Usted está aquí: martes 6 de noviembre de 2007 Mundo Las reformas chavistas, “un golpe de Estado”: ex ministro de Defensa

El general retirado Raúl Isaías Baduel llama a mantener intacta la Constitución de 1999

Las reformas chavistas, “un golpe de Estado”: ex ministro de Defensa

En abril de 2002 el militar encabezó las acciones para liberar a Hugo Chávez tras la asonada

Quitarse las “caretas” fortalece el proceso político, sostiene el vicepresidente de Venezuela

Afp, Dpa y Reuters

Ampliar la imagen Raúl Isaías Baduel, ex ministro de Defensa venezolano, con un ejemplar de la Constitución poco antes de pronunciarse ante la prensa en contra del proyecto reformista del presidente Hugo Chávez, ayer en Caracas Raúl Isaías Baduel, ex ministro de Defensa venezolano, con un ejemplar de la Constitución poco antes de pronunciarse ante la prensa en contra del proyecto reformista del presidente Hugo Chávez, ayer en Caracas Foto: Reuters

Caracas, 5 de noviembre. El general retirado Raúl Isaías Baduel –hasta julio pasado ministro de Defensa y amigo cercano del presidente Hugo Chávez– declaró hoy que la iniciativa de reformas constitucionales que serán llevadas a un referendo el 2 de diciembre próximo en Venezuela, constituyen un “golpe de Estado”.

En respuesta, el vicepresidente Jorge Rodríguez afirmó que el retiro de caretas “no hace más que fortalecer el proceso político”.

Las declaraciones del general retirado “deben ser respetadas en  su condición de vocero de la oposición”, aunque “espero que no sucumba a los llamados a la violencia”, dijo Rodríguez en una breve declaración sobre las afirmaciones de Baduel, al inicio de la campaña opositora por el no al referendo que pondrá a consideración de los ciudadanos la aprobación o el rechazo del conjunto de cambios y adiciones a los 350 artículos de la Constitución de 1999.

La reforma constitucional impulsada por Chávez introduce, entre otros puntos, la relección continua y extiende a siete años los periodos presidenciales; formula nuevas formas de propiedad social; crea los poderes populares comunitarios y comunales (conjuntos de comunidades), como base de la organización del Estado; reduce de ocho a seis horas la jornada laboral, y elimina la autonomía del Banco Central.

Baduel, quien pasó a retiro en julio pasado al cumplir su periodo regular de servicio, se declaró partidario de mantener intacta la Constitución de 1999, surgida de las propuestas formuladas por el Movimiento Revolucionario Venezolano V República, del que fue cofundador junto a Chávez, y el cual ganó las elecciones de aquel año para acabar con medio siglo de gobiernos repartidos entre los democristianos de Acción Democrática (AD) y los socialdemócratas del Comité de Organización Político Electoral Indpendiente (COPEI).

En una de las críticas presentadas durante una conferencia de prensa, Baduel rechazó las modificaciones propuestas al artículo 328 que se refiere a la función y las atribuciones de las fuerzas armadas.

Baduel leyó el artículo original y el sancionado recientemente por la Asamblea Nacional, que entraría en vigor en caso de aprobación en el referendo.

“La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la Nación (...) En el cumplimiento de sus funciones está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna”, dice el 328 vigente.

“La Fuerza Armada Nacional constituye un cuerpo esencialmente patriótico, popular y antimperialista (...) está organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la Nación, defenderla de cualquier ataque externo o interno y asegurar la integridad del espacio geográfico mediante el estudio y la aplicación de los principios de defensa integral y la guerra popular de resistencia, la cooperación en tareas de mantenimiento de la seguridad ciudadana y del orden interno, así como la participación activa en planes para el desarrollo económica, social, científico y tecnológico. En cumplimiento de su función, estará siempre al servicio del pueblo venezolano en defensa de sus sagrados intereses y en ningún caso al de oligarquía alguna o poder imperial extranjero”.

Más tarde, la presidenta de la Asamblea Nacional, Cilia Flores, sostuvo que “Baduel se pone del otro lado de la acera, con los argumentos más radicales que tienen estos sectores (opositores): es un traidor, y el pueblo aquí repudia a los traidores y mucho más a una persona que se le ha visto al lado del presidente Chávez”.

Baduel instó a civiles y militares a estudiar a fondo el proyecto y señaló que los cambios constituyen más que una reforma “una transformación del Estado en un modelo diferente del país, que puede quitar poder al pueblo”.

El ex ministro saltó a la escena política nacional durante el golpe de Estado contra Chávez el 11 de abril de 2002, cuando encabezó la acción militar respaldada por un masivo movimiento popular cuyo objetivo fue liberar al presidente detenido por los golpistas en la isla de Orchilla.

Hasta allá fueron los helicópteros a rescatar a Chávez para acabar en 48 horas con la asonada respaldada por la cúpula empresarial y medios locales como RCTV (a la que no se renovó su concesión para señal abierta en junio pasado) así como medios estadunidenses y europeos.

El domingo, al iniciar la campaña por el , Chávez había alertado a la población sobre la posibilidad de que “algunas figuras” se pasaran al bando de la oposición.

En este contexto, estudiantes de tres universidades privadas en Caracas y de instituciones educativas públicas en las ciudades de San Cristóbal, Mérida y Barquisimeto realizaron protestas a las puertas de sus respectivas casas de estudio en rechazo a la reforma constitucional.

Las movilizaciones universitarias formaron parte de las acciones de los opositores a los cambios que serán sometidos a referendo el próximo 2 de diciembre, tras varios meses de preparación en la Asamblea Nacional.

Representantes de estudiantes que se oponen a las modificaciones constitucionales divulgaron hoy un comunicado en el que informaron que marcharán este miércoles hasta la sede del Tribunal Supremo de Justicia para solicitar la postergación de la consulta popular hasta febrero.

Para el referendo se tiene previsto que los ciudadanos aprueben o rechacen el conjunto de cambios constitucionales, que incluye artículos adicionales a los 350 existentes en la Constitución de 1999, así como modificaciones a algunos de los ya vigentes. Chávez hizo 33 propuestas hace dos meses, pero tras el debate en el Legislativo la cantidad de iniciativas aumentó a 69.

En el comunicado, los estudiantes señalaron que “la lucha no es contra un gobierno, persona o coyuntura”, sino “en favor de derechos, principios y valores que deben fundamentar cualquier proyecto político que se quiera instaurar”.

En Caracas, estudiantes de las universidades Metropolitana y Santa María cerraron la circulación en una vía rápida que conduce a zonas céntricas de la capital para mostrar su repudio al anuncio hecho el domingo por Chávez, en el sentido de que el gobierno no autorizará nuevas manifestaciones que causen daños en la ciudad, como ocurrió la semana pasada.

Al iniciar la campaña en torno al referendo, las fuerzas de oposición se encuentran divididas.

El sector más radical, que propone la abstención para “deslegitimar” la Carta Magna, gira en torno a AD y el Comando de la Resistencia (impulsores del boicot a las legislativas que dejó sin representación a los opositores en la actual legislatura). Otro grupo opositor, que promueve el no, está formado por los partidos Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo y COPEI, respaldaron la candidatura presidencial de Manuel Rosales, quien perdió frente a Chávez.

 
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