Usted está aquí: lunes 17 de diciembre de 2007 Estados Alerta en la zona del tapón del río Grijalva por fuertes lluvias

Se afinan detalles para la inminente apertura del canal que permitirá el paso del agua

Alerta en la zona del tapón del río Grijalva por fuertes lluvias

La CFE cierra la presa Malpaso

Nerviosismo y expectación en varias comunidades de Chiapas ante posibles inundaciones

Hay más de 2 mil 700 personas en albergues de 14 municipios

Elio Henríquez (Corresponsal)

Ampliar la imagen Trabajos del canal que permitirá el retiro del tapón que obstruye el cauce del río Grijalva, cuyo costo aproximado será de mil millones de pesos Trabajos del canal que permitirá el retiro del tapón que obstruye el cauce del río Grijalva, cuyo costo aproximado será de mil millones de pesos Foto: Elio Henríquez

Juan de Grijalva, Chiapas, 16 de diciembre. Las fuertes lluvias que cayeron esta tarde en la zona, a consecuencia del frente frío 13, provocaron alerta en la zona del tapón de tierra y piedras que obstruye el cauce del río Grijalva, donde se afinan los detalles para que el martes empiece a correr el agua que desde el 4 de septiembre está estancada debido al derrumbe de un cerro.

La amenaza de lluvias obligó a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a cerrar desde ayer la presa Malpaso, cuyas compuertas fueron abiertas el pasado jueves para que subiera el nivel del agua en el tapón ubicado a la altura del ejido Juan de Grijalva y alcanzara la altura de 95 metros sobre el nivel del mar, que permitirá el escurrimiento.

Sin embargo, la CFE descartó que la lluvia pudiera retrasar el rencauzamiento del afluente –uno de los más caudalosos del país–, previsto para este martes a las 8 de la mañana, pues el canal está prácticamente concluido y los 400 millones de metros cúbicos de agua almacenados ya podrían correr libremente.

De hecho el nivel del agua represada prácticamente alcanzó este domingo el del canal; es decir, 95 metros sobre el nivel del mar. Si no ha pasado es porque las constructoras edificaron un dique de siete metros para impedir que mientras afinaban la obra fluyera el agua, la cual ha empezado a filtrase al inicio del canal.

La mañana del martes una máquina removerá este dique para que empiece a fluir el agua hacia la presa Peñitas, la cual quedó a su nivel mínimo este domingo –a una cota de 76.5 metros–, debido a que desde el 12 de diciembre fueron abiertas las compuertas para que tuviera capacidad de recibir el agua represada, en caso de que el tapón fuera roto abruptamente por la corriente, según informó Luis Toribio Martínez Ramírez, superintendente de esa hidroeléctrica.

Explicó que las autoridades tienen contemplados dos escenarios: que el martes el agua corra por el canal como está previsto y en unos ocho días el Grijalva vuelva a la normalidad, y el otro –el más corto–, que las fuertes corrientes del agua estancada que cada vez presiona más rompan de golpe el tapón, y las aguas vuelvan a su nivel de antes en tres días.

“Las experiencias que se tienen de otros países son de que estos procesos llevan entre tres y nueve días”, comentó. No descartó, como posibilidad lejana, que el tapón quedara sin romperse en pocos días por el agua y ésta no fluyera, en cuyo caso se tendrían que cerrar las compuertas de la presa Malpaso, donde el nivel del agua se ha incrementado considerablemente, pues ha permanecido cerrada desde que se formó el “caído”.

Precedida de fuertes vientos que hacían tambalear las carpas provisionales instaladas a la orilla del río y de una oscurana, la intensa lluvia empezó a caer en esta zona poco después de las 15 horas y esta noche no había cesado, lo que entorpeció los trabajos para afinar la obra.

Durante el día las empresas privadas y públicas que construyeron el canal intensificaron el retiro de la maquinaria –por agua y tierra– que desde hace poco más de cinco semanas comenzó a hacer el canal de 800 metros de largo por 20 de ancho en la parte más baja. Sólo trabajaban las que afinaban los niveles en la canal y los taludes en la parte alta, pero las labores se dificultaron cuando comenzó a llover.

La mayor parte del personal también había sido retirada de la zona del canal, donde se observaba poca gente, incluidos algunos reporteros –muchos de medios tabasqueños– que eran guiados por personal de la CFE a un área restringida para tomar fotografías, sin que hubiera declaraciones de los funcio-narios de la paraestatal que recorrían el sitio.

En la parte alta del canal varios trabajadores construían esta tarde galeras de madera que servirán de miradores para los reporteros y funcionarios –aquí circulan versiones de que si no viene el presidente Felipe Calderón lo hará su secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña– que el martes asistan a ver la apertura del canal, lo que ha comenzado a tomar tintes de reality show.

Los módulos de la CFE, el puesto del Instituto Mexicano del Seguro Social y otras dependencias y empresas fueron retirados o colocados en la parte alta de cerro como medida preventiva.

En decenas de comunidades situadas en la región –pertenecientes a los municipios de Ostuacán y Tecpatán– existe nerviosismo y expectación por la apertura del canal, lo mismo que en buena parte del estado de Tabasco, pues los pobladores, a contrapelo de las autoridades, temen inundaciones por el retiro del tapón que se formó el 4 de noviembre en Juan de Grijalva, cuando se derrumbó el cerro Encantado, que ha dejado 19 muertos y seis desaparecidos.

En la comunidad El Dique, la casa donde estaban las oficinas de la Unión de Producción Pesquera se hundió más de tres metros debido a que el nivel de agua descendió ocho metros por la apertura de las compuertas de la presa Peñitas.

Pobladores dijeron que el hundimiento ocurrió la noche del pasado jueves, cuando empezó a bajar el nivel de agua.

El subsecretario de Protección Civil de Chiapas, Luis Manuel García Moreno, informó que actualmente existen 21 albergues en 14 municipios de Chiapas, a consecuencia del frente frío número cuatro y por el tapón en Juan de Grijalva.

Dijo que hay un total de dos mil 700 personas albergadas que son atendidas directamente por las autoridades, además de otras que decidieron refugiarse con familiares o amigos, y en algunos casos sólo se les apoya con despensas, colchonetas y transporte.

García Moreno aseguró que por lo que toca a las autoridades de Chiapas “ya están dadas las condiciones de seguridad para que la CFE y las empresas que construyeron el canal para rencauzar el río Grijalva dejen correr el agua; ya no hay riesgo para la población”.

Precisó que las personas instaladas en albergues son las que resultaron afectadas por el frente frío cuatro y las que fueron desalojadas en forma preventiva en los días recientes por el próximo destape del tapón ubicado en Juan de Grijalva.

Agregó que el albergue con mayor número de personas es el que está en Tuxtla Gutiérrez, adonde han llegado unos 700 pobladores de comunidades de Ostuacán y Tecpatán, desalojados del jueves al sábado pasados.

Respecto de la situación de los pobladores que salieron en los días recientes, precisó que el acuerdo con ellos fue darles facilidades para que puedan gozar de sus libertades con el apoyo del gobierno.

“Nos comprometimos a darles todas las facilidades pero con orden, lo que quiere decir que no pueden pasar a sus propiedades sin el apoyo de una instancia del gobierno”, manifestó en entrevista.

–¿Está restringido el paso? –se le preguntó.

–El acceso está controlado, y restringido porque no pueden pasar libremente sino es un vehículo oficial –respondió el funcionario estatal.

Comentó que los planes son de que el 22 de diciembre las personas que fueron desalojadas hace unos días en forma preventiva pudieran regresar a sus comunidades, pues se espera que para entonces el nivel del agua en el río Grijalva se haya normalizado, una vez abierto el canal en el tapón.

 
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