Usted está aquí: miércoles 28 de noviembre de 2007 Cultura Protestan varios grupos artísticos del Centro Cultural Ollin Yoliztli

La Secretaría de Cultura insiste en “el diseño de una nueva política pedagógica”

Protestan varios grupos artísticos del Centro Cultural Ollin Yoliztli

Atrilistas de la OFCM y docentes piden la “inmediata intervención” de Marcelo Ebrard

Se busca revertir prebendas y favoritismos, señala el coordinador de Educación

Ángel Vargas y Arturo Jiménez

La Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal afirmó ayer que no dará “vuelta atrás en el diseño de una nueva política pedagógica” para las escuelas y centros educativos que dependen del Centro Cultural Ollin Yoliztli (CCOY).

El anuncio fue hecho en el contexto de las protestas de distintos grupos artísticos en torno a la problemática que priva en ese centro cultural y la cual emergió a la luz pública a raíz del conflicto que atraviesa la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM).

Reunidos el viernes pasado, atrilistas de la agrupación y docentes de ese centro solicitaron al jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, su “inmediata intervención” y la destitución de la secretaria de Cultura, Elena Cepeda, quien, aseguraron, no ha querido recibirlos y ha mostrado autoritarismo, parcialidad y desconocimiento de los temas culturales.

Como una respuesta institucional, el titular de la recientemente creada Coordinación de Educación Artística de la secretaría, Antonio Hernández, atribuyó este martes que la actual problemática del CCOY se debe a que en la pasada administración de éste “se mantenían prebendas y favoritismos, así como pagos a personal cuya asistencia era irregular”, que ahora, indicó, buscan ser preservados por un grupo de maestros y alumnos.

Aseguró que, a pesar de esas resistencias e intereses, la coordinación que encabeza se mantiene firme en diseñar y operar estrategias de intervención para el fortalecimiento de la vida académica y artística de las escuelas, programas, agrupaciones y grupos residentes del centro Ollin Yoliztli.

Anunció, asimismo, la instalación de mesas de diálogo con los grupos de inconformes, para despejar las dudas surgidas en este proceso recientemente iniciado, ya que incluso algunos de ellos, dijo, sienten que su empleo está amenazado y actúan con el supuesto de que podrían perderlo, sin que ello sea verdad.

Quejas de estudiantes

El coordinador de Educación Artística dio a conocer diversas quejas interpuestas incluso ante la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, en las que algunos estudiantes acusan a profesores de intimidación y acoso académico, según se consigna en un comunicado oficial.

Afirmó que todos estos casos serán aclarados, por lo cual no se dará marcha atrás en la renovación y fortalecimiento del sistema educativo que propone la Secretaría de Cultura.

Cabe recordar que el viernes pasado un grupo de docentes de ese centro se sumó a la conferencia de prensa convocada por músicos de la OFCM para exponer su versión respecto de la problemática que aqueja a la agrupación.

En esa reunión se acusó que en el CCOY actualmente existe acoso de trabajadores, duplicidad de funciones y exceso de funcionarios con sueldos superiores a 200 mil pesos, además de que se denunció a la titular de la Secretaría de Cultura por las presuntas anomalías ya mencionadas.

Uno de los abogados de los músicos de la filarmónica capitalina abundó en el tema y consideró que “los errores de Cepeda”, entre ellos recibir sólo a un grupo de los atrilistas en pugna, habían logrado unir, “por primera vez”, a los trabajadores de la orquesta y de otras áreas del CCOY, y que las diferencias y demandas se solucionarían de manera legal.

En un documento enviado a este diario, docentes, administrativos y usuarios del centro cultural argumentan que no han podido establecer “un diálogo eficiente” con Antonio Hernández, en quien Cepeda delegó la tarea de negociación con los grupos artísticos, por lo cual solicitan “la remoción” de la funcionaria, y agregan que la titular de la Secretaría de Cultura “ha dado muestras, en todos los niveles, de su desconocimiento del terreno de la cultura”.

 
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