Usted está aquí: miércoles 21 de noviembre de 2007 Política Recibe doña Amalia Solórzano la mayor condecoración civil que otorga España

El nexo con México “atraviesa quizá el mejor momento de su historia”, dice diplomática

Recibe doña Amalia Solórzano la mayor condecoración civil que otorga España

La secretaria de Estado para Iberoamérica declara zanjado el lance Juan Carlos-Hugo Chávez

José Antonio Román

Ampliar la imagen Lázaro Cárdenas Batel, su hijo Lázaro, Cuauhtémoc Cárdenas, Camila Cárdenas Batel y doña Amalia Solórzano, ayer en la embajada de España Lázaro Cárdenas Batel, su hijo Lázaro, Cuauhtémoc Cárdenas, Camila Cárdenas Batel y doña Amalia Solórzano, ayer en la embajada de España Foto: Jesús Villaseca

El gobierno de España condecoró con la Gran Cruz de la Orden de Carlos III a doña Amalia Solórzano viuda de Cárdenas, por su trascendente papel en el recibimiento de miles de españoles exiliados que debieron huir de su país durante la Guerra Civil en esa nación, a finales de la década de los años treinta.

La condecoración, creada en 1771, es el más alto reconocimiento civil que se otorga en ese país ibérico a nacionales o extranjeros en casos excepcionales; fue entregada por la secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, en un acto en la residencia diplomática, en el que destacó que este reconocimiento se da en un momento en que las relaciones diplomáticas bilaterales “atraviesan quizá el mejor momento de su historia” en todos los ámbitos.

Recordó que en el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas miles de españoles simpatizantes del lado republicano hallaron refugio en México entre 1936 y 1939, y que muchos terminaron por permanecer en el país, aportando lo mejor de ellos en sus respectivas actividades.

Mencionó que Amalia Solórzano, en ese entonces esposa del presidente de México, tuvo un papel trascendente en la acogida de más de 456 niños españoles que el 7 de junio de 1937 llegaron a México procedentes de un país en guerra, y que hoy se conocen como los niños de Morelia, ciudad que los recibió y en la que muchos se quedaron a vivir.

Doña Amalia, hoy de 95 años, fue integrante, junto con otras mexicanas, del Comité de Ayuda a los Niños del Pueblo Español, fundado en 1936, que tramitó ante el gobierno del presidente Cárdenas la solicitud del Comité Iberoamericano de Ayuda al Pueblo Español, con sede en Barcelona, para recibir a estos menores.

Ante doña Amalia, quien estuvo acompañada por el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y Lázaro Cárdenas Batel, la funcionaria española mencionó que este reconocimiento tiene lugar en el año en el que también se celebra el 30 aniversario del restablecimiento de las relaciones entre México y España.

“Sobre los méritos que concurren en doña Amalia para recibir el más importante reconocimiento que concede España, tampoco caben dudas. Me gustaría que en México se tuviera plena conciencia de lo que para los demócratas españoles representan los nombres de Lázaro Cárdenas y Amalia Solórzano; cómo su participación en momentos críticos de la historia de mi país ha quedado grabada en nuestra memoria. Cómo su gesto aún se percibe como un oasis de humanidad entre tanta barbarie”, dijo.

En la residencia del embajador Carmelo Angulo se dieron cita funcionarios públicos, intelectuales, políticos, académicos y empresarios, ante quienes la secretaria de Estado reiteró la solidaridad del gobierno y pueblo españoles con los afectados por las inundaciones en Tabasco y su compromiso por quienes, dijo, “siempre han estado a nuestro lado y nos han ofrecido la ayuda generosa y desinteresada”.

Cuauhtémoc Cárdenas agradeció en nombre de su madre el haberle concedido la condecoración. Dijo que constituye un reconocimiento a lo que ha hecho doña Amalia durante su vida, que ha estado vinculada siempre a las causas de la justicia, la igualdad, la democracia y la paz.

Previamente, en conferencia de prensa, en la misma residencia, la funcionaria aseguró que España considera “zanjado” el incidente entre el rey Juan Carlos y el presidente venezolano, Hugo Chávez, en la 17 Cumbre Iberoamericana, y no altera las relaciones con los países latinoamericanos.

“Cuando hay un incidente verbal es mejor que se quede en eso y no seguir una escalada de declaraciones que no conducen a nada. No hay interés en intercambiar declaraciones”, dijo Jiménez.

Insistió en que no existen motivos de fondo para que España considere que hay conflicto con el gobierno de Chávez, y sostuvo que las cumbres iberoamericanas están “más consolidadas que nunca”, por lo que “un incidente no puede ser la medida que diga si ésta va bien o mal”.

 
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