Espinoza y José Luis Onofre esperan que sus logros sean recompensados con el Premio Nacional de Deportes 2007 María del Rosario Espinoza y José Luis Onofre esperan que sus logros sean recompensados con el Premio Nacional de Deportes 2007 Foto: Conade

Hace tres años José Luis Onofre recibió el trofeo como el mejor entrenador de taekwondo en el Abierto de Estados Unidos. Ahora es firme candidato para el Premio Nacional de Deportes (PND), distinción a la que es propuesto por segunda vez, apoyado en su larga y exitosa trayectoria que incluye un par de campeonas mundiales: María del Rosario Espinoza y Edna Díaz.

“Todo se lo debo a mis mujeres”, expresa con respeto, sonriente, el técnico de tez morena con acento oaxaqueño que revela el origen de su familia: Huajuapan de León, aunque él nació en la capital mexicana, donde ha hecho escuela en el deporte de las cintas negras con la nueva generación que se perfila a las justas olímpicas de Pekín 2008, Londres 2012 y la cita de 2016.

Sin ocultar el orgullo de estar nuevamente propuesto al PND, lo que representa “una motivación extra y una gran responsabilidad”, el profesor Onofre espera que ahora sí se haga justicia, porque “en la vida hay revanchas”, para así poner “la cereza en el pastel” de una carrera que comenzó hace tres décadas.

Anhela compartir “con María (también candidata al premio como deportista) ese logro”, igual que disfrutaron sus triunfos en el Mundial de Pekín, los Juegos Panamericanos de Río y el Preolímpico de Manchester, donde la sinaloense de 19 años ganó el boleto olímpico en la categoría de más de 67 kilogramos, que deberá confirmar en los controles internos.

Coordinador de la disciplina en el Instituto Politécnico Nacional, con el apoyo brindado por el director Enrique Villa Rivera, quien ha sido “un fuerte impulsor” en la práctica deportiva de alto rendimiento, Onofre hace un llamado a las autoridades para que los entrenadores mexicanos reciban la capacitación adecuada, porque a pesar de las carencias y sueldos bajos han demostrado ante el mundo pelear con las grandes potencias “al tú por tú y hemos vencido” no sólo en el taekwondo, sino también en otras disciplinas.

Resultados de excelencia

Entre sus pupilos destacan el subcampeón mundial Guillermo Pérez, Rodolfo Osornio (bronce del orbe), Alejandra Gaal (monarca panamericana), José Luis Ramírez (tercero en Río de Janeiro) y Erick Osornio, plata en la Universiada de Turquía 2005.

El entrenador confirma que Guillermo Pérez, el joven al que le robaron el combate para dárselo a Oscar Salazar, quien fue un fiasco en los Panamericanos y en Manchester, desplazó al medallista olímpico y buscará uno de los tres boletos a Pekín en el continental de Cali, Colombia, en diciembre.

–¿Ha sido un año redondo para usted?

–El plan del grupo multidisciplinario es que los cuatro clasifiquen a Juegos Olímpicos, que sería la primera vez en la historia. Las mujeres están marcando la pauta (incluye a Iridia Salazar) porque dan la cara por México, no sólo en lo deportivo, sino en todas las áreas, en una competencia sana con los varones.

Onofre comenta que en ocasiones sufre, y más en un deporte de apreciación, por el favoritismo de los jueces. No se lo dice ni lo transmite a sus dirigidos para que no pierdan la concentración, porque un entrenador debe siempre “mantener la cabeza fría para analizar en segundos la estrategia y buscar la ansiada victoria”.

–¿Esas medallas las comparten o el triunfo se lo lleva el deportista?

–Es un conjunto de esfuerzos. Como entrenador somos reconocidos por los padres de familia que tienen la confianza de llevar a sus hijos a nuestras escuelas y creo que eso tiene igual valor que las medallas que se llevan a sus casas, porque detrás de cada deportista hay personas que no se ven, pero aportan parte de su vida para formar campeones.

–¿Hay tiempo para la familia?

–Mi esposa Érika Adriana Sánchez se quedó a un grado en taekwondo, mi hijo Luis Eduardo, de 12 años, fue campeón de la Olimpiada Nacional 2006 y Jimena Pilar, de seis, también lo practica en casa, en el gimnasio que tenemos en Ignacio Mariscal y en diferentes partes de la ciudad o en provincia.

–¿El mayor reto?

–Se han cumplido ciertas etapas, pero el verdadero desafío son las medallas en Juegos Olímpicos, porque a futuro aspiro dirigir la Federación Mexicana” de la especialidad, concluyó el profesionista en administración.

 
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