Califica el incidente en Santiago de Waterloo ideológico
Alerta Fidel Castro sobre un posible asesinato de su aliado en Caracas
La Habana, 13 de noviembre. El presidente Fidel Castro alertó hoy sobre un posible asesinato de su aliado Hugo Chávez, en un escenario en el que se mezclan los efectos del choque con España y el curso de la campaña por la reforma constitucional en Venezuela.
“Es imposible apartarse de la impresión de que el imperio y la oligarquía se esmeran por conducir a Chávez a un callejón sin salida, poniéndolo fácilmente al alcance de un disparo”, dijo Castro en un artículo difundido el martes.
El líder cubano fue muy parco en su argumentación pero trazó un vínculo entre dos fenómenos: por un lado, las secuelas del choque verbal de Chávez con el rey Juan Carlos y el presidente español José Luis Rodríguez Zapatero; por otro, la necesidad política del mandatario venezolano de hacer una intensa campaña por su proyecto de reforma.
Castro pareció sugerir que, estando en el centro de una polémica, ahora internacional, Chávez se ve presionado a fortalecer su campaña interna, incluso acudiendo a movilizaciones masivas y se ha colocado, así, en una situación vulnerable.
Cuando Chávez regresó el domingo a Caracas, tras la cumbre iberoamericana de Santiago, y quiso aparecer ante multitudes, “comprendí con absoluta claridad que, dadas las circunstancias actuales y la victoria ideológica de gran trascendencia obtenida por él, un asesino a sueldo del imperio, un oligarca envilecido (…) o un perturbado mental, podrían poner fin a su vida”, señaló Castro en su artículo.
Con “la victoria” Castro aludió al incidente del sábado en Santiago. El domingo calificó de “demoledora” la intervención de Chávez frente a los españoles y hoy dijo que se trató de un “Waterloo ideológico”.
Aunque en otras ocasiones se ha referido al posible asesinato de Chávez, el líder cubano fue esta vez insistente. “La victoria no se debe convertir en terrible revés sino en victoria mucho mayor”, subrayó Castro, y aconsejó al mandatario venezolano “no jugar todos los días a la ruleta rusa o al cara o cruz de una moneda” y mejor recurrir a la televisión en la campaña.
Castro no elaboró más allá de la coyuntura, pero su evocación de un “terrible revés” puede apuntar no sólo al impacto de un magnicidio en Venezuela, sino a las interrogantes que abriría un supuesto semejante para la región y para Cuba.
Venezuela es la pieza principal de la reinserción económica internacional de Cuba, tras la crisis de la década pasada. Entrega cerca de la mitad del consumo de la isla en petróleo y derivados, con un financiamiento blando; es un mercado estable para la oferta cubana de servicios, principalmente médicos y es el socio de La Habana en proyectos estratégicos, como la rehabilitación de una refinería y el tendido de una línea de fibra óptica para telecomunicaciones.