Usted está aquí: domingo 2 de diciembre de 2007 Estados Campesinos e indígenas de Chihuahua rechazan siembra de maíz transgénico

Representantes de 20 comunidades se declaran en “custodia permanente” del grano

Campesinos e indígenas de Chihuahua rechazan siembra de maíz transgénico

Exigen medidas cautelares para evitar la contaminación de diversos cultivos nativos

Greenpeace investigará la supuesta presencia de semillas modificadas en esa entidad

Miroslava Breach Velducea (Corresponsal)

Ampliar la imagen Productores tarahumaras muestran diferentes especies de  maíz nativo Productores tarahumaras muestran diferentes especies de maíz nativo Foto: Miroslava Breach

Ejido Bacabureachi, Chih., 1º de diciembre. Productores de más de 20 comunidades tarahumaras y tepehuanes de la sierra de Chihuahua se declararon en “custodia permanente” del maíz nativo de esa región –que está perfectamente adaptado a la tierra y las condiciones climáticas de la zona serrana– y compartieron experiencias y técnicas de cultivo para proteger la semilla de las variedades transgénicas.

Durante la tercera Feria del Maíz que se realizó en este ejido indígena, localizado a 180 kilómetros de la capital del estado, ejidatarios, pequeños productores e investigadores rechazaron las propuestas de agricultores del estado de que se autorice la siembra de transgénicos para aprovechar el mercado de agrocombustibles, de alta demanda en Estados Unidos y Europa.

Autoridades tradicionales y agricultores de las comunidades de Cerocahui y Bacajípare, municipio de Urique; Chinatu y Santa Tulita, en Guadalupe y Calvo; El Consuelo y Las Lajas, Maguarichi; y Bacabureachi, de Carichi; plantearon poner en marcha medidas cautelares para evitar la entrada de transgénicos que pongan en riesgo las variedades nativas, y pidieron que todo el maíz que ingrese a la sierra tarahumara –como ayuda alimentaria, apoyo para siembra o consumo de animales– cuente con acta de procedencia.

Los productores de tierras altas poseen parcelas de temporal cuya extensión va de una a tres hectáreas y utilizan métodos tradicionales de siembra. La escasez de lluvias generó este año que la mayoría de familias sólo lograran cosechar granos para autoconsumo y muy pocos tendrán granos para la siguiente cosecha.

Bajas reservas para 2008

Marcelino Moreno, rarámuri (tarahumara) del ejido Las Lajas, municipio de Maguarichi, es de los pocos que obtuvo buena reserva para el año próximo. Durante su charla recomendó al resto de indígenas cultivar la tierra “con la luna, como lo hemos hecho siempre, como lo hicieron nuestros mayores, sin químicos y con mucho trabajo”.

En el intercambio de experiencias sobre el cultivo del maíz, los productores se pronunciaron por mantener la siembra de las variedades nativas, utilizar abonos orgánicos y rotar los cultivos, a fin de aumentar la productividad de la tierra y proteger la semilla del grano básico mediante una selección adecuada.

“Que no se nos acabe el maíz, porque si se acaba el maíz se acaba la gente. Es lo que nos da fuerza, no es lo mismo comer tortillas de Maseca (harina de nixtamal) y sopa que comer pinole”, dijo Luz María, indígena de Bacabureachi.

María Teresa Guerrero, de la organización ecologista Asesoría Técnica Comunitaria, informó que durante la Feria del Maíz los indígenas acordaron realizar reuniones de trabajo con la Secretaría de Desarrollo Rural y el Instituto Nacional de Investigación Forestal y Agropecuaria, entre otras dependencias, para analizar propuestas que permitan elegir un sistema de seguridad y protección de las variedades nativas de maíz en la tarahumara.

Señaló que las organizaciones no gubernamentales que están trabajando con las comunidades indígenas han mostrado su preocupación por la falta de interés de instancias y oficinas gubernamentales para proteger el maíz. “Hasta ahora sólo han mostrado compromisos con los empresarios”, afirmó.

Transgénicos en Chihuahua

José Luis Perlasca, integrante de la organizacion ecologista Greenpeace, estuvo en Chihuahua los días 28 y 29 de noviembre para recolectar muestras de maíz y realizar un análisis especializado ante las versiones de organizaciones campesinas (entre otras Agrodinámica Nacional) de que se está permitiendo en esta entidad la siembra de granos transgénicos, lo que les garantizaría a los campesinos hasta 12.5 toneladas por hectárea.

El muestreo se realizó en los municipios de Namiquipa, Nuevo Casas Grandes, Buenaventura y Cuauhtémoc, donde existen grandes extensiones dedicadas a la producción de ese cereal.

 
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