Plantón contra fallo de la Junta en favor de Piso 51
Integrantes de la Unión Nacional de Trabajadores de la Industria Gastronómica de la CROC realizaron ayer un plantón frente a las instalaciones de la Torre Mayor, para protestar contra el fallo de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA), la cual “invalidó” el emplazamiento a huelga interpuesto contra la empresa Negocios de Altura, propietaria del exclusivo Club Piso 51, cuyo socio mayoritario es Alberto Cinta, ex candidato del Partido Nueva Alianza al gobierno capitalino.
Justo a la hora en que se iniciaría la huelga, es decir, a mediodía, cerca de 500 trabajadores de la industria gastronómica reunidos a las afueras de la Torre Mayor advirtieron que “radicalizarán” las acciones hasta lograr la firma de un contrato colectivo que norme las relaciones obrero patronales y permita al personal del citado club, el cual da servicio a 600 socios y ofrece servicios de spa, gimnasio, restaurante, bar, suites, salas de juego y esparcimiento– acceder siquiera al pago de un salario mínimo y prestaciones previstas en la ley.
Con el uso de altavoces, cartulinas y mantas, los trabajadores pusieron en duda la integridad de las autoridades de la junta, descalificaron el fallo favorable a Cinta y amenazaron con instalar un plantón permanente frente al acceso principal de la Torre Mayor en demanda del derecho de sindicalización.
Previo al mitin, los inconformes acordaron ocupar sólo la acera principal a fin de no provocar problemas de tránsito, los trabajadores desfilaron en círculo frente a la Torre Mayor, que a esas horas ya era custodiada por 17 uniformados, personal de seguridad y siete patrullas de Protección Ciudadana de la SSP capitalina.
Al grito de “juniors explotadores”, los trabajadores exigieron un trato digno y exhibieron una pancarta en la que se leía “En el Club Piso 51 los trabajadores no tienen derecho a nada”. Asimismo, dieron a conocer que el citado club –cuya membresía cuesta 150 mil pesos– “ya se dieron los primeros despidos de trabajadores que pretendieron organizarse sindicalmente”.
Los trabajadores aseguraron que llegarán “hasta las últimas consecuencias, porque la ley nos asiste para contar con un contrato colectivo que garantice un trato respetuoso y el pago de un salario decoroso” y amagaron con realizar nuevas protestas.