Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 9 de diciembre de 2007 Num: 666

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

Gardel: que 117 años
no es nada

MARCO ANTONIO CAMPOS

Doris Lessing: la crisis
de la identidad

CECILIA URBINA

Entrevista con
Francisco Brines

MIGUEL ÁNGEL MUÑOZ

Leer

Columnas:
Jornada de Poesía
JUAN DOMINGO ARGUELLES

Paso a Retirarme
ANA GARCÍA BERGUA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

La Jornada Virtual
NAIEF YEHYA

A Lápiz
ENRIQUE LÓPEZ AGUILAR

Artes Visuales
GERMAINE GÓMEZ HARO

Cabezalcubo
JORGE MOCH


Directorio
Núm. anteriores
[email protected]

 

Hugo Gutiérrez Vega

SENTIDO CONTRARIO

El libro de Luis Hernández Navarro tiene un propósito muy claro y preciso: a través de inteligentes retratos hablados, entregarnos una amplia nómina de personajes contestatarios que, siguiendo el camino del pensamiento utópico, han buscado las formas de mejorar el mundo y de lograr la instauración de una sociedad más justa, más libre y más igualitaria. En esta nómina figuran tanto mexicanos como extranjeros y aparecen, con singular fuerza, los que más han influido en el pensamiento de Hernández Navarro y en su lucha para que, más temprano que tarde, parafraseando al presidente perpetuo de Chile, Salvador Allende, el hombre nuevo, formado por el pensamiento de izquierda, recorra las grandes avenidas de un mundo concebido desde la perspectiva de un auténtico humanismo. La lectura de estas páginas abre, a pesar de todas las tragedias que nos agobian, una especie de precaria esperanza, pero, sobre todo, una afirmación de que no todo está perdido y de que quedan vivos muchos aspectos recuperables del ser humano.

Ante tamaña esperanza, los Bushes y todos los neoliberales de este mundo, enseñan su cara horrenda, pero también la certeza de que desaparecerán tarde o temprano y de su memoria apenas quedarán las desgarraduras de sus mantos imperiales.

La figura de Efrén Capíz, dirigente de la Unión de comuneros Emiliano Zapata, inaugura el valioso desfile de los contestatarios. Sus fotos con Lázaro Cárdenas y el subcomandante Marcos, hablan de una larga vida de lucha y de una vejez vigilante y entera, a pesar de los deterioros de su salud. El abogado purépecha falleció y dejó como testamento el ejemplo de su actitud vital y de su compromiso con los humillados y ofendidos por la sociedad capitalista. Floriberto Diaz, el intelectual y dirigente mixe entrega a nuestro autor una imagen parecida a la de don Efrén. Ambos supieron dar su sabiduría jurídica a la defensa de los pueblos indígenas, y de sus reivindicaciones Capíz, el sindicalista Julio Macossay y Floriberto inspiraron, en buena medida, este libro dedicado al análisis profundo y riguroso de la figura del contestatario que la sociedad burguesa califica de provocador, de culpable del delito de disolución social e, inclusive, de terrorista y de dinamitero.

Nos cuenta Luis que jugó con la idea de elaborar un santoral de la izquierda. Pablo González Casanova lo convenció de no utilizar esa palabra tan cargada de contenido religioso y tan sospechosa de fundamentalismo y de rigor mortis ideológico. Se inclinó Luis por el concepto de retrato hablado y, de esa manera, dio a su libro una novedad y una seriedad atemperada por la buena prosa y por el refrescante sentido del humor representado admirablemente por ese personaje canonizado por Luis y que lleva el exacto nombre de San Precario.

Advierte Luis que en su libro no hay ensayos provenientes de la política institucional. Las únicas excepciones son Heberto Castillo y Horacio Labastida. “La izquierda partidaria tiene recursos suficientes para ocuparse de los suyos”, afirma nuestro autor que prefiere salirse del canon y entrar en la esfera de los marginales que intentaron cambiar el mundo y humanizar a la sociedad tan dañada moral y físicamente por el capitalismo salvaje y el fundamentalismo de la derecha.

Los personajes de este libro mantienen entre ellos una conversación sobre sus intentos para construir una sociedad más justa. Todos ellos, dirigentes sociales, intelectuales públicos, pensadores indígenas, defensores de los derechos humanos, líderes campesinos, comandantes y subcomandantes, poetas, novelistas, músicos, cineastas, fotógrafos, pintores, altermundistas y ciudadanos de a pie, han tenido una actitud de rebeldía frente al sistema que ha derrotado a las utopías y ha establecido el reino del cinismo y la demagogia. El canonizado Precario, por su parte, hace sus milagros a los trabajadores de tiempo parcial, a las víctimas de la flexibilidad laboral, en suma, a los sobrantes sociales. Hernández Navarro nos cuenta su hagiografía y da testimonio de algunos de sus patentes milagros. San Precario, el profesor y la señorita no son los personajes de ficción de una realidad cada vez más opresora e injusta. Todos los demás forman parte de la cadena de admiraciones y de entusiasmos que Hernández Navarro cultiva y estudia con acuciosidad excepcional. Para el sistema estos “desadaptados” dan muestras de inmadurez (recordemos el absurdo “ya cállate” que el destemplado borbón espetó a Hugo Chávez, presidente legal y legítimo de Venezuela, en la pasada verbena iberoamericana celebrada en Santiago). Hernández Navarro, en cambio, nos habla de la madurez radical de estos contestatarios que quieren, como decía Brecht, “dejar al mundo mejor de como lo encontraron”. De esta estirpe son May Brooks, Valentina Palma, Noam Chomsky, Pablo González Casanova, la Comandante Ramona , el subcomandante Marcos, Rosario Ibarra, John Berger, Evo Morales, Robert Fisk, Edward Said, Manuel Vázquez Montalbán, Heberto Castillo, Arundhathi Roy y todos los retratados en este libro que va también en sentido contrario. El tiempo demostrará que son los neoliberales y los neofascistas los que intentan ocupar los dos carriles del camino. Para evitar que lo logren, Luis nos entrega esta galería de retratos hablados y, con sencillez y elegante prosa, habla de los “desadaptados” que, muchos de ellos, siguiendo las imperecederas ideas de Marx y de Engels, hacen la crítica de la sociedad actual y proponen nuevas ideas que fortalecerán al pensamiento humano.

Gracias, Luis, por circular en sentido contrario. Tus personajes reales o los de ficción recorrerán, así lo indica la coherencia histórica, las grandes avenidas de ese hombre nuevo que saldrá del pantano del sistema actual y luchará por la implantación de la justicia en el clima de la libertad.

[email protected]