Usted está aquí: martes 13 de noviembre de 2007 Opinión Itacate

Itacate

Marco Buenrostro y Cristina Barros
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Feria campesina

Tres días de Feria Nacional Campesina en el Zócalo, tres días de convivencia con productores venidos de distintos lugares del país. Ahí se podían encontrar los tradicionales quesos enchilados de Zacatecas y algunos quesos de cabra de reciente creación. Muy sabrosos también los quesos panela de Tlaxcala, los tradicionales quesillos de Oaxaca, así como el amarillo de Chiapas.

Había chocolate en tablillas y en forma de bolas de Oaxaca y Chiapas. También distintas marcas de café orgánico, que han ingresado en los mercados de precio justo en México y fuera del país.

De Misantla podían adquirirse bolsitas de cachichines. Esta semilla de cáscara dura, se da en el árbol del mismo nombre; en otros lugares de conoce como cacaté (Oecopetalum mexicanum). Hay que saberla tostar para que se pueda apreciar bien su sabor sin que se amargue.

Francisco Santamaría consigna en su Diccionario de mejicanismos, que etimológicamente esta palabra proviene del maya y está compuesta por kaj, que significa amargo, e ichim que es maíz. Respecto de cacaté, el Diccionario enciclopédico veracruzano registra como origen las palabras caj caj, amargo, y te, árbol. Ambas muestran la presencia maya en esa región de Veracruz.

En Los Tuxtlas, los productores aprovechan el fruto de un arbusto silvestre llamado chagalapolin; se da en racimos y su sabor recuerda el agridulce del arándano. Con él preparan mermelada, vino y agua fresca.

Hace apenas un mes en Jáltipan, que se ubica en las Llanuras de Sotavento, tuvo lugar una feria campesina. Surge de una antigua tradición; la gente de ahí y de las comunidades vecinas se congrega una vez al año para intercambiar semillas para la siembra. De esta manera han logrado conservar las semillas madre. También preparan por allá sabrosas hojuelas de yuca.

De Papantla se podían probar los chabacanes de maíz, sal y manteca, así como el dulce de cacahuate y de pinole con piloncillo; se muelen en el metate y se compactan para formar panecillos. El pinole de toda la región es de muy buen sabor; se hace con maíz blanco de poco almidón.

Estuvieron presentes además productores de frijol de Zacatecas; hubo frijol nuevo bayo, flor de mayo y negro. Los productores de arroz del Valle de Antúnez, en Michoacán, trajeron arroz Lombardía.

Miel de Putla, Oaxaca, buen mezcal, higos en almíbar y huevos de granja del grupo Océlotl, frutas como la llamada noni, de Guerrero, cuyas propiedades curativas están siendo probadas, moles de Atocpan, en Milpa Alta, dulces cubiertos de Xochimilco, tamales oaxaqueños para llevar, diversos guisos, todos muy buenos; alegrías y pepitorias fueron algunas de las golosinas que concurrieron en la feria.

Oxfam, Greenpeace y Grupo de Estudios Ambientales presentaron música, libros, fotografías, videos; junto con las organizaciones campesinas mostraron su apoyo al maíz, a los productores y a los consumidores.

La alegría y lo concurrido de este encuentro entre campo y ciudad, muestran que es una experiencia que habrá que repetir. La entrevista con Rodrigo Martínez sobre cocina mixe será otro cantar.

 
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