Usted está aquí: jueves 20 de diciembre de 2007 Mundo La senadora colombiana Piedad Córdoba denuncia un complot para asesinarla

Afirma que el plan estaría orquestado por un funcionario del actual gobierno

La senadora colombiana Piedad Córdoba denuncia un complot para asesinarla

La administración de Álvaro Uribe le exige dar nombres y formalizar la acusación

Asegura la legisladora estar dispuesta a recibir a los tres secuestrados de la guerrilla

Reuters

Ampliar la imagen La senadora de oposición colombiana, Piedad Córdoba, al hablar con reporteros el pasado miércoles en el Capitolio, en Washington, adonde acudió en busca de apoyo para lograr un canje humanitario con las FARC, no obstante que su labor como mediadora fue suspendida el mes pasado por el presidente Álvaro Uribe La senadora de oposición colombiana, Piedad Córdoba, al hablar con reporteros el pasado miércoles en el Capitolio, en Washington, adonde acudió en busca de apoyo para lograr un canje humanitario con las FARC, no obstante que su labor como mediadora fue suspendida el mes pasado por el presidente Álvaro Uribe Foto: Ap

Washington, 19 de diciembre. La senadora colombiana Piedad Córdoba denunció este miércoles aquí un plan para asesinarla que estaría orquestado por un funcionario del gobierno de su país, el cual reaccionó de inmediato y le exigió revelar la identidad y formalizar la acusación.

En declaraciones durante una visita a Washington en busca de apoyo para lograr la liberación de rehenes en manos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), principal grupo guerrillero colombiano, Córdoba reveló que fue informada sobre el complot.

“Se sabe que hay un plan para asesinarme, que podrían atentar contra mí en Caracas y que el ataque provendría de un alto funcionario del gobierno”, denunció la senadora, una dura crítica del presidente Álvaro Uribe.

Poco después, Bogotá le pidió a la senadora del opositor Partido Liberal revelar la identidad del funcionario que supuestamente ordenó asesinarla y le solicitó hacer la respectiva denuncia para iniciar la investigación criminal.

El alto comisionado para la paz en Colombia, Luis Carlos Restrepo, se declaró asombrado y calificó de “inadmisibles” las declaraciones de la legisladora.

“Para el gobierno resulta por completo inadmisible que se hagan este tipo de declaraciones y por eso le pide a la senadora Piedad Córdoba que revele de manera inmediata ante la opinión pública el nombre del supuesto funcionario que la está amenazando”, dijo Restrepo a periodistas.

“Pedimos prudencia en sus declaraciones para no enrarecer un ambiente que nos debe llevar única y exclusivamente a consolidar el propósito humanitario para la liberación de los secuestrados”, precisó.

El gobierno colombiano también recordó que la senadora disfruta de todas las medidas de seguridad para desempeñar su labor como legisladora en la oposición.

“Me deja aterrado, es una denuncia tan grave que lo único que le pediría a Piedad es que la formalice ante las autoridades judiciales correspondientes”, declaró a su vez el ministro del Interior, Carlos Holguín.

Córdoba admitió que tiene miedo de lo que pueda ocurrir en su contra, pero afirmó que eso no la detendrá en la búsqueda de un acuerdo humanitario en el país andino, afectado por un conflicto civil que ha cobrado miles de vidas durante décadas.

En la conferencia de prensa en Washington, Córdoba expresó su disposición a recibir a los tres rehenes que ofreció liberar las FARC, si así lo designa el presidente venezolano, Hugo Chávez, quien fue apartado –al igual que la senadora– como mediador para un canje humanitario de secuestrados por rebeldes.

“Si se decide que sea yo, lo haré con muchísimo gusto. Nada más emocionante que recibirlos (a los rehenes), pero insisto en que queremos recibir más”, sostuvo Córdoba al aclarar que no sabe dónde ni cuándo se dará la entrega de los secuestrados.

Eso se podría dar en Venezuela, Brasil u otro país, y la ayuda de líderes latinoamericanos será importante en el proceso, agregó.

Las FARC anunciaron el martes que liberarían a Consuelo González, Clara Rojas y su hijo Emmanuel, nacido en cautiverio, y los entregarían al mandatario venezolano, o a quien él designara, como “desagravio” por haber sido apartado por Bogotá de las negociaciones para un canje de secuestrados.

Pese a que el presidente colombiano, Álvaro Uribe, suspendió la mediación de Córdoba y Chávez, ambos mantienen un papel activo ante las FARC para buscar la libertad de 47 rehenes, entre los que se encuentra la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y tres estadunidenses.

Córdoba dijo que no había hablado con Chávez desde que las FARC divulgaron su decisión, pero mencionó que la semana pasada ambos acordaron llevar adelante un plan de trabajo para lograr el canje, aunque sin respaldo oficial de Bogotá.

La decisión de Uribe de suspender la mediación de Chávez y Córdoba provocó críticas de los familiares de los secuestrados y una grave crisis diplomática entre los dos países.

Joe Rosano, madre de Marc Gonsalves, uno de los estadunidenses secuestrados, dijo el martes en una conferencia de prensa conjunta con la senadora colombiana, que tenía “esperanza de que Chávez siga adelante” en la mediación.

 
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