Usted está aquí: jueves 15 de noviembre de 2007 Política Integrantes del FAP refrendan alianza y ratifican su apoyo a López Obrador

Dan a conocer un plan de acción rumbo a las elecciones de 2009 y 2012

Integrantes del FAP refrendan alianza y ratifican su apoyo a López Obrador

Anticipan que respaldarán a un solo candidato en los próximos comicios presidenciales

El frente se fortalecerá para ser la primera fuerza en el Congreso de la Unión, señalan

Alma E. Muñoz

El “gobierno legítimo” de México y los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Convergencia refrendaron ayer la unidad del Frente Amplio Progresista (FAP) y redefinieron un plan de avance electoral rumbo a 2009 y 2012, trabajado de manera conjunta con Andrés Manuel López Obrador, donde resalta el compromiso de las tres fuerzas políticas de ir juntas en los comicios venideros.

A un año de la integración del FAP, los tres partidos ratificaron su apoyo al ex candidato presidencial, a quien consideraron “líder indiscutible” del movimiento del cual forman parte; reiteraron su respaldo a la Convención Nacional Democrática, y su rechazo al gobierno de Felipe Calderón.

En conferencia de prensa, dirigentes de PT, PRD y Convergencia, junto con la coordinación política del FAP y José Agustín Ortiz Pinchetti, en representación del “gobierno legítimo” de México, dieron a conocer el plan de acción que rumbo a 2012 definieron desde hace varias semanas, y dejaron en claro que no hay riesgo de ruptura del frente. Y hasta anticiparon que apoyarán a un solo candidato en las elecciones presidenciales de ese año.

Manuel Camacho Solís dio lectura al documento de seis cuartillas, que fue signado por López Obrador. Sostuvo que todos están convencidos que la izquierda y las corrientes progresistas tienen una amplia posibilidad de ganar las elecciones presidenciales de 2012, “si mantienen su unidad, se acercan y representan a los ciudadanos y a las causas del pueblo, y son capaces de convertir la esperanza de la sociedad en resultados electorales que cambien la correlación de fuerzas”.

Indicó que buscarán, de manera conjunta, “recuperar la mayoría que nos fue arrebatada en las elecciones de 2006”, sin que ello signifique, aclaró por separado Ortiz Pinchetti, que “nos estemos lamiendo las heridas”, cuando estamos construyendo un gran movimiento.

De acuerdo con el texto, el FAP se fortalecerá para ser primera fuerza en el Congreso de la Unión; ganar elecciones de gobernador en aquellos estados donde la izquierda ha logrado un crecimiento significativo, y mantener la mayoría en las entidades y municipios donde han obtenido triunfos. También, fortalecer los órganos de dirección de los partidos que lo integran, y hacer una revisión inmediata de sus estatutos.

Además, promover reformas a las legislaciones locales para evitar que se vulnere el derecho de libre asociación, y “remover obstáculos para la creación de frentes electorales”, para así ir en coaliciones, situación sobre la cual enfatizó el presidente del PT, Alberto Anaya.

Camacho Solís enfatizó que los integrantes del FAP “hemos convenido en la necesidad de reconocer los cambios ocurridos en la conciencia ciudadana, reposicionar al movimiento progresista, asegurar su unión, mejorar su desempeño electoral y ampliar las alianzas para hacer posible la transformación de México”.

En el anuncio hecho en un hotel de la ciudad de México estuvieron presentes Camilo Valenzuela, Alejandro Encinas y Jesús Ortega, tres de los cuatro aspirantes a presidente nacional del PRD; faltó el senador Ricardo Monreal, quien se encontraba, se informó, preparando la denuncia penal que ayer interpuso López Obrador ante la Procuraduría General de la República por la tragedia de Tabasco.

Carlos Navarrete, coordinador de los senadores perredistas, expresó a su vez que el anuncio servirá para profundizar el trabajo de los tres partidos en el Congreso de la Unión, mientras el secretario general del sol azteca, Guadalupe Acosta Naranjo, dejó claro que todo forma parte de un movimiento amplio y plural, donde nadie impone visiones.

Y aunque ratificó que respaldarán a los gobiernos que emanen del FAP y/o de las fuerzas que lo integran, aclaró que los mismos “tienen la obligación constitucional de tener relaciones con las distintas esferas” del gobierno federal, “aunque para nosotros Calderón sigue siendo ilegítimo, sin que ello signifique una señal de división”.

 
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