Presenta exposición sobre el tema en el Centro Cultural del México Contemporáneo

El ángel es un poema reflexivo sobre la propia existencia, señala Carmen Parra

En una ciudad como ésta es necesario un respiro para pensar de dónde venimos, asegura

Merry MacMasters

La imagen del ángel equivale a “un pequeño poema reflexivo sobre la misma existencia del hombre”, expresa la artista visual Carmen Parra.

Con más de 25 años de cultivar el tema, Parra se ha vuelto una pintora de ese ser alado, una figura comprensible para todos.

Los ángeles de Parra se refieren básicamente a las formas del arte tradicional mexicano, en especial el barroco. Su reto ha sido integrarlos al mundo contemporáneo.

Las luces de los ángeles, exposición concebida como una propuesta de arte público, a la vez que un homenaje al arte virreinal, fue montada en Plaza Loreto, después itineró en Perú y Brasil.

Parra ya había trabajado en la iglesia de Santo Domingo, con el padre Julián, “un gran protector del patrimonio”.

La muestra ahora está en la Plaza Santo Domingo, en la calle Leandro Valle y adentro del Centro Cultural del México Contemporáneo hasta los primeros días del próximo mes. La exposición se puede visitar también en forma virtual por Internet.

Pero, ¿cómo descubrió el ángel y, en especial, el arcángel, como tema? “Desde niña, entre las pastorelas y las iglesias que visitaba, se me quedó ésta como referencia”, expresa.

En 1982, sin embargo, se concretó cuando hizo ilustraciones para el libro De la pluma al ángel, cuyo punto de partida fue el altar de la Catedral Metropolitana, dedicado a los siete arcángeles.

Según el trabajo de investigación de la artista, “parece que la devoción da los siete arcángeles proviene de Palermo, Sicilia. La Iglesia católica sólo reconoce a tres arcángeles que están en la Biblia: San Gabriel, San Miguel y San Rafael. Los otros ángeles, serafines, querubines y potestades son apócrifos, pero en la evangelización de alguna manera tuvo mucha efectividad la idea de los siete arcángeles y se utilizó en toda América Latina”.

De la pluma al ángel tiene una presentación de Guillermo Tovar de Teresa, en que habla de la capilla en cuestión, así como una selección de textos de autores como Rilke y Alberti, mientras que Alicia Urueta compuso una cantata homónima.

Al trabajar en la Catedral, dice Parra, “se me hizo presente esta especie de cielo en la tierra o la tierra en el cielo, que es el barroco mexicano, entonces empecé a trabajar sobre los ángeles, porque el ideograma simbólico es comprendido por casi todo mundo. Para cualquier persona un ángel es algo agradable, entendible, que lo conecta directamente”.

Si el estudio de los ángeles se ha vuelto algo “muy a la moda, muy presente en este momento de tanta confusión”, la entrevistada reitera que su referencia básicamente es la cultura mexicana, porque hay ángeles new age”.

Parra no ha abordado el tema de manera improvisada, sino con base en el estudio. Explica: “Lo que pasa es que dentro de toda la teología y la literatura, el ángel es una presencia poética. Pero, es una metáfora, es parte de la poética y viene desde Grecia”.

Respecto de los estudios de ángeles, Parra opina que “la vida en una ciudad como ésta es una especie de vértigo. La gente necesita pararse cinco minutos para pensar dónde están, quiénes son, cómo se llaman. El ángel es un poema reflexivo sobre su propia existencia. Es una respiración para sí mismo pensar en algo que lo protege, para que el cielo no se le caiga encima”.

La muestra se presenta en el Centro Cultural del México Contemporáneo (Leandro Valle 20, Centro Histórico, www.ccmc.org.mx).