Usted está aquí: lunes 10 de diciembre de 2007 Política Los seguidores de Espino, a un lado en la nueva directiva panista

Debemos fijar nuevas metas, afirma Germán Martínez al asumir la presidencia del partido

Los seguidores de Espino, a un lado en la nueva directiva panista

El secretario general, compadre de Calderón

Georgina Saldierna y Alonso Urrutia

En la integración del nuevo Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN que se registró ayer prevaleció el pago de facturas que hizo el dirigente Germán Martínez a los grupos que apoyaron su llegada a la presidencia del blanquiazul. De esta manera no sólo se encuentran calderonistas de toda la vida, sino también militantes de la ultraderecha y de otras expresiones, como la que encabeza Santiago Creel.

También sobresale la presencia de militantes poco conocidos a escala nacional, un mayor número de mujeres, y que los espinistas fueron avasallados. De quienes colaboraron de manera cercana con el ex dirigente Manuel Espino Barrientos sólo quedaron el ex tesorero Marcos Pérez Esquer y los ex secretarios generales Carlos Abascal y José Espina.

Al tomar las riendas del blanquiazul, Martínez Cázares dijo que éste es un CEN fuerte y plural, que recrea todas las tonalidades del azul. “Nadie puede sentirse derrotado ni tiene derecho a sentirse traicionado”, puntualizó.

La cúpula la conforman 40 panistas, 27 de los cuales fueron propuestos por el michoacano y ratificados por el Consejo Nacional, mientras el resto fueron electos por los consejeros de una lista de 30 aspirantes inscritos.

Las propuestas

De los primeros resalta la presencia de los calderonistas Jordi Herrera, quien actualmente se desempeña como subsecretario de Energía; César Nava, secretario particular del presidente Felipe Calderón; la dirigente capitalina, Mariana Gómez del Campo; los diputados federales Obdulio Avila, Rogelio Carbajal y María Elena Alvarez de Vicencio, y la senadora Gabriela Ruiz del Rincón.

También sobresalen las posiciones que Martínez Cázares dio al conservadurismo que lo respaldó, mismas que fueron ocupadas por el gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva; el dirigente del panismo en Jalisco, Eduardo Rosales Castellanos, y el ex secretario de Gobernación Carlos Abascal, entre otros.

Una controvertida designación fue la de Jorge Manzanera, a quien se acusa de haber cometido irregularidades en diversos procesos electorales internos.

Otro destacado militante que se suma a la cúpula del panismo es Javier Corral, especialista en medios de comunicación que dio la batalla contra la ley Televisa.

De los miembros del CEN propuestos y electos por los consejeros sobresalen los senadores José González Morfín, Ricardo García Cervantes, Humberto Aguilar Coronado, Ulises Ramírez y Gustavo Enrique Madero Muñoz; José Espina, quien fue secretario general en la gestión de Espino, y María del Rocío García, presidenta del Inmujeres.

Martínez Cázares anunció que su secretario general será el senador por Coahuila Guillermo Anaya, quien es compadre del presidente Felipe Calderón. En breve entrevista, el legislador rechazó que en su nombramiento haya influido la amistad con el mandatario.

Anaya fue acusado por el gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, de estar ligado al narcotráfico. Al respecto dijo que se reunió con el Ejecutivo estatal y éste le dio una amplia explicación de sus declaraciones, tras lo cual determinó olvidar el tema.

Trascendió que durante la reunión del Consejo Nacional, el nuevo dirigente propuso la designación de Heberto Neblina como tesorero; Mariela López, secretaria de promoción de la mujer; César Jáuregui, coordinador de los diputados locales, y Luis Ernesto Derbez, responsable de asuntos internacionales.


Estamos obligados a modificar nuestras leyes internas, asegura

“El PAN debe recuperar la plaza pública, que han llenado de odio”

Georgina Saldierna y Alonso Urrutia

Con la certeza de contar con el respaldo presidencial para su gestión que inhibió toda oposición a su candidatura, el nuevo presidente del PAN, Germán Martínez, arengó al Consejo Nacional que lo eligió: “los panistas sabemos en la unidad gobernarnos, y porque sabemos hacerlo, vamos a seguir gobernando al país”.

Encumbrado por su designación sin aspavientos, el michoacano proyectó así la preservación en el poder del panismo que ahora dirige, no sin advertir que “la reforma electoral nos obliga a trabajar en tierra y ser más eficientes en el aire. Nos obliga a recuperar la calle y cautivar la inteligencia de los ciudadanos con mensajes creativos, frescos, cercanos a la vida cotidiana”.

Martínez hizo énfasis en la importancia de mejorar la vinculación del panismo con la sociedad, especialmente con el sector juvenil, cuya importancia electoral se refleja en el hecho de que en 2009 se incorporarán al padrón cerca de 9 millones de jóvenes. Para el efecto se requiere una estructura electoral sólida y dinámica.

Con la presencia en el estrado de la esposa del presidente, Margarita Zavala, en su calidad de consejera, hizo un impensable, hasta hace algunos días, reconocimiento a su antecesor, Manuel Espino. “Agradezco su ánimo de unidad que mostró y pido un aplauso de reconocimiento y gratitud”, señaló el nuevo dirigente.

A pesar de los parabienes a Espino, fue inevitable que en el discurso aparecieran todas las diferencias de orden programático que Martínez tiene con el presidente que concluyó su encargo. “No hay tiempo para la autocomplacencia ni para fatalismos. Debemos evaluar en qué estamos fallando, establecer líneas de acción y fijar nuevas metas, sobre todo en el terreno electoral”.

En tal sentido, reivindicando la legitimidad del nuevo Comité Ejecutivo Nacional (CEN), “estamos obligados a modificar nuestras leyes internas”, por lo que asumió que la reforma estatutaria debe continuar su rumbo; sin embargo, postergó su aprobación a efecto de hacerlo coincidir con la discusión de su plan trianual.

Cabe destacar que en la propuesta de reforma estatutaria trabajó una comisión especial integrada por calderonistas, espinistas y gente de otras corrientes, razón por la cual se prevé que el michoacano propondrá pocos cambios al documento.

Frente a senadores, diputados, dirigentes estatales, gobernadores, secretarios de Estado y ex presidentes nacionales, Germán Martínez expuso que la apertura de su partido no debe centrarse en las candidaturas, sino también en la relación con la sociedad. El PAN debe recuperar la plaza pública que algunos de nuestros adversarios han llenado de odio y demagogia, subrayó.

Con la oposición interna allanada ante la cargada calderonista, el michoacano fue cuestionando puntos clave de la gestión de Espino. Por ejemplo, subrayó que será necesario reflexionar sobre los resultados electorales recientes, y diseños estatutarios.

También tocó la agitada vida interna del PAN que hereda de la gestión de Espino, reflejada en una intensa presentación de quejas ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

En este contexto dijo que se pondrá un alto a los conflictos internos, y destacó que el tribunal no decidirá más la vida interna, pues habrá “diálogo tolerante y respetuoso”.

Martínez definió en cinco rubros su plan en la dirigencia: coordinación responsable entre el partido y sus gobiernos, socializando los logros; más cercanía con la sociedad; mayor involucramiento de los jóvenes; contar con una estructura electoral sólida, y superar la crisis de unidad.

Se conoció que entre las primeras acciones que emprenderá destaca la negociación sobre la nueva integración del Consejo General del Instituto Federal Electoral. Trascendió que mantendrá el respaldo que expresamente ha tenido el PAN hacia el ex consejero Mauricio Merino para que alcance la presidencia de ese órgano.

 
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